"¿Martini Expresso? Un poco desfasado", ha asegurado tajantemente la revista inglesa Delish en su reciente artículo sobre las tendencias gastronómicas que van a reinar en 2024. A su juicio, este año el pódium del "cóctel a base de café" va a ocuparlo una bebida que los españoles conocen muy bien y que cuenta con una larga tradición en la península ibérica.

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Nos referimos al emblemático carajillo, que en Delish describen como "un Martini Expresso más simple", pues "sólo requiere dos ingredientes: expresso o café y Licor 43". En realidad, esta receta con Licor 43 es la conocida en algunas partes con el nombre de 'café asiático', procedente de Cartagena (Murcia), y es una de las múltiples variantes que existen, las cuales van cambiando en función de la región. 

Una de las combinaciones más populares de este café es la que se prepara en el área de la Comunidad Valenciana, famosa también por estar muy ligada a la cultura del emorzaret, propia de la zona. Como explican Santi Sastre y Enric Gil, propietarios de la web El segundo carajillo, en esta autonomía lo más habitual es usar ron o brandy como bebida alcohólica, aunque puede cambiar según el lugar.

Los carajillos de Bar Florida, en Almassora (Castellón).

Por ejemplo, en la zona de Onda, de donde procede Sastre, se conoce con el nombre de "cremaet" al ron o el brandy quemado con azúcar (sin café). Si se le añade café, entonces pasa a llamarse "carajillo". Sin embargo, en algunos sitios el "cremaet" también lleva café y, en otros, el café simplemente tocado con alcohol ya es un carajillo.

Existen varias teorías sobre los orígenes del carajillo en España, pero a Sastre la que más le "cuadra" es la que atañe a la guerra de independencia de Cuba. Según esta tesis, se cree que durante dicho conflicto armado se entregaba a los soldados españoles café adulterado con ron para motivarlos a luchar, un brebaje que bautizaron como 'pequeño coraje' o 'corajillo'.

Tanto Santi como Enric se declaran unos auténticos fanáticos del carajillo, el cual reconocen que han llegado a beber "en jarras" o para salir de fiesta. Por ello y para poder responder con propiedad a la pregunta constante de "¿Dónde almorzamos?" decidieron crear El segundo carajillo, allá por 2019. 

En su página web no sólo puntúan y muestran los mejores carajillos de la Comunidad Valenciana (y algunos no tan buenos), sino que también valoran lugares donde tomar el famoso esmorzaret. Como cuentan a Cocinillas, han llegado a almorzar hasta tres veces en un mismo día para poder llevar a cabo su rigurosa investigación.

Pero no podemos posponer más la pregunta fundamental: ¿cómo es el carajillo perfecto? Ellos lo tienen claro: "Una perfecta armonía entre el azúcar y el punto alcohólico del licor (preferentemente brandy), con una proporción de tres cuartas partes de cremaet y una cuarta parte de café, siempre con la presencia de los granos de café, el cítrico del limón y el acompañamiento de la canela (no es necesario que estén físicamente, pero sí que estén presentes)".

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Según explican, en muchos sitios se exceden con el azúcar porque cuanto más dulce, mayor densidad, de forma que se diferencian mejor las tres capas de cada ingrediente, algo muy atractivo visualmente. Sin embargo, el azúcar puede neutralizar el resto de sabores y arruinar la bebida.

También comentan que en algunos locales queman el alcohol mucho antes de servirlo para ahorrar tiempo, lo cual califican de "gran fallo" y consideran una de las principales diferencias entre un buen carajillo y uno simplemente "aceptable". "En el mejor de los casos, quemar el alcohol al instante puede llevar dos o tres minutos, pero el resultado es mucho mejor, y tenemos que premiar a aquellos bares que sí lo hacen". Dicho esto, a continuación, os dejamos un listado de los mejores carajillos según Santi Sastre y Enric Gil:

El ganador indiscutible para Santi y Enric es el carajillo del bar Avenida del Mar, ubicado en Onda (Castellón), que ha logrado dos años consecutivos el primer puesto en su ránking (la primera vez en 2020 y la segunda en 2021). Recomiendan sobre todo el que preparan a base de brandy, aunque el de ginebra también "lo bordan". 

Con respecto a la predicción de la revista Delish, Santi comenta que se "extrañó" al leerla, pues no cree que el carajillo tenga tanto "tirón" comercial debido a su marcado punto alcohólico y por tratarse de una bebida caliente y con "bastante carácter". Sí admite que ha notado un interés creciente por él y que cada vez puede encontrarse con más facilidad, sobre todo en bares y lugares de almuerzos, aunque no tanto fuera de este ámbito. "Recuerdo que hace unos años éramos los únicos jóvenes que lo pedíamos en los bares", rememora.

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Tal es su amor por este café, que Santi y Enric han llegado a desarrollar 'La teoría del segundo carajillo', la cual da nombre a su web. Según esta creencia, "si te haces un segundo carajillo, es porque la cosa ha ido bien": "significa que tienes tiempo de sobra, que estás a gusto, con buena compañía, que has comido rico y que el carajillo estaba bueno". ¿Qué os parece? ¿Os animáis a pedir otro?