En la Comunidad Valenciana, el 9 de octubre se regala la mocadorà, un pañuelo relleno de mazapán. Durante las fallas, se comen buñuelos y pasada la Semana Santa, panquemao y mona de Pascua.
A berenar la mona, xiques qui me’n dóna? A berenar el mico, mira què bonico! Esta canción popular es la que cada valenciano tiene en su memoria, una que significa que ha llegado la Pascua y con ella, una de las tradiciones más arraigadas de estos días, ir a merendar la mona con la familia y si es al campo, mejor.
Y es que la mona de Pascua es algo muy extendido durante estas fechas en todas partes de España, pero al contrario de lo que significa en Cataluña o Madrid, ciudades en las que la mona es un huevo o figuritas de chocolate de gran tamaño, en Valencia y todavía en algunas partes del país como Murcia, se trata de un bollo esponjoso que se hornea junto a un huevo en el centro.
¿Cómo es la mona de Pascua valenciana y cuál es la tradición?
Para aquellos que no estén familiarizadas con esta delicia, a simple vista se trata de un pan dulce de miga esponjosa y aromatizada con flor de azahar y cáscara de naranja, que se termina con azúcar por encima y que en la mayoría de los casos, se hornea con un huevo cocido en la parte central.
La mona de Pascua tiene sus raíces en una mezcla de influencias culturales y religiosas que se remontan a siglos atrás. Puede que proceda de la tradición árabe y de la palabra 'munna' o puede que fuese del cristianismo y del verbo en latín 'monere', que significa advertir o recordar. Este nombre podría hacer referencia a la advertencia de los católicos sobre la llegada de la Cuaresma, un periodo de penitencia y reflexión antes de la Pascua.
Sea como fuere, la tradición se ha mantenido viva y a pesar de que en otras regiones la estrella es el huevo de chocolate, en la Comunidad Valenciana se sigue preparando este dulce a base de huevos, azúcar, harina, levadura y mantequilla. Y el toque final, un huevo cocido, decorado y dispuesto en la parte superior de la masa. Estos huevos a menudo se colorean e incluso hay algunos que lo que hacen es sustituirlos por lo que más gusta a los niños -e incluso mayores- un huevo de chocolate.
Y según manda la tradición, se come el lunes de Pascua (el próximo 1 de abril) junto a la familia. Y se hace en el campo o rodeados de naturaleza, mientras eliges a quién de tus primos o tíos, vas a romper el huevo en la frente y hacerlo sin que se den cuenta. El festín se puede acompañar con otros alimentos tradicionales de este día, como la longaniza de Pascua, un embutido seco o curiosamente, con turrón Viena Meivel.
Un dulce de premio
Su popularidad es tal, que no hay horno en la Comunidad Valenciana que durante estas fechas, no lo presente en su escaparate. Incluso se organizan concursos para dar con la que será la mejor mona de Pascua. Este 2024, el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, celebrado el XXXVII Concurso de Dulces de Pascua, dio su veredicto y el primer premio fue para el Horno Moreno Ponce, de la ciudad de Valencia, que se hizo con el galardón a la Mejor Mona Tradicional.
Pero hay muchas más categorías, como el premio a la decoración más innovadora, que ha sido para el Horno San Antonio en San Antonio de Benagéber, que también se alzó con el galardón a la innovación, con panquemao de té matcha y mandarina.
El otro dulce protagonista de estas fechas, el panquemao, también obtuvo reconocimientos, concretamente el del Horno L'Artesana en Valencia, mientras que el Horno Masanet, también en la ciudad del Turia, lo hizo con su torta de pasas y nueces.
¿Dónde comprarla?
La suerte es que en estas fechas, prácticamente todos los supermercados de Valencia la tienen en sus lineales, pero sí es cierto que si queremos un dulce de calidad, lo mejor es acercarse a los hornos, donde respetan la tradición y utilizan ingredientes completamente naturales.
Los anteriores, con sus respectivos reconocimientos, son una opción segura. También La Tahona del Abuelo, con varias localizaciones en la ciudad, que el año pasado se alzó con el primer puesto y este 2024, quedaron segundos en el concurso de monas de Pascua innovación con su mona de chocolate, coronada con una figurita, bañada al completo y rellena de chocolate.
¿Otras direcciones? El Forn artesà de les netes de Rafalet, el Forn Llatzer en la zona de Campanar, que las prepara en diferentes formas de animales, entre ellas, la de un elefante o el Forn German, que estos días, llena su escaparate de monas de Pascua y panquemaos.
¿Un sitio que se sale de la tradición pero que cada día gana adeptos? Ioan, uno de los templos del dulce gocho valenciano. En estas fechas hacen su particular versión de la mona, la dona mona, que partiendo de la receta tradicional, hacen en diferentes versiones, como la Kinder o la que bañan en pistacho y rellenan de nata y crema de pistacho.