Olvida los rollitos de primavera y el arroz tres delicias, el restaurante con comida china auténtica que buscabas es Chan Street y si no lo conoces te va a encantar.
Rollitos de primavera, arroz tres delicias, pollo al limón, cerdo agridulce… ¿de dónde salieron estos platos? Por alguna razón y sin querer entrar demasiado al detalle, estas recetas se han convertido en lo que conocemos como comida china en España. Pero no, esto no es comida china, es comida adaptada de unas recetas ya perdidas totalmente por el camino.
La (horrible) comida china en España
Pero la comida china es mucho más. De hecho es una de las gastronomías más ricas en variedad y sabor que os encontraréis. He tenido la suerte de viajar por diferentes países de Asia, y mis favoritos desde el punto de vista gastronómico han sido Tailandia y Japón. Ambas gastronomías provienen directamente de la china, y es que aunque menos conocida por el mal nombre que se ha ganado en España (rollitos de primavera, pollo al limón…) es una de las mejores del mundo. También he viajado por China y os aseguro que se come genial, no como en los típicos restaurantes chinos a los que estamos acostumbrados.
Y soltado este rollo, si quieres comida china auténtica y de la buena tienes que visitar Chan Street en Madrid. La apuesta es sencilla, ofrecer una selección gastronómica china auténtica en un ambiente muy agradable donde, a diferencia que aquellos locales chinos totalmente auténticos, no tenemos que comer en una mesa mugrienta. Vamos, para entendernos, comida china auténtica en un restaurante modernillo y cool.
El restaurante chino español de los chinos
Chan Street tiene una historia muy curiosa. Hugo Gallardo trabajaba franquiciando una popular cadena de restaurantes españoles por todo el mundo. Durante su época en China conoció a Víctor Noriega, con quien empezó a trabajar en el sector textil. Aquí aparecieron Kali Ye y Xiaohan Chen, los otros dos socios de Chan Street, que ya en Madrid decidieron abrir un restaurante con comida china auténtica. ¿Por qué? Por la misma razón que cualquiera abriría un restaurante después de vivir en China, porque necesita comer xiao long bao (un tipo de dim sum) y no lo encuentra bueno en ninguna parte. Lo típico, no encuentras un plato que te gusta y abres un restaurante para poder comerlo.
Esto que puede parecer un poco loco es en realidad el secreto detrás del éxito y la calidad de Chan Street. Cuando uno hace las cosas como las haría para uno mismo (porque en realidad lo está haciendo para sí mismo) es cuando lo hace bien. No creo que nadie se plantee hacer xiao long bao porque echa de menos este dim sum chino y no lo haga perfecto. Y lo mismo con el resto de platos. Y no os cuento el ambiente, como si estuvieses en casa. El trato que recibes en Chan Street es genial, muy cercano, y no es difícil salir de ahí como si fuerais amigos de toda la vida del equipo.
Hay una frase que resume perfectamente Chan Street: un restaurante chino montando por españoles al que van a comer chinos. Eso lo dice todo.
La comida china de Chan Street
La carta de Chan Street es muy completa y hace un repaso a la comida china por tipos de plato. Lo bueno es que está muy bien pensada tanto si cada uno quiere comer su propio plato como para compartir. Por supuesto hay que pedir dim sum, y puestos a elegir no os podéis perder el xiao long bao (saquitos rellenos de carne picada cebollino y caldo), que tenéis que intentar comer de un bocado porque al llevar el caldo dentro podéis armarla buena si le pegáis un mordisco. Si vais a compartir platos podemos complementar con unas costillas fritas con pimienta china, un si xi jiao zi (dim sum de carne de cerdo y gambas) y unas brochetas. Tienen muchos tipos diferentes, pero para probarlas todas podemos pedir el combo que incluye 4 brochetas de pollo, ternera y mazorca.
Si vamos solos y nos apetece un plato de tallarines la recomendación es el you po mian, unos tallarines salteados con carne picada y ajo (mucho ajo, así que cuidado si tenemos problemas porque nos repite). Están riquísimos, y vienen aromatizados con vinagre de arroz y jengibre. Solo el olor ya nos hace la boca agua, y el sabor es como cerrar los ojos y pensar en los puestos de comida callejera del sudeste asiático.
Podemos seguir con unos baos a elegir entre el de pato pekín, pollo al curry y lu rou bao (panceta con bambú, castañas y cacahuetes). Depende del hambre que tengamos y lo que hayamos pedido previamente, pero uno por persona es lo suyo, más que nada porque compartir un bao es un deporte de alto riesgo, yo no me hago cargo de lo que pueda pasar.
Y después de todo esto llegamos a los platos principales, parece el típico chiste de cuñado después de comer un cocido. Pero por favor, no os vayáis sin probar el tie ban zhu jing rou (os juro que no me estoy inventando los nombres, vienen así en la carta), un secreto ibérico macerado en lima y hecho a la plancha. Lo sirven con una salsa a base de nam pla (salsa de pescado fermentado) y está increíble. El sabor del macerado en lima es muy ligero y solo deja ligeras notas cítricas, nada de un chute de limón que nos convierte en el Fary. Este plato es obligatorio.
Y para terminar hay que dejar hueco para el ji dan zai, una bomba triglicérida similar a un gofre pero con forma de bolitas muy típico de puestos callejeros en China que podemos complementar con dos bolas de helado, sirope y dos toppings a elegir entre virutas de chocolate, virutas de fresa y lacasitos, porque todavía no era suficiente. La cuestión es que el resultado está muy bueno, y aunque sea un postre un poco loco es una forma genial de acabar una comida en Chan Street. Si no nos apetece tirar por algo así siempre podemos quedarnos con los mochis de vainilla, que es la opción conservadora y segura.
En cuanto a bebidas las opciones son muy limitadas, refrescos, cerveza Mahou (se echa en falta una artesanal, lo único diferente es Tsing Tao china, que no es nada del otro mundo), té frío de limón y limonada casera. Yo soy partidario de una carta de bebidas así para un restaurante de estas características, pero estoy seguro que muchos echarán en falta una opción de vino o, como yo, una cerveza artesanal rica.
El precio de toda la carta en Chan Street está muy ajustado. Cuatro unidades de xiao long bao son 5.90€, el combo de cuatro brochetas 11.90€, el you po mian 8.90€, los baos rondan 4€ y el secreto ibérico 10.90€. No es para nada caro, y meno aún teniendo en cuenta la calidad de la comida. Eso sí, no comparemos con los precios del chino típico porque no hay color. Tienen un menú del día por el que tendrás que preguntar porque no aparece en carta que se sirve entre semana al mediodía y cuesta 9.90€.
Toda la comida de Chan Street se cocina con ingredientes frescos por cocineros chinos. Incluso los baos, muchas veces congelados e industriales, llegan frescos y hechos a mano por un panadero. Y el secreto, aunque parezca mentira, está en el corte. La cocina china cuida muchísimo el corte de los ingredientes, y los cocineros de Chan Street pasan horas picando carne y ajo a mano, nada de picadoras eléctricas que destrozan los ingredientes.
Qué, dónde, cuándo y cuánto
Aquí os dejo los datos básicos que mejor os vendrán de Chan Street si queréis visitarlo:
- Chan Street es un restaurante de comida auténtica china basado en el street food asiático
- Chan Street está en C/Barbieri, 4, Madrid
- Chan Street está abierto de martes a jueves de 13h a 17h y de 20h a 00h. Viernes y sábados abre hasta la 1 de la mañana. Lunes cerrado.
- El precio por persona medio en Chan Street ronda los 20-30€, depende la cantidad que queramos comer. Entre semana tenemos menú del día por 9.90€.
Si quieres buena comida auténtica china tienes que pasar por Chan Street y probar su oferta gastronómica. No te arrepentirás.