Encontrar restaurantes llenos de sabor, con una oferta sorprendente y que además ofrezcan buen precio no es nada fácil. Oceanika lo consigue con sus sabores peruanos y esencia en la cocina latina. Una combinación perfecta entre cocina, experiencia y precio.

En 2015 La Panamericana cerraba dejando un hueco vacío que no se ha vuelto a llenar hasta ahora que Carlos Pérez y Filomena Grudeski han retomado y reabierto en el mismo local su nuevo proyecto Oceanika. Manteniendo la esencia de La Panamericana y con la experiencia de haber trabajado allí en su anterior periodo, Carlos y Filomena han hecho un excelente trabajo que ha culminado en un excelente restaurante a muy buen precio.

Si bien es cierto que el emplazamiento del local no es óptimo (aunque no hay que pasarse porque no nos quejábamos cuando íbamos a Nodo de Alberto Chicote que se encontraba a escasos metros), Oceanika ha sabido hacerse valer para que el desplazamiento merezca la pena ofreciendo una oferta gastronómica original, sorprendente y (repetimos) con una excelente relación calidad/precio.

Carlos y Filomena atienen de forma excelente la sala, con un equilibrio perfecto entre las recomendaciones de vino de Filomena y la espectacular puesta en escena que Carlos intenta hacer con todos los platos que llegan a la mesa del comensal. En un principio esto puede parecer algo sobreactuado e impuesto, pero el comensal entra rápido en el papel y se deja sorprender por lo que ocurre en la mesa.

La comida de Oceanika

Efectivamente Oceanika no tiene la mejor ubicación del mundo. Si llegamos desde Joaquín Costa veremos un cartel rojo a lo lejos, “¿es ese Oceanika?”, nos preguntamos. Al llegar resulta ser el cartel rojo de un Telepizza, pero superado el susto vemos que Oceanika está en el local de al lado, la cosa solo puede ir a mejor.

Cocinillas

La recepción es muy acogedora, Carlos nos saludó e invitó a sentarnos donde más nos apeteciese. Lo hace con cada persona que va, y no podría ser más agradable para el comensal. La cosa empieza bien, y mejora cuando te ofrecen un pisco sour que preparan de maravilla. Este cóctel es imprescindible en Oceanika para abrir boca y calentar motores antes de empezar.

La carta es corta y no hay mucho donde elegir, pero está muy bien elaborada para atinar con los platos que mejor saben cocinar. No es necesaria más variedad cuando las cosas se hacen bien.

Cocinillas

Empezamos con la cafetera desestructuradora, una cafetera que contiene caldo de pescado concentrado en la parte de abajo y se calienta para que pase por un filtro con verduras y setas chinas para llegar a la parte superior y juntarse con el marisco que tendremos que pescar con palillos. El plato, además de muy original, es divertido y tiene muy buen sabor. No deja de ser un caldo de marisco, pero la presentación con sorpresa lo convierte en una experiencia. Además, en pocos restaurantes uno empieza por el café y acaba por el sushi.

Cocinillas

Continuamos con los churros con chocolate, un camino algo extraño para una comida, pero es la gracia de Oceanika. A modo de trampantojo, estos churros son en realidad harina de maíz frita rellena de queso y el chocolate judías negras. Es posiblemente el plato que menos llama la atención en sabor de toda la carta de Oceanika, y aunque el efecto óptico esté muy logrado el plato no acaba de convencer.

Cocinillas

Pero se arregla rápido cuando llega a la mesa el tiradito de salmón con salsa de maracuyá. La salsa es riquísima, y aunque el salmón quede un poco oculto tras su fuerte sabor, la combinación loca con las palomitas es muy buena. Hay que echarlas al plato después de comer el salmón para que absorban bien la salsa y se llenen de su sabor. Es extraño, pero el resultado es genial.

Cocinillas

Se hace el silencio durante unos minutos y aparece Carlos en la mesa cargado con un cubo de plástico lleno de botellas y condimentos. Echando un vistazo rápido parece evidente que va a preparar un bloody mary, y así es, pero como todo en Oceanika viene con sorpresa y es el mejor plato del restaurante. No te aconsejo leer el resto de este párrafo si no quieres que te la arruine, porque la voy a contar, así que si lo prefieres puedes saltar directamente al siguiente. Carlos añade a toda velocidad los ingredientes del bloody mary, lo agita con entusiasmo y lo sirve en un pequeño vaso. El brebaje es una maravilla, lleno de sabores, picante, dulce, atrevido. Nos pregunta qué tal, respondemos que increíble, y mientras nos da la explicación destapa la sorpresa: el bloody mary es en realidad el jugo de un ceviche que estaba dentro de la coctelera que por supuesto hay que comerse.

Cocinillas

Con el listón en lo más alto nos traen a la mesa la causa oceanika. La causa es un plato peruano típico de Lima que se prepara ca base de puré de patatas y se rellena de diferentes ingredientes. En Oceanika lo preparan con tomate natural, mayonesa y pulpo rebozado, coronado con dos finas láminas de plátano frito. Está buenísimo, pero me pregunto si es realmente necesario el rebozado del pulpo. El caso es que está bien así, pero me cuesta aceptar el rebozado en un producto tan excelente como el pulpo. Quizás me equivoque, pero creo que sin rebozar sería incluso mejor.

Cocinillas

La fiesta continúa y todavía quedan platos que nos van a sorprender. Es el caso de los conos americanos, unos cucuruchos de maíz rellenos de cochinita, típico de los tacos mexicanos, y de ají de gallina, uno de los mejores guisos de todo el continente americano. Estos conos están impresionantes, los rellenos son riquísimos y el trabajo del cono de maíz es excelente. Sin lugar a dudas hay que pedirlos.

Cocinillas

Ya vamos llegando al final, pero lo bueno sigue. Hace su aparición en escena el temaki a la mexicana, una mezcla de culturas gastronómicas en un solo rollito de lechuga que esconde en su interior cazón en adobo rebozado en harina de garbanzo. Está delicioso, y os garantizo que solo de recordarlo mientras escrito estas líneas estoy empezando a salivar. Qué maravilla, otro imprescindible total de la carta de Oceanika que no podéis perderos.

Cocinillas

Con el estómago lleno pero sin sensación de pesadez llega el turno de los postres, muy bien pensados dentro del contexto de la carta de Oceanika. Si empezábamos el menú con café y churros con chocolate la acaremos con sushi, que es en realidad arroz con leche cubierto de un membrillo de guayaba. El postre es salado, dulce y picante, algo diferente que deja muy buen sabor de boca. Y mejor todavía se queda uno con las obleas rellenas de dulce de leche.

Para hacernos a la idea de los precios de Oceanika la cafetera desestructuradora cuesta 6€, los churros con chocolate 6€, el temaki 6€, la causa 10€, el tiradito de salmón 8€, los cucuruchos 6€ y el bloody mary 10€ para dos personas. Además ofrece menú del día por 11.90€ y la posibilidad de hacer menú degustación a 30€ por persona.

Qué, dónde, cuándo y cuánto

Aquí los datos básicos de Oceanika:

  • Oceanika es un restaurante peruano fusión
  • Oceanika está en C/Antonio Pérez, 26, Madrid
  • Oceanika abre de martes a sábado de 13h a 16:30 y de 21h a 00h, lunes de 21h a 00h. Domingos cierra.
  • Para reservar en Oceanika puedes llamar al 915 626 660
  • El precio por persona en Oceanika es de unos 18€, ofrece menú diario al mediodía por 11.90€ y menú degustación de 8 pasos por 30€ por persona.

Oceanika ofrece una opción diferente con comida peruana fusión que combina sabores orientales y mediterráneos a un precio excelente. Aunque la ubicación no es la mejor merece totalmente la pena visitarlo y disfrutar de su carta.