Restaurante Bacira, la cocina fusión de calidad no siempre es cara
Redescubrimos Bacira, uno de los restaurantes de fusión más interesantes de Madrid que presenta novedades y la posibilidad de llevarse sus platos a casa.
26 febrero, 2018 21:17Noticias relacionadas
Hace ya tres años y medio que Bacira llegó a nuestras vidas para dar una vuelta de tuerca a la fusión madrileña. En un momento en que esta tendencia se colaba en muchas de las aperturas de la ciudad, Bacira supo encontrar su hueco. El trío de chefs formado por Carlos Langreo, Vicente de La Red y Gabriel Zapata, a los que une una profunda amistad y amor por la cocina, son los artífices de este restaurante que se mantiene constante en el tiempo. Y lo tienen lleno todos los días.
Restaurante Bacira Madrid
Bacira es un restaurante de cocina fusión a medio camino entre el Mediterráneo y Asia. Detrás de sus fogones está el trío de chefs formado por Carlos Langreo, Gabriel Zapata y Vicente de la Red.
- Lo mejor: El tartar de bogavante y langostinos tigre y las albóndigas de rabo de toro.
- Dirección: Del Castillo, 16. Madrid.
- Horario: L a D de 13:00 a 16:00 horas y de 20:30 a 00:00 horas.
- Precio: 35 euros.
- Reservas: Aceptan reservas en el 91 866 40 30 y en su página web www.bacira.es
- Nota: 4/5
¿La clave de su éxito? El haber dado en el clavo con una fusión bien entendida que cabalga entre los toques mediterráneos y la influencia asiática, sin olvidarse de la cocina de otros países. Además, en Bacira apuestan por la calidad de la materia prima y siempre por precios ajustados, lo que les ha valido su calificación como Bib Gourmand (alto nivel gastronómico a buen precio) en la guía Michelin.
Tres cabezas pensantes en una cocina
Como decíamos, Bacira es el proyecto de tres chefs que hace unos años dejaron sus antiguos empleos para lanzarse a la piscina, en la apertura de su propio restaurante. El restaurante tiene mucho de ellos, ya que han conseguido imprimir su personalidad en cada uno de los detalles. Ellos eran en primer lugar Gabriel Zapata, natural de Chile, país donde se inició en la gastronomía para después venir a España y trabajar en Wasabi y Sushi House (Mallorca) y el desaparecido Nikkei 225 y Distrito 728 en Madrid; en segundo Vicente de la Red, que pasó por las cocinas de grandes restaurantes de nuestro país como El Celler de Can Roca (Girona), Aponiente o el Mesón de Doña Filo, además de Viridiana, Kabuki o Nikkei 225, entre otros; y en tercer lugar Carlos Langreo, formado en Madrid en La Maruca, 99 Sushi Bar y Nikkei 225, al igual que sus compañeros.
Juntos han conseguido que su restaurante, desde que abrió, se haya convertido en una sensación a la que siempre dan ganas de volver.
Una carta siempre atractiva en la que Asia se acerca al Mediterráneo
“Esta es la idea con la que comenzamos a construir nuestra cocina, una propuesta gastronómica en la que productos como el atún, el bacalao o las mollejas conviven con ingredientes como las algas, el jengibre o el lemon grass.”, anuncian como reclamo en su página web. Y es que la carta de Bacira es una carta viva, en la que los platos van cambiando, siempre atendiendo a los mejores productos que brinde el mercado y la temporada.
En nuestra última visita nos decantamos por volver a probar -siempre apetecen- ciertos clásicos de la carta, además de aventurarnos con las nuevas creaciones que salen de la mente de estas tres cabezas pensantes.
Mientras decidimos qué pedir, trajeron un aperitivo que ya es una declaración de intenciones, unos fantásticos mejillones en escabeche con una espuma de alioli. Claro y conciso, para ir abriendo apetito antes de lanzarnos a pedir. Y os diré que la elección se hace difícil. La carta, pensada casi en su totalidad para compartir, consta de más de 25 recetas, entre entrantes, tiraditos, nigiris, tartares y clásicos inamovibles. Y hay que tener en cuenta que, casi todos los platos, presentan la opción de ser pedidos en medias raciones, lo que posibilita probar más cosas en cada visita. Dicho esto, arrancamos con una ostra francesa (calibre 2) con ponzu cítrico y ensalada de algas hijiki con tobiko y muzina, un bocado refrescante con una ostra de un tamaño más que correcto y un aliño interesante.
Los siguientes platos, fueron un desfile de estrellas, empezando con la ensaladilla de la casa, hecha a base de ají amarillo, tobiko y carpaccio de gambas, que entra directamente al pódium de las mejores ensaladillas de Madrid. ¡Qué forma tan deliciosa de reinventar un clásico!
Otro plato que no puede faltar en ninguna comanda es la anguila ahumada con ricotta, tomates secos, brotes tiernos y quinoa crispy. A él le siguió una nueva creación, el tartar de bogavante con langostinos tigre, manzana y velouté de sus cabezas. Éste se sirve con el bogavante bien picado y ensamblado con su aliño, con toques de manzana para refrescar y las patas del bogavante que aportan la nota crujiente. Además, se acompaña de un pan que se asemeja a un croissant de los siempre geniales Triticum.
Pasando a la sección de crudos viajeros a medio camino entre Perú y Japón, degustamos un tiradito de dorada con vieiras de la Patagonia y salsa huancaína. La idea es coger cada lámina de dorada, acompañada por una vieira y la salsa y comer todo de un bocado. Sublime. Al tiradito le siguieron dos nigiris, uno de toro con mantequilla de caviar y una reducción de soja, que solía estar fuera de carta y ahora se ha incorporado como miembro de pleno derecho y otro de solomillo de vaca vieja con huevo de codorniz y trufa.
El siguiente plato fue uno con puesta en escena, las imprescindibles albóndigas guisadas de rabo de toro con puré especiado de patata, que venían bajo una campana de cristal donde ahuman el plato con madera de roble. Abrir la campana, dejar que el humo embriague las albóndigas y disfrutar de una creación jugosa y deliciosa, en el que el rabo de toro, desmenuzado y cocinado a fuego lento, protagoniza un plato redondo.
Si bien su versión del helado ‘Drácula’ del cual clavan el sabor es uno de los más demandados, en esta ocasión pedimos una de las nuevas incorporaciones al menú, el fluido de chocolate con una espuma de vainilla y helado casero de café.
Y ahora, también Bacira Take away
Como novedad esta temporada, en Bacira se lanzan al take away. Ahora ya no habrá excusa para no poder disfrutar de sus recetas cómodamente desde casa. Han implementado una plataforma propia dentro de su página web en la que no más de diez platos “Solo los que viajen bien”, apunta Carlos Langreo, pueden pedirse, pagarse online y recoger en el restaurante. ¿Qué te apetece más? ¿Su ensaladilla rusa de ají amarillo, unos makis mar y montaña o la albóndiga guisada de rabo de toro? Tú eliges. Hasta tienen refill de Cervezas la Virgen para llevar…