Como si dentro de un auténtico bistrot francés nos encontráramos, con sillones rojos y grandes espejos que anuncian los platos, vinos y champagnes destacados de la carta, La Bomba Bistrot invita a compartir una filosofía de trabajo en la que prima la materia prima de calidad elaborada con honestidad. Sus propietarios, Christophe Pais y Cristina Querol, han conseguido crear un referente del buen comer en la capital que comenzó dedicándose casi exclusivamente a los arroces, pero en el que hoy en día podemos encontrar una amplia variedad de opciones en las que se emplean métodos de cultivo, cría y pesca tradicionales y ecológicos.
Ficha y detalles del restaurante La Bomba Bistrot
- Lo mejor: el arroz de pato, ahora en otoño disponible con setas de temporada.
- Dirección: Pedro Muguruza, 5. 28036 Madrid
- Horario: 13:45h a 17:30h y 20:45h a 00:00h. Cerrado domingo y lunes noche, y martes todo el día.
- Reservas: En el teléfono 91 350 30 47
- Precio medio: 45 euros
- Nota: 4.5/5
Si preguntamos al equipo de La Bomba Bistrot, ellos se definen a sí mismos como “Un lugar donde el producto brilla con luz propia y en el que se transmite una inquietud constante y el deseo de seguir evolucionando y encontrando nuevos puntos de mejora”. Y por esto mismo, la evolución que ha demostrado desde su apertura es todo un éxito.
Más que arroces en La Bomba Bistrot
La Bomba Bistrot abrió sus puertas con la idea de convertirse en un referente arrocero en una ciudad donde encontrar un buen arroz no es tarea sencilla. Y su fórmula triunfó con su arroz a banda, su arroz de carabinero meloso o seco, su arroz de pato o sus arroces de temporada, que van variando según el mejor producto del momento.
Y fue precisamente buscando el mejor producto del momento cuando comenzó a aumentar sus “fuera de carta” y sus “recomendaciones del día” (aún disponibles y siempre sorprendentes), dejando los arroces en un espacio destacado de la carta, pero compartiendo comanda con otras irresistibles propuestas que también merece la pena probar.
El mejor producto de temporada
Entre ellos encontramos deliciosas hortalizas de temporada, como el tomate corazón de buey; las alcachofas con yema de huevo; unas potentes piparras fritas con judías verdes; una refrescante y divertida ensalada de brotes ecológicos; o algo más curiosa, la de brevas con jamón y ricota. En guiso proponen los caracoles picantes; y como combinación arriesgada y ganadora, los sepionets con habitas y butifarra negra.
También los segundos o principales se suman a los “fuera de carta”, una vez más dejándose llevar por lo más destacado del mercado. El chicharro amarillo a la brasa o el escabeche de bonito son dos clásicos que podemos encontrar a menudo, así como el bonito con tomate casero. Imperdible ahora en otoño el canelón de pintada, con un sabor inigualable y una textura muy suave.
Dejando de lado las recomendaciones del momento, en carta siempre cuentan con unos clásicos que no debéis perderos. Las croquetas melosas de jamón ibérico de bellota, por ejemplo, elaboradas con leche fresca infusionada en huesos de jamón y mantequilla casera, y con un crujiente y grueso rebozado que promete una explosión de sabor al morderlas. La ensaladilla rusa Mon Dieu ¡! también es otra apuesta segura, así como los mejillones a la brasa con aceite de cilantro.
En la sección de tartares vemos una clara preferencia por estas elaboraciones. El de secreto de buey picado a cuchillo es el más tradicional, una propuesta a la que se le puede añadir tuétano (se sirve sobre el mismo hueso). Del mar proponen el de atún aliñado con manzanilla, huevas de maruca y mojama, y el de ostras sobre pan crujiente, otra manera de degustar estos deliciosos y exclusivos bivalvos (también disponibles al natural o con salsa picante).
Carnes, aves y pescados completan la carta antes de llegar a los deliciosos arroces que os he descubierto más arriba. De la mano de su carnicero particular, Cesáreo Gómez, La Bomba Bistrot presenta dos piezas de rubia gallega con un mínimo de 35 días de maduración: su chuleta Asterix y el chuletón Obelix, de 425 y 850 gramos respectivamente. Se preparan a la brasa y se sirven acompañadas de patatas fritas triple cocción y una caña de tuétano asada al carbón. ¡Una auténtica delicia para los más carnívoros!
En cuanto a las aves, presumen de preparar el pollo asado o le poulet rôti casi perfecto, para degustar entre dos o tres personas. Conviene reservarlo con antelación porque todo el que lo prueba, repite, y cuentan con piezas limitadas cada día. Cocción perfecta, carne melosa en los muslos y pechugas, un toque de pimienta… se acompaña de patatas fritas y lechuga viva, con la que refrescar esa boca que al verlo se os hará agua. Sobre el pichón de Mont Royal a la brasa… mejor os dejo probarlo y que me contéis vosotros mismos.
Además de las pescas del día, donde ofrecen lo mejor del mercado según las lonjas más destacadas del panorama nacional, La Bomba Bistrot firma sus platos bajo el sello de responsabilidad y respeto por el medioambiente, y acude en todo momento a proveedores artesanales como muestra de admiración por su labor diaria en el mar. La merluza de pincho con verduras salteadas o el atún marinado a la brasa y acompañado de ratatouille son las referencias de la carta, pero las propuestas varían continuamente.
Postres irresistibles con acento francés
Además de una cuidadosamente seleccionada tabla de quesos, para los amantes de este manjar, los postres cobran protagonismo y presentan un toque francés que se mimetiza con la decoración y el ambiente de La Bomba Bistrot. Destacan la Pavlova con nata de vainilla y frutas, una elaboración delicada y preciosa que presume de ser la más deliciosa del mundo. También ofrecen el célebre Baba au rhum, clásico y centenario en la cocina francesa, una tarta de queso casera, otra de chocolate con cobertura de más chocolate, y diferentes helados y sorbetes que se preparan en su propia cocina.
Cierran la oferta una bodega en la que los champagnes y cavas brillan con luz propia, y donde las referencias de vinos pueden pedirse también en frascas (aprox. 4 copas), una opción que nos encanta si os gusta degustar una o dos copas por comensal en visitas más íntimas de dos o tres personas.
Os ofrecerán sin duda alguna como aperitivo su famosísimo Bloody Mary, especialidad de la casa que preparan con tomate natural triturado y con la combinación perfecta para abrir el apetito necesario para disfrutar, aún más si cabe, con vuestra visita.
La Bomba Bistrot es para mí todo un referente del disfrute y el buen comer en Madrid. Una apuesta segura, un AS en la manga a la hora de recomendar lugares en los que sabes que vas a acertar. Un restaurante de cabecera que continúa evolucionando para no dejar a sus clientes en la estacada, otro punto más a favor al encontrar siempre recomendaciones del día y novedades con las que seguir sorprendiéndonos. Producto, respeto, sencillez y amor por la cocina. Gracias Christophe y Cristina por hacer de algo que parece tan evidente una realidad cal alcance de todos.