- Lo mejor: El sándwich de pastrami
- Dirección: Cava Baja, 10, 28005, Madrid , España
- Teléfono: 915 465 870
- Horario: Lu-Vi 19:30-23:30 Sa-Do 12:30-16:00 / 19:30-23:30
- Precio: 20 €
- Tipo de cocina: Estadounidense
- Nota: 4,5/5
Si lo pensamos bien, que las cosas sean efímeras tiene un punto de romanticismo. Saber que puedes tomarlas durante un tiempo y que luego se acabarán. Romanticismo sí, pero también nostalgia, porque si te gustan, ¡qué pena no poder repetirlas!
De esta forma fugaz y con fecha de caducidad, es como trabaja The Sandwich Project, la experiencia pop-up creada por el chef Byron Hogan, con la que trae genuinos sabores yankees, que ahora llegan a La Osita, hasta el próximo 8 de febrero.
Pero, ¿quién es Byron Hogan?
Este norteamericano, tras formarse con cocineros reputados de Nueva York y Los Ángeles, vino a España a empaparse de nuestra cultura gastronómica. Trabajó con personalidades de la talla de Rodrigo de la Calle o Kisco García en Córdoba. Pero el destino le trajo de vuelta a Madrid, concretamente a las cocinas de la embajada de Estados Unidos, a las órdenes del carismático embajador James Costos hasta 2017, donde con frecuencia cocinaba para mandatarios de todo el mundo. ¡Hasta cocinó para Obama!
Al concluir allí su trabajo, decidió embarcarse en una aventura, cocinar, de forma efímera y en pop-ups, las mejores recetas de sándwiches de su país. Y así nació The Sandwich Project.
The Sandwich Project, los mejores sándwiches efímeros de Madrid
Sus apetitosas creaciones han pasado ya por lugares de Madrid como Chuka Ramen Bar, Acid Café o Isabella. Ahora y hasta el próximo 8 de marzo, los sándwiches de Hogan podrán degustarse en La Osita, una novedosa cervecería artesana en La Latina. El plan es, una serie de sándwiches sabrosones, unos sides y un postre, maridados con las cervezas craft de Oso Brew Co., la marca de David Ross y Patrick Tuck, también al frente de La Osita.
¿Y porqué un pop-up? "Soy muy purista, quiero lo más auténtico.", nos cuenta. "Mi idea es ser fiel a las recetas clásicas, añadiéndole pequeños toques propios. Pero en España, esa idea tan genuina apenas se ve", sentencia. Así le ha funcionado hasta ahora y así se va a quedar. Y nosotros queremos más, por eso le hemos preguntado a Byron qué pasará en un futuro. "De momento el proyecto se va a quedar como es, como un pop-up, que también tiene cabida en eventos o festivales. Ahora mismo no he pensado hacerlo como algo fijo. Estamos en un momento de prueba, viendo cómo funciona y el feedback de la gente", concluye.
De los sándwiches, se puede elegir entre cuatro recetas. ¿La estrella? El classic pastrami sandwich. El pastrami es la 'obsesión' de Hogan. Y es que el camino no ha sido fácil. "Empecé con ello en 2014. Me apetecía un bocadillo de pastrami como los que tomaba en Nueva York y quería repetir ese estilo. El primero fue fatal, estaba seco. Y poco a poco, fui mejorando la receta, cambiando cosas como la madera que uso para ahumar, haciendo mezclas...He tardado cinco años en lograrlo como está ahora", cuenta a Cocinillas. Para elaborarlo se sirve de aleta (brisket) de vaca y lo ahuma durante 10 horas. De hecho, el pasado lunes tuvo que ahumar 25 kilos más por el éxito que están teniendo. Una vez preparado, queda jugoso y tierno, lo mete en un pan de centeno, que generalmente les sirve el obrador San Francisco y lo acompaña de mostaza especiada y pepinillos caseros. ¿El resultado? Abrumador y delicioso. Una verdadera locurita.
El siguiente, y otro de los que más triunfa, el de pollo frito. "En Estados Unidos es clásico el spicy chicken sandwich, que normalmente es crujiente y picante. Yo he aportado mi toque, siguiendo siempre con la receta clásica, pero utilizando harissa picante y una salsa de leche agria con hierbas y pepinillos dulces.", cuenta. Para este sí que hacen ellos mismos el pan con harina de patata, lo que hace que sea blandito y esponjoso.
El sándwich de atún viene de su memoria. "Siempre lo hacía con mi madre en casa, con un tipo pan de molde en el que se pone una ensaladilla de atún con queso Cheddar para fundirlo". En TSP lo hacen con tomates confitados, cheddar y un alioli de huevo duro. Una de las nuevas incorporaciones es el New Yorker Frankfurter. "En Nueva York te puedes comer un perrito en la calle cualquier día del año. Da igual que haga frío, que nieve o que sea pleno verano. Y quería tener mi propia versión." Para ello se sirve de chucrut casero, mostaza especiada, pepinillos dulces, unas hojas de eneldo y cebolla frita por encima.
Hay más. Porque los jueves preparan un grilled cheese con raclette, provolone y brie con mermelada de cebolla y tomate confitado. Además, lo acompañan de una sopa de tomate ahumado. "La idea es que mientras comes el sándwich, lo mojes en la sopa, no que se coman por separado", afirma.
¿Y para acompañar? Dos ensaladas, una de kale con limón, granada, crujiente de centeno y Parmesano Reggiano 24 meses y otra de manzana, apio, cacahuete y vinagreta de miel y mostaza. Además, unas patatas fritas encurtidas, con hierbas y una mayonesa de mostaza antigua que acompañan a todos los sándwiches y aros de cebolla con salsa Green Goddes.
Deja sitio para el postre, porque tienen un pie de manzana y pera con crème fraîche. Recordad, ¡solo hasta el 8 de marzo!