El restaurante A'Barra, que ya era bueno, ha sufrido un crecimiento exponencial en todas sus vertientes. Desde la presentación de los platos hasta el servicio en sala. Todo crece y nada se estanca, con una oferta gastronómica completa cada vez mejor.

La comida es excelente. Su chef, Sergio Manzano, sabe tratar todos los productos como se merecen, con una altísima rotación estacional que permite a los comensales más asiduos disfrutar en cada visita de algo nuevo. Producto, temporalidad, técnica y tradición son las cuatro palabras que mejor definen la cocina de Sergio en A'Barra, un restaurante que ha apostado por el chef y le ha dejado crecer para expresarse de la forma que mejor sabe.

Caso claro es uno de los platos nuevos de temporada, el puerro tostado con caviar y crema ahumada, un producto sencillo que se convierte en uno de los platos más ricos del menú. Pero el recorrido a sus platos de temporada este otoño no se queda ahí y avanza por los productos más típicos del otoño que empieza a llegar.

La tartaleta de setas con grasa de foie y trufa espolvoreada con boletus es un bocado maravilloso. El trabajo del boletus con los níscalos que acompaña un praliné de avellanas y salsa perigord es excelente. Y empiezan a llegar delicias de caza como el lomo de corzo, el arroz de torcaz con setas de temporada y la perdiz, todos ellos tratados magistralmente por Manzano. Es cierto que las pequeñas aves de caza empiezan a llegar en el momento de publicar estas líneas, pero cada semana que pase serán mejores.

La sala de A'Barra a la altura de su gran cocina

En sala Valerio Carrera sigue demostrando que es uno de los mejores sumilleres de este país. En un ejercicio de búsqueda constante de las mejores referencias vinícolas de todo el mundo, es capaz de sorprender visita tras visita con vinos únicos. Champagne envejecidos tan antiguos que no pensaría que la burbuja ha desaparecido por completo como el Deutz de la añada 2000, botellas de culto como Domaine Peyre Rose de Clos Des Cistes de 2002 o confusiones mentales en un juego de olores y sabores que nos llevan a Jerez pero en realidad provienen del Priorat como el Dom Juncosa de De Muller. El amante del vino disfrutará como en pocos sitios en A'Barra.

A'Barra sigue demostrando el enorme nivel al que está, poniendo su listón cada vez más alto en la vara de medir de la gastronomía. Un restaurante que pide visitas regulares a gritos, de los que más nos hacen disfrutar cada vez que nos sentamos en su mesa.