Que abra una nueva pizzería siempre es buena noticia. Y más si la que lo hace es una a la que se le otorgó el premio a la mejor pizza de España. Tras abrir primero en Cataluña y más tarde en Ibiza, Can Pizza llega a Madrid y lo hace por todo lo alto, con un súper local en plena calle Serrano.

Y qué ganas teníamos de que llegara. Personalmente, las probé en su local de Ibiza y en tan solo una visita, me conquistaron. ¿Podían elevar la pizza a la categoría de alta cocina y crear un producto único? Podían y lo hicieron. 

Respect the pizza

Can Pizza se empezó a gestar hace ya unos cuantos años. Fue entonces cuando un grupo de cuatro colegas decidieron que la pizza merecía más. Por una parte los gemelos Max y Stefano Colombo, bien conocidos y dos grandes hosteleros de Barcelona, al frente de Xemei en Barcelona y de la ostería veneciana Colombo en Madrid.

Por otra, Isaac Aliaga que con más de dos décadas de experiencia, ha creado locales emblemáticos como La Zorra y El Santo en Sitges o La Capsa y Cal Santi en El Prat de Llobregat y Lolo Lorenzo, que asumió el rol de director de pizzería. 

Con el saber hostelero de unos y otros, se plantearon un concepto en el que además de que todo estuviera sobresaliente, se pasara un buen rato. Y es que los locales de Can Pizza destilan buen rollo, ambiente moderno, urbano y de lo más apetecible. Todo ello sin perder la atención de la cocina. ¿Su lema? 'Respect the pizza'. 

La mejor pizza de España en 2021

Sus locales iban viento en popa y en 2020 abrieron también uno en Baleares. La expansión era imparable. Entonces llegaba un reconocimiento más. El pasado julio de 2021, en el congreso Madrid Fusión se celebraba por primera vez el concurso que buscaba La Mejor Pizza de España. Tras una selección entre casi una treintena de participantes, solo 12 llegaron a la final. De ellos, seis competían en cada una de las categorías, una dedicada la pizza napolitana y la otra a la pizza de estilo libre.

Balmesina, también de Barcelona se hizo con el galardón de la mejor de estilo napolitano. ¿La ganadora de estilo libre? La Jerry Tomato de Can Pizza, una pizza que solo les ha traído que alegrías, en la que sobre su masa fermentada y amasada a mano, descansan tomates en diferentes elaboraciones y texturas.

Así se come en Can Pizza 

Los que las prueban, repiten. Y ya teníamos ganas de poder hacerlo en la capital. ¿El siguiente paso de su expansión? Madrid, donde llegan con restaurante y delivery. Y ¿por qué tienes que acercarte cuanto antes a conocerlos? Porque como decía una famosa cadena de pizzerías y ellos también afirman, el secreto está en la masa. Aquí la llaman 'la bimba', como esa novia a la que cuidas con especial cariño.

Antes de llegar a tu mesa, ha pasado mínimo 72 horas fermentando y a veces, incluso hasta 4 días completos, para más tarde pasar por las manos de sus pizzaiolos, que practican el arte ancestral del amasado, clave en su propuesta. ¿Qué consiguen con ello? Que sea perfecta. Han conseguido dar con una receta que tiene firmeza en el centro y unos bordes crujientes, que la posicionan directamente como una de las mejores, si no la mejor, de la ciudad. 

Pero antes de entregarte a los placeres de la pizza, tienes que empezar por algo como entrante. Avisamos, las raciones son supergenerosas y prácticamente todos los aperitivos, se podrían compartir entre 3/4 personas.

Si buscas algo más ligero, puedes pedir una ensalada caprese o su carpaccio de calabacín, absolutamente espectacular. Se trata de un plato lleno de calabacín cortado muy fino, que se acompaña de rúcula, lascas de parmesano, tomates secos y piñones.

Si quieres algo igualmente imprescindible, pero más cañero, pide su porchetta. Cortada en finas láminas, la sirven con mostaza y miel, que rebaja un poco el toque de grasa y proponen que la acompañes con un poco de focaccia. 

La estrella de la carta es, por supuesto, la pizza. Y las hay para todos los gustos. Clásicas, veganas, de base blanca, roja y hasta de edición limitada. Si vas por primera vez, conviene que pruebes la campeona de España, la Jerry Tomato. Sobre ella encontrarás una base tomate y burrata, tomate cherry y cherry amarillo. ¿Su peculiaridad? Las texturas del tomate: deshidratado, confitado y macerado. La terminan con cebolla tierna y cebolla encurtida, lo que la hace sumamente fresca y de lo más apetecible.

Triunfan otras recetas como Vaya Trufa, con crema de trufa, burrata y carpaccio de trufa, la Amatriciana con guanciale y pecorino o la Italian Job, elaborada con burrata, rúcula, jamón serrano, tomate cherry, parmesano, pimienta y albahaca. Hasta puedes probar su pizza de edición limitada, la pizza con calçots, salsa romesco y scamorza.

Si dejas hueco para el postre, una de las estrellas es la pana cotta de piña, seguida del tiramisú casero y la cheesecake. 

Y un local ideal para albergar su propuesta

Más allá de lo bien que se come, el sitio acompaña. Nada más entrar lo primero que ves es cómo sus pizzaiolos agasajan la masa y eso ya llama la atención. El resto del local es de estilo industrial, repleto del rojo característico de su logo y cartelería propia que inunda las paredes.

Hay más, en el centro del salón la graffitera catalana Yubia ha creado un mural específico para este local. Para los madrileños, no será difícil encontrar a quién se lo dedica. Tras unos días de trabajo, se pudo ver el resultado final, que era un homenaje al que se considera el primer escritor de grafiti, Muelle. Las creaciones de Carlos Agüello, fueron las primeras en poblar las paredes de Madrid en la década de los 80 y los 90, hasta que falleció en 1995. 

La estética de todo es tan chula que hasta tienen una tienda donde venden su propio merchandising, para el que han colaborado con artistas como la ilustradora Amaia Arrazola. ¡Larga vida a Can Pizza!