Somos unos enamorados de la cocina japonesa. De su versatilidad, de sus productos, de los restaurantes que ponen todo su empeño en hacernos más corta la distancia con el país del Sol Naciente... Por eso siempre intentamos descubrir y contaros todo lo que realmente vale la pena conocer.

Por eso nos hemos acercado al que, después de haberlo visitado, consideramos una joya oculta de la gastronomía nipona en la ciudad. Se llama Yakiniku Shogun y además de fantásticos cortes de carne -entre ellos auténtico Kobe japonés-, sirve un menú del día de los mejores que hemos probado, a un precio muy asequible para este tipo de cocina, tan solo 19,50 euros.

Yakiniku Shogun, parrilla japonesa de carne de primera calidad

El restaurante abrió sus puertas en Chamberí a principios de este año. Y lo hizo de forma tímida, sin hacer el ruido de otras aperturas que anuncian a bombo y platillo. Yakiniku Shogun además no estaba montado por nipones, sino por españoles que, enamorados de la cultura y la cocina japonesa, decidieron abrir su propio espacio.

Eloy y su mujer quedaron fascinados por el país y como ellos mismos afirman, especialmente por los cortes de wagyu y los restaurantes con parrilla para prepararla tú mismo. Además, le pusieron el sobrenombre de Shogun, que es como se denomina al gobernador de Japón, para hacer que sus clientes, se sientan como emperadores en su casa. 

Yakiniku es un término japonés que se refiere a carne (niku) a la parrilla (yaki). La popularidad de este tipo de establecimiento es grande en Japón, mientras que en Madrid, en concreto solo tenemos otros dos sitios de características similares, Yakiniku Rikyu, que tiene parrilla, pero tira más hacia la cocina coreana y Pilar Akaneya. Así que siempre es buena noticia que uno más se sume a la oferta.

Concretamente en este coqueto espacio de la calle Málaga, uno respira Japón. Tan solo son unas mesas, dispuestas como si de pequeños privados se tratara, con sus correspondientes parrillas con carbón y extracción de humo en cada una de ellas.

«La experiencia culinaria que les ofrecemos tiene su culmen en la auténtica carne de Kobe. El Kobe pertenece a ejemplares de la raza negra Tajima-ushi de vacuno wagyu, criados en base a una estricta selección en la prefectura de Hyogo», explican. Cabe destacar que aquí no hay trampa ni cartón, ya que Yakiniku Shogun cuenta con el certificado oficial otorgado por la Asociación de Distribuidores de carne Kobe.

Aquí la sirven en diferentes cortes, desde los más modestos, como la lengua (gyutan) hasta el solomillo o el lomo bajo de Kobe A5, en el que el precio es más elevado. Además, no faltan otros cortes como en nami karubi o tira de asado, misuji o pecho o harami, que es la entraña del Kobe. Todas ellas, de sabor tierno y jugoso, recomiendan tomarlas solas o acompañadas de una salsa yakiniku clásica con base de manzana y miel, lo que aporta dulzura. 

La carne es ideal acompañarla con algo más. En este caso puede ser con shoyuzuke, que es yema de huevo marinado, con gohan, un bol de arroz jazmín blanco o sanchu, que es el nombre nipón de la lechuga fresca, ideal para contrarrestar la grasa de la carne marmoleada.

Además de la carta, trabajan con dos menús degustación. El primero es el menú Nara (45 €), ideal para el que los visita por primera vez, para empezar a familiarizarse con lo que es un yakiniku. Incluye unos entrantes y cuatro cortes de carne, además de dos postres. El segundo, es el menú Kyoto (79 €), que sube en calidad de carnes, introduciendo el preciado wagyu A5 en diferentes cortes. 

Siendo la carne la principal apuesta del restaurante, no es la única y es con su menú del día con el que te contaremos qué otros platos merecen aquí la pena. 

Y un menú del día imbatible

Uno puede acercarse a disfrutar de toda la experiencia, pero lo que más nos llamó la atención de este restaurante, es que se ha convertido en una excelente opción para visitar los mediodías. Ya te contamos restaurantes con fantásticos menús del día en Madrid y este es de los que rápidamente añadiríamos a nuestras recomendaciones. 

Y es imprescindible por varias razones. Por precio, que además se agradece con la situación actual y la inflación por las nubes. Por cantidad y por calidad. Por 19,50 euros incluye nada menos que tres entrantes por persona, un plato principal, bebida (cerveza de grifo, agua o refrescos) y postre o café o té japonés. 

Sin haberlo visitado antes, uno puede pensar que los entrantes son para compartir o que todos los comensales deben pedir lo mismo. Pero nada más lejos de la realidad, porque se trata de tres opciones para cada uno con raciones nada pequeñas.

Se puede arrancar con edamame, tempura de berenjena, gyozas, sunomono, la tradicional ensalada de pepino y algas, además de kimpira, que es un plato de verduras que se sirve frío con nabo daikon y zanahoria o las korokke, las 'croquetas japonesas'. Esta última bien podría ser uno de los platos estrella del restaurante. Haciendo un guiño a la cultura española, en este caso se rellenan con una emulsión de tortilla de patata y guiso de wagyu.

Tras el pequeño festín de entrantes, se puede escoger entre varios platos de lo más suculento. Desde sus wagyu yakisoba, unos tallarines de huevo con carne de wagyu y verduras, que coronan con katsuobushi, hasta un original kamo udon, unos fideos tradicionales mentsuyu con magret de pato y puerro, que se sirven con caldo.

Otra fantástica opción, que también incluye el menú del día, es el tonkatsu, una chuleta de cerdo rebozada que se acompaña de un bol de arroz o un wagyu yakimeshi, un plato de arroz frito con wagyu, huevo y cebollino. 

El postre en este caso puede ser un mochi o helados de chocolate, mango o matcha. Si quieres terminar al más puro estilo nipón, pide el té japonés. Utilizan un cha tipo sencha que se elabora con brotes tiernos del té, que se recogen entre mayo y junio.