Nino Redruello nos sorprendía a principios de año con la noticia de que se encargarían de toda la propuesta gastronómica del Hotel The Thompson. El 1 de septiembre de 2022 se produjo la apertura, y desde entonces gestionan desde el restaurante The Omar en la planta baja hasta el room service.

Olvidad cualquier idea preconcebida de asesoría de hotel impersonal que podáis tener en la cabeza. Lo que hace la familia de La Ancha en este hotel va mucho más allá, tanto es que hasta han puesto nombre a los restaurantes. La propuesta es muy personal, y encontramos la cocina casera modera en The Omar, la coctelería que verá la luz próximamente en Hijos de Tomás y un gastronómico que promete muchísimo pero que no veremos hasta 2023 en Tama, situado en la azotea.

¿Se puede conseguir un ambiente informal y elegante a la vez? Parecen antónimos, pero The Omar lo consigue. Lo mismo podemos encontrar dos personas trajeadas en una reunión de empresa que cuatro jóvenes con zapatillas deportivas. Mesas de madera combinadas con decoración entre nórdica e industrial con un servicio impecable. Un juego que funciona genial y lo hace todo mucho más acogedor.

Cocina casera moderna

The Omar es la evolución de La Ancha, cogiendo pinceladas de Fismuler y aplicando conceptos que Nino se ha traído desde Miami en los que la panadería se introduce dentro del restaurante. Lo que encontramos es una cocina muy casera, donde los fondos tienen un enorme protagonismo, encontrando una enorme potencia de sabor en cada bocado. Esto se consigue manteniendo una buena presentación y correcta elegancia en las presentaciones, que están muy cuidadas.

Parte muy importante del restaurante son las masas, y es que la panadería está integrada dentro del restaurante. Según nos cuenta Nino, «la inspiración viene de un viaje con mi mujer. En Miami conocí el concepto de Zak the Baker. Es un panadero turco que tiene rollazo. En el sitio puedes pedirte un bollo e irte, como hemos hecho aquí, o sentarte en unas mesas en las tripas del obrador, con todos los panaderos trabajando. En ese espacio tan grande tienen una cocina de la que sacan algunos platos».

La carta es una de estas de las que quieres pedir todo, pero por algún lado hay que empezar. Lo hacemos con el pan chino de erizos de mar (6€), una combinación sorprendente que funciona de maravilla. Gran presencia del erizo de mar, con una textura excelente del pan chino. Notable alto.

Seguimos con el bocata de oreja brava (5€). La oreja consigue un buen crujiente exterior y mucha melosidad interior, pero lo que más destaca es el pan casero que utilizan, muy esponjoso y que le va genial al bocado. Notable alto.

Seguimos con un plato de cordero lechal con pimientos de septiembre asados (15€). Es un plato espectacular, y aquí se detecta perfectamente esa cocina casera de fondo que se trabaja en The Omar. Intensidad y profundidad de sabor con muchísima elegancia y equilibrio en los sabores, lleno de matices. Sobresaliente.

A continuación, vamos con el calamar de anzuelo a la parrilla con endivias (25€). El calamar tiene un toque de brasa ligeramente excesivo, aún así está cocinado de maravilla, con un punto exacto que le otorga esa textura única cuando el producto es de primera calidad. Lo que es de escándalo es la endivia y su salsa, maravillosa. Notable alto que podría ser sobresaliente con el punto de brasa adecuado.

Seguimos con pescado y probamos la merluza frita con salsa verde y wasabi fresco (24€). Pese al nombre de frito que aparece en la carta, es un plato muy ligero y elegante, perfecto para el que no quiera algo contundente. La merluza tiene una textura melosa muy agradable, con una salsa verde ligera y el toque del wasabi que le va de maravilla. Notable. Notable alto.

Pasamos a las carnes con una codorniz horneada en costra de pan ácimo (22€). Un plato muy interesante que además llega con servicio de sala, y lo acaban de preparar y servir frente al comensal, un detalle que siempre es de agradecer. Sabores bien integrados, un plato mucho más ligero de lo que parece. Notable.

En los postres tengo que reconocer mi equivocación al elegir, ya que me decanté por un helado de plátano con bizcocho y crujiente de beicon (7€). Me dejé llevar por este último elemento, que aporta textura pero no sabor. El postre está muy bueno, pero es para golosos. La carta tiene cosas que pintan tan bien como la cuajada de leche fresca o la pavlova de ruibarbo con crema inglesa, opciones por las que sin duda me decantaré en el futuro.

La carta de vinos está llena de referencias nacionales e internacionales, todas ellas muy interesantes y a precios razonables. Podemos encontrar desde riesling alemanes que parten de los 33 € hasta blancos de Alsacia por 38 €, pasando por Italia, Nueva Zelanda y EE. UU.. Por supuesto los nacionales tienen gran importancia, y es de agradecer la buena selección de los vinos por copas para aquellos que no quieren una botella entera.

The Omar se convierte así en una de las mejores aperturas que ha visto Madrid en 2022. Un restaurante de cocina casera, donde el sabor es lo que más importa. Gran importancia de las masas y la panadería. Todo ello en un ambiente elegante e informal a la vez, que como hemos visto se puede combinar con éxito.