Prácticamente a medio camino entre Valencia y Tarragona nos encontramos con el espectacular hotel Tancat de Codorniu. Se trata de una preciosa finca rodeada de 2.500 naranjos en el que encontramos solo ocho habitaciones de diferentes tipos. Y en su corazón el restaurante Citrus del Tancat, dedicado a la cocina mediterránea.

El hotel es un auténtico paraíso de jardines, con una preciosa piscina rodeada de palmeras, y habitaciones muy íntimas que encontramos a lo largo de su amplio espacio. Es imposible que nadie nos moleste aquí, se trata de un lugar idóneo para descansar y disfrutar del buen comer.

En este mismo hotel veraneaba durante largas temporadas el rey Alfonso XII. Su privilegiada ubicación se encuentra a pocos metros del mar Mediterráneo y en pleno parque natural del Delta del Ebro, donde se puede disfrutar de actividades al aire libre como paseos en bicicleta, piragüismo, tenis, tiro con arco, golf, vela, senderismo o kayak.

También son muy interesantes las excursiones a diferentes playas y zonas, a la ermita del Remei, la cordillera de Maestrazgo, monumentos históricos en Peñíscola, Morella, Ulldecona o Tortosa. Y por supuesto los increíbles atardeceres del Delta del Ebro.

Propuestas gastronómicas en Tancat de Codorniu

Aunque Citrus sea el principal atractivo gastronómico de Tancat de Codorniu, el complejo es un destino gastronómico en sí. De este modo, encontramos un desayuno muy bueno que apuesta por productos locales, con una selección pequeña, pero de gran calidad.

También nos encontramos aquí con Arròs & Brases, una propuesta más informal que, como su propio nombre indica, apuesta por los arroces y las brasas. Es desde luego un lugar de visita obligada por la zona si queremos comer bien.

En nuestra visita pudimos probar diferentes platos, y gracias a que Aitor López se ha involucrado de lleno en este restaurante, la calidad se ha visto muy beneficiada. Entre los entrantes encontramos una gran apuesta por producto de la zona como el tomate del maestrazgo con burrata, piparras y anchoas (15.20€, muy bien), la gamba roja al ajillo (ocho unidades por 29€, notable alto) o los langostinos de Vinaroz (8.50€/100 gramos, notable alto).

Los arroces de este restaurante también son buenísimos, sin duda en lo más alto de la tabla de los que he podido probar. De capa fina, con buen producto y apostando por un arroz de muy buena calidad. Probamos el de pulpo de roca a la brasa (26€ por ración), sin duda sobresaliente. Un lugar que se convierte en destino para comer muy buenos arroces en un entorno maravilloso.

Por último, las brasas, donde sin duda lo ideal es probar algún pescado, preferiblemente del día. Los amantes del producto marino apreciarán la gran calidad de su producto. En nuestro caso pudimos disfrutar de un excelente dentón, uno de los pescados más sabrosos y deliciosos de las aguas del Mediterráneo.

Citrus del Tancat

Por último, hablaremos del restaurante Citrus, la principal propuesta gastronómica del Tancat de Codorniu. Aquí Aitor López da rienda suelta a su creatividad, mostrándonos una aparente sencillez con productos y elaboraciones típicas del Mediterráneo, pero donde en realidad hay un grandísimo trabajo de elaboración y técnica tras cada plato.

Citrus ofrece tres menús degustación diferentes, que de más corto a largo tienen un precio de 39€, 59€ y 79€. Se pueden acompañar con un maridaje de 45€ el segundo y 55€ el tercero. La diferencia principal es el número de pases. Yo recomiendo el último y más completo, o en todo caso el del medio. El más corto está bien si nos alojamos en el hotel y queremos hacer una comida más ligera algún día, pero tendremos que recurrir a los otros dos para conocer realmente el restaurante.

Aitor nos muestra una mirada fresca de productos principalmente del mar, aunque también hacen aparición los de la tierra, principalmente en forma de vegetales. El producto es sin duda protagonista en su cocina, y así lo demuestra toda la parte inicial del menú con la gamba blanca sobre una rodaja de naranja del Tancat (notable alto), el limón relleno de tartar de gamba roja aliñado con su coral (notable alto), el salpicón de tellinas del Delta (notable), el mejillón aliñado con curry francés (notable), la almeja de fondo del Delta aliñada con ajada cítrica (notable alto), el cremoso de langostinos (notable) o la cebolla asada con cigala (sobresaliente).

Uno de los platos más interesantes del menú es la coliflor asada con holandesa de moluscos del Delta, anguila, anchoa y hojaldre tostado. Aquí Aitor muestra esa aparente sencillez de productos simples, pero que detrás está llena de complejidad y técnica. El resultado es un bocado sobresaliente.

La parte final del menú está reservada para un muestrario de productos y elaboraciones mediterráneas como el suquet de pescadilla (notable), el arroz cremoso de sepionet (notable alto), el rape a la royal de algarroba (notable) o el muflón asado con jugo de setas (sobresaliente).

Los postres destacan precisamente por ser poco postres. Un final no excesivamente dulce pero donde hacen acto de presencia la naranja y el melocotón, saliendo de los esquemas clásicos de chocolate y otros demasiado repetidos finales de menú. No son grandes elaboraciones pasteleras, pero para mí un final excelente a un gran menú.

La apuesta por el vino es igual de fuerte, donde su sumiller Alex Nolla continúa la línea que le educó durante más de diez años en el Celler de Can Roca. Vinos de todo tipo, pero un especial hincapié en la región y la Comunidad Autónoma, seleccionando, consiguiendo y apostando por pequeñas joyas muy difíciles de conseguir y encontrar en otros lugares. De esos maridajes que sí merecen (y mucho) la pena.

Citrus del Tancat es sin duda uno de los restaurantes del Mediterráneo que más debemos tener en el punto de mira. Grandes elaboraciones, producto excelente y un entorno privilegiado. Visita obligatoria.