Tenemos un nuevo restaurante en Madrid, a dos pasos de la Gran Vía, cerca de teatros y grandes zonas de ocio, donde disfrutar de una buena cocina asiática a precio muy asequible. Se trata de Yum House, un restaurante que, aunque parte de una fuerte raíz de cocina china, se adentra en la exploración de otras cocinas del continente asiático.

Yum House marca la reciente inauguración por parte del grupo La Pagoda, liderado por Eva Chen, quien introduce la deliciosa gastronomía asiática de confort en un espacio amplio, luminoso y extremadamente acogedor, dando vida a un concepto único y vibrante.

Este nuevo establecimiento abre sus puertas en pleno corazón de Madrid, específicamente en la planta baja del Hotel LetohLetoh ubicado en la calle Leganitos. Además de su oferta culinaria excepcional, Yum House se enorgullece de presentar una destacada selección de cócteles de alta calidad y una amplia bodega con una variada selección de vinos nacionales e internacionales.

Yum House continúa con la tradición de sus predecesores, La Pagoda y Manolita Chen, al acercar la cocina asiática a una amplia audiencia. Ubicado en el Hotel LetohLetoh, en la auténtica y emblemática calle madrileña de Leganitos, y a pocos pasos de la renovada Plaza de España, Yum House destaca como una de las aperturas más comentadas de la temporada. Su extensa carta ofrece un viaje culinario por las diversas cocinas asiáticas, con platos diseñados para compartir y aptos para todos los paladares.

Cocina china y asiática

La cocina china tiene una historia que se remonta miles de años atrás. Sus orígenes se pueden rastrear hasta la antigua China, donde se desarrollaron técnicas y tradiciones culinarias únicas. La diversidad geográfica y cultural de China ha influido en su cocina, dando lugar a una amplia variedad de estilos regionales y platos icónicos, por lo que es muy difícil identificar un único estilo cuando hablamos de cocina china.

El desarrollo de la cocina china se vio influenciado por factores como la disponibilidad de ingredientes, los métodos de cocción y las tradiciones culturales. La antigua Ruta de la Seda, que conectaba China con otras civilizaciones, también desempeñó un papel importante en la difusión de ingredientes y técnicas culinarias. A lo largo de los siglos, la cocina china se ha enriquecido con influencias extranjeras, como la introducción de alimentos y especias de otras culturas, incluyendo el arroz, el tofu y el té.

La filosofía china también ha influido en la forma en que se prepara y se aprecia la comida china. El concepto del equilibrio de los sabores, conocido como "wǔ xíng" o los cinco sabores fundamentales (agrio, dulce, amargo, picante y salado), son conceptos imprescindibles en la cocina china. Además, se le da gran importancia al aspecto visual de los platos, la armonía de los colores y la presentación artística. La cocina china no solo se trata de nutrición, sino también de placer estético y equilibrio entre el cuerpo y la mente.

Carta variada y barata

Toda esta tradición cultural gastronómica es la que el grupo La Pagoda con su restaurante homónimo y Manolita Chen han ido recogiendo y mostrando, de una forma reinventada y moderna, en sus cartas. Yum House es una evolución que va un paso más allá, introduciendo además otras cocinas asiáticas como la japonesa o la tailandesa, pero manteniendo esa fuerte base china.

Haciendo un recorrido a lo largo de toda su carta y probando varios de sus platos, lo que está claro es que la parte de cocina china es sin duda la mejor de este restaurante, cojeando ligeramente en otros platos, que si bien están ricos no alcanzan la calidad de los de cocina china.

Empezamos probando las palomitas de langostino (10.20€, notable), una versión del mítico plato de Nobu. Ideal para pedir de entrante y compartir o para tomar de picoteo en su barra mientras probamos uno de sus cócteles de autor.

Seguimos con las gyozas de pato con foie (9,90€, notable), un dim-sum de pato mechado relleno de boletus y foie. Entrante muy rico y totalmente recomendando.

Tras ello nos vamos a uno de los platos de cocina fusión japonesa más representativos de la carta, el nigiri de steak tartar con nieve de foie (9€ por 2 unidades, notable). Se trata de un nigiri de arroz tostado con steak tartar al que rallan foie por encima. Muy buena combinación de sabor y textura, un nigiri muy divertido y rico.

A continuación, y todavía dentro del terreno de la fusión, pero más cerca de un plato auténtico que el anterior, probamos el nigiri de toro de atún con yema de huevo y miso (12€, notable). Falla el arroz del nigiri, demasiado grande y apelmazado, pero la combinación es riquísima y funciona genial.

El spicy tuna maki (13.50€, notable) es un maki con tartar de atún rojo y kimuchi. Igual que en el nigiri anterior, al arroz hay que darle una vuelta, pero en general es un plato apetecible.

Seguimos con la berenjena china (11,90€, sobresaliente), sin duda el mejor plato que probamos de la carta y demostración de que en Yum House lo que mejor hacen es la cocina china. Un wok de berenjena china y tofu con salsa de soja y chili. Sencillo y riquísimo.

Por supuesto no podíamos irnos sin probar las crepes de pato (18.90€, notable alto), el lomo del pato pequinés supercrujiente con pepino, puerro y salsa Hoisin para meter dentro de las clásicas crepes. Excelente el pato y su textura, pero la salsa Hoisin quedó algo débil en textura y sabor. Solo mejorando eso sería un plato excelente, aún así muy recomendable.

Acabamos con un pad thai (13,90€, notable alto), típico plato de la cocina tailandesa. Una combinación de fideos de arroz con langostinos y cacahuete elaborada al wok, llena de sabor y muy recomendable. Perfecto para pedir como plato único con una cerveza, por poco más de 15€ tienes una comida riquísima solucionada.

De postre probamos una tarta matcha coulant (7,50€, bien). Una tarta fluida de té verde japonés con chocolate blanco y helado de pistacho. Rico y muy dulce, un final muy bueno.

Como veis, Yum House es una opción buenísima para comer bien y barato en una zona dominada por el ocio en Madrid, donde actualmente la oferta gastronómica no destaca especialmente por su calidad (aunque están apareciendo cosas interesantes poco a poco).