La Costa Daurada o Costa Dorada, al sudoeste de Barcelona, famosa por sus playas y tradición pesquera, resulta un destino gastronómico y turístico perfecto para pasar el verano. Su cocina combina los productos del mar con los de las huertas del interior y sus estupendos vinos cuentan con 5 denominaciones de origen: Montsant, Tarragona, Conca de Barberà, Penedès y Priorat.
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Muchas de sus elaboraciones son conocidas a nivel mundial, como los arroces marineros (paella, arroz negro o fideuà), el xató (una ensalada tradicional de escarola, bacalao, anchoas, aceitunas y salsa romesco), los calçots, o las cazuelas de mariscos (por ejemplo, el famoso suquet de peix). Por no hablar del delicioso vermut de Reus, un licor aromatizado con hierbas, a base de vino neutro de buena calidad, un toque de absenta o ajenjo y otras especies amargas y tónicas, ideal para el aperitivo.
Algunas de estas recetas se pueden encontrar en Espai Fortuny, el restaurante del chef Manuel Ramírez, un local que representa la identidad gastronómica de la zona y la esencia mediterránea en todos sus sentidos. Trabajan con producto de proximidad de una calidad excepcional y están situados en uno de los enclaves más singulares de la Costa Daurada, en el complejo lúdico Mas La Boella, a la salida de Reus.
Cada día ofrecen un menú que incluye primeros platos como la selección de verduras al dente, el arroz cremoso con gambas y emulsión de ñoras, el foie micuit con mermelada, el crujiente de pan, melón, polvo de pistachos y hojas silvestres o la caballa en escabeche. Entre los segundos se puede escoger entre el rape y foie con crema de patata, aceite de albahaca y tallos crujientes, la merluza rellena de erizos de mar, tallarines con sepia, aceite de tinta y jugo de pimientos asados o la cola de ternera, cuscús y menta.
La decoración es otra de las maravillas del establecimiento, con telas y lámparas originales diseñadas por Mariano Fortuny Madrazo, inventor de la moderna iluminación teatral. A la entrada se encuentra una agradable sala-biblioteca donde tomar el aperitivo o esperar al resto de comensales. El salón tiene capacidad para 45 personas y dispone de dos habitaciones adjuntas para encuentros que requieran más privacidad.
Para esta época estival puede elegirse su terraza de verano, con diez mesas rodeadas de un cuidado jardín de naranjos, flores de azahar, magnolias, lavanda y romero. El complejo La Boella también dispone de un hotel, un centro de convenciones, una tienda de productos especializados e incluso un molino de aceite.