A los que nos gusta la gastronomía y conocer cosas nuevas estamos constantemente en búsqueda de platos que nos emocionen. Pueden ser desde la más compleja de las elaboraciones hasta la cosa más sencilla, nunca sabes qué es lo próximo que te va a sorprender. En este caso me ha pasado con una tortilla de patata, tan increíble que estás tardando en ir a probarla.
Y es que me he enamorado de esta tortilla de patata. Es difícil, después de comer tanto y en tantos lugares maravillosos, dar con algo tan simple y extendido como este plato, y que a la vez consiga enamorarme de tal manera como lo ha hecho esta tortilla. Y es que eso es lo que me ha ocurrido, que estoy enamorado.
Cuando un plato es tan popular y está en tantas cartas ocurre algo que tiene su cara positiva y negativa. Por un lado, es fácil encontrar una tortilla de patata, pero por otro es facilísimo encontrarlas mal elaboradas. Es una pena que se preste tan poca atención en algunos lugares, pero afortunadamente todavía hay restaurantes que la cuidan con tal mimo que se convierte en una joya gastronómica.
La mejor tortilla de patata
He probado grandísimas tortillas de patata: Desde la ganadora de hace dos años del concurso de la mejor tortilla de patata hasta la increíble tortilla de patata a domicilio de La Martinuca, que además ahora ya se puede encontrar en sus locales. Pero hay una que descubrí hace unos meses, y que después de volver a probarla se confirma como la mejor tortilla de patata que he probado nunca.
Se trata de la tortilla de patata de Agarimo, un restaurante situado en la madrileña calle Bretón de los Herreros 27, y que tras su reciente reforma se ha convertido en uno de los referentes gastronómicos para comer bien a buen precio en Madrid.
Pero hoy estamos aquí para hablar de su tortilla, que es el plato que me ha enamorado. El diferencial de la tortilla de patata de Agarimo es que la elaboran con manitas en su interior, y eso hace que sea extremadamente jugosa y apetitosa, creando esa sensación de que se te pegan los labios al comerla.
Para los que se asusten al ver que llevan manitas: no os preocupéis. Estas no aportan prácticamente nada de sabor, solo textura, jugosidad y melosidad. Si se las quitásemos seguiría siendo la mejor tortilla de patata que he probado nunca, pero es que si además tenemos en cuenta este extra se convierte en algo digno de ser recordado siempre.
La clave es algo obvio, pero que no muchas veces se cumple, y es que esta tortilla de patata sabe a patata. El cuidadoso confitado de la patata a fuego lento hace que esta no pierda sabor, y la proporción de huevo es perfecta para conseguir un punto jugoso y con una textura extraordinaria. Es la tortilla de patata que siempre había buscado.
Cocina de producto
Agarimo es el proyecto personal de Guille Rivera, gallego afincado en Madrid que apuesta por el producto de temporada, de calidad, la sostenibilidad y una rotación constante de la carta en función de lo que el mercado ofrece.
Aunque la extraordinaria tortilla de patata sea la excusa para visitar Agarimo, su carta es un festival para el paladar. Navajas al pil pil con mojo verde, sus riquísimas croquetas de pollo en escabeche (de estas ojo, porque tendré que hablar en profundidad también, qué maravilla), el gran trato del producto vegetal que demuestra con su plato de coliflor y mantequilla tostada, la perfectamente elaborada merluza a la gallega o la riquísima croca de ternera gallega son algunos de los ejemplos de platos que podremos disfrutar.
Antes de lanzarme a escribir estas líneas, compartí mis pensamientos con amigos y expertos en gastronomía. Todos los que han ido a probar la tortilla de patata de Agarimo han coincidido en que es una de las más deliciosas que han probado nunca. Así que ya sabéis, la visita es obligatoria y es necesario que la probéis ya. Sobre todo, aprovechad ahora, antes de que mucha gente se entere y empiece a haber colas para conseguirla.