Estás en la calle y, de manera repentina, te ves en la tesitura de tener que satisfacer una necesidad fisiológica urgente de esas en las que nadie puede delegar. En las ciudades y pueblos de España no es habitual encontrar baños públicos acondicionados para estos menesteres y, las pocas veces que se encuentran, suelen haber sido objeto de actos vandálicos.
Como no es correcto hacer según qué cosas en la vía pública, rezas porque haya un bar abierto a la vista y, cuando lo divisas, pones rumbo a éste sin mirar atrás, dispuesto a hacer lo que sea con tal de aliviar ese malestar interno.
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Una vez dentro del bar, independientemente de si el establecimiento exhibe un cartel indicando que el baño es de uso exclusivo para los clientes, lo habitual es que uno lo entienda así y acabe pidiendo un café o un botellín de agua para llevar a la que pasa por la barra en el camino al excusado. Pero pueden darse otras situaciones, por ejemplo, bares en los que no puedes pagar con tarjeta si no superas cierto importe o en los que necesites un código de acceso al baño que te dan con el ticket de compra y, entonces, tendrías que esperar a ser atendido y pagar. O podrías no llevar dinero encima y no tener forma de abonar esa consumición que, supuestamente, te daría derecho a hacer uso del lavabo.
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¿Qué es lo que dice la ley?
Según explica el abogado Xavi Abat en su cuenta de TikTok, si un bar prohíbe el uso del aseo, lo hace sin ninguna base legal. El jurista explica que no pueden prohibir el acceso al baño porque no hay ninguna normativa que legalice dicha prohibición. “La única manera que tiene el dueño de un bar o un restaurante para prohibirle el acceso al baño sería que se amparara en el derecho de admisión”, explica el tiktoker.
Asimismo, continúa el abogado, organizaciones como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) “entienden que utilizar el derecho de admisión para impedir el acceso al baño sería una acción totalmente arbitraria e injusta” y esto, añade “acarrearía un ilícito administrativo que podría ser objeto de sanción”.
Entendemos que el abogado se refiere a normativas estatales, porque el artículo 29 del Decreto 12/2016, de 21 de abril, por el que se regulan los establecimientos de restauración en la Comunidad de Castilla y León, publicado el Boletín Oficial de dicha comunidad autónoma, acerca de las obligaciones de los clientes se estipula lo que sigue: «No utilizar los aseos u otras instalaciones de los establecimientos de restauración por las personas que no sean clientes, salvo autorización del titular del establecimiento». Esto es, si se necesita utilizar el servicio sin consumir, hay que pedir permiso al propietario o, en su defecto, a la persona que esté a cargo del local en ese momento.
Cuestión de civismo
En los comentarios al vídeo, algunos trabajadores del sector expresan su malestar ante algunas situaciones que se producen cuando entran personas en el establecimiento en el que trabajan con el único fin de acceder al baño.
Una usuaria de esa red social, indica que ellos "dejan entrar, pero hay veces que ni los buenos días y ni un adiós", otra usuaria se queja de que "no preguntan si pueden entrar, no dan los buenos días y dejan el grifo abierto y eso cansa".
Otra usuaria explica que "normalmente dejan entrar, pero cuando hay fiestas en el barrio se forman colas y molestan a los clientes".
Otros usuarios, que parecen ser ajenos al sector, argumentan que lo de no saludar podría ser porque piensan que no se puede e intentan entrar sin llamar la atención o se quejan de que, a diferencia de otros países, en España no tenemos baños públicos en la calle.
Otra usuaria apunta que "es una necesidad, no un capricho, como persona no debería negarse a prestar el baño independiente que consumas o no".
La conclusión es que las situaciones incómodas se podrían evitar con un poco de empatía por parte de todos. Como usuario que usas el baño, ser consciente de que ofrecerte un baño limpio, papel, agua y jabón tiene un coste para el dueño, y, aunque no puedas permitirte abonar una consumición, lo mínimo siempre, tanto si se es cliente como si no, es ser educado y no molestar al resto de los clientes. Como hostelero, entender que es una situación excepcional de urgencia y pensar que con permitirle a alguien utilizar tu baño lo estás ayudando en un momento complicado.