Viajar por carretera puede ser un engorro para aquellos que no les guste mucho coger el coche. Por fortuna, a mitad de camino siempre se puede hacer una parada gastronómica que amenice el viaje y alegre el estómago. En España hay muchos lugares agradables para alimentarse y hacer un alto en el camino, tal y como muestran algunos mapas elaborados por los propios camioneros, que son quienes mejor conocen este terreno.

Uno de esos sitios por los que merece la pena pisar el freno es Asador Marchena, un restaurante ubicado en el kilómetro 124 de la A-3, en el pintoresco pueblo de Zafra de Záncara, en la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha). Inaugurado en 1992, este establecimiento ha ganado una gran reputación por sus platos de cocina tradicional castellano-manchega, con un especial énfasis en la calidad de sus carnes a la brasa y sus productos locales. 

El plato estrella de la casa es la pierna de cordero lechal rellena de boletus y cebolla, la cual preparan con esmero en horno de leña, lo que le otorga un sabor único. Su carta también incluye otras delicias típicas como el cochinillo, el chuletón de ternera a la brasa, embutidos artesanales y una selección de quesos manchegos, todos ellos elaborados con ingredientes frescos y de proximidad.

Otras recetas que destacan los dueños es el queso manchego curado empanado y frito que acompañan de mermelada casera; la ensalada de perdiz escabechada casera con mezclum, tomate y verduras encurtidas, los huevos Rujamar con patatas fritas caseras, jamón ibérico y sal negra, el lomo de orza casero con huevo y ali-oli, o la tarta de queso al horno, elaborada con queso Villarejo y acompañada de helado de frambuesa.

El Asador Marchena también ofrece bocadillos, raciones XXL, platos combinados y una cuidada selección de vinos de la zona, lo que permite maridar perfectamente la comida con lo mejor de las bodegas locales. Además, disponen de un menú del día por sólo 9 euros y un menú especial por 12 euros.