Asturias es un verdadero paraíso de la gastronomía, conocida internacionalmente por sus sabores e ingredientes únicos, así como por sus recetas cuidadosamente elaboradas y llenas de tradición. Esta región del norte de España alberga algunos de los mejores restaurantes para disfrutar de estas especialidades culinarias. Muchos de estos tesoros gastronómicos se encuentran en los pueblos más inesperados y bonitos, donde la tradición se fusiona con la innovación.
Este es el caso del restaurante que te invitamos a descubrir, ubicado en el concejo de Llanes y en el pintoresco pueblo de Pancar. Allí te espera un auténtico santuario de la mejor fusión entre la gastronomía local y la tradición, con toques innovadores que elevan cada plato. Tras sus fogones se encuentra el reconocido chef Ricardo Sotres, galardonado con una Estrella Michelin y creador de este refugio culinario que invita a explorar y redescubrir la riqueza gastronómica de Asturias.
Este local ofrece una experiencia que va más allá de la simple degustación de platos. De hecho, en él te espera una obra maestra con cada creación, cuidadosamente diseñadas para contar una historia y sorprender a cada comensal de principio a fin.
Al cruzar la puerta de entrada de El Retiro, este lugar lleno de historia te envuelve en un ambiente donde la autenticidad y la tradición se mezclan con el arte. Las paredes de piedra natural, las vigas de madera y la iluminación moderna y cálida se combinan para crear un espacio que es a la vez cálido y sofisticado.
Las obras de arte—cuadros, esculturas de madera y metal y pinturas— también cobran protagonismo y dialogan con la propuesta gastronómica del chef asturiano. Cada sala está adornada con piezas que reflejan la pasión de Sotres por el arte, una afición que también se manifiesta en sus platos.
Menú degustación único
Sin embargo, la verdadera magia de El Retiro se eleva a través de su cocina y esta temporada con el menú degustación 'San Patricio'. Desde el primer momento, su menú degustación sorprende al comensal, empezando por una mantequilla artesanal de Tineo que sirve para abrir boca. Un primer bocado en el que ya se percibe el cuidado y la dedicación que Sotres pone en cada detalle y sobre todo en las temperaturas, las texturas o la propia vajilla.
Tras ella, te esperan los aperitivos de bienvenida - una tosta con anchoa ahumada y quesos asturianos, una tartaleta de salmón con huevas de trucha, también un cremoso de mejillones con escabeche, vermut rojo y caviar y una piel de bacalao con aceitunas y naranja- estos son solo el preludio de lo que viene a continuación.
El menú continúa con un gazpacho de manzana verde, aguacate, jalapeño y kiwi asturiano muy fresco, que prepara el paladar para los siguientes platos: berberechos con escabeche de pitu azafranado e hinojo y tras este, una ostra fresca acompañada de emulsión de vinagre de sidra envejecida. Cada plato no solo destaca por su sabor, sino también por su presentación y la conexión entre la gastronomía tradicional y el toque diferenciador de Sotres.
Uno de los momentos culminantes del menú espera al comensal con un tartar de calamar con emulsión de ajo negro y caviar, seguido de una esencia de pote asturiano con anguila ahumada, foiegras y fabes. Dos platos que capturan la esencia de la cocina tradicional asturiana también con ese toque de modernidad. La sopa de ajo, un homenaje a Manolo de la Osa de Las Pedroñeras, es otra muestra de cómo Sotres rinde tributo mientras reinventa.
El plato final de esta tanda de platos salados, un pichón asado con tartar de remolacha y apionabo, es una explosión de texturas y sabores que deja el menú en lo más alto. Para rematar un menú redondo, todavía queda por degustar la nata artesana con una textura de frutos secos, crema de limón y helado de pistacho, seguido por una esponja de chocolate con helado de café blanco cuya textura se deshace en la boca, ofreciendo un final perfecto.
Tradición e innovación
Ricardo Sotres muestra con esta propuesta y una vez más, que es un maestro en equilibrar lo tradicional con lo innovador. En El Retiro, se respira ese profundo respeto por los productos locales y las recetas ancestrales, pero siempre con un giro moderno que sorprende. La selección de ingredientes es impecable, con un enfoque en lo local y el producto de temporada.
Todo ello en un espacio perfecto para el disfrute y la desconexión con años de historia y que ha ido pasando desde sus abuelos a él mismo reinventándose en el tiempo. Con capacidad para 50 personas, el restaurante ofrece una experiencia íntima y única, ideal para aquellos que buscan algo más que un menú gastronómico.
La pequeña terraza y el salón privado también son perfectos para quienes desean una experiencia aún más exclusiva. Una experiencia que combina arte, tradición y creatividad en cada detalle.