Asturias es sinónimo de verdes paisajes, de imponentes montañas, de playas, de inigualable gastronomía y también de palacetes y mucha historia. Estos dos últimos elementos son los que los amantes de la mejor gastronomía pueden disfrutar en un imponente palacete indiano asturiano que se yergue sobre la Vega de Langreo.
En pleno corazón de la cuenca minera asturiana es donde puede encontrarse el conocido como Palacio de las Nieves. Un palacio cuya construcción data de 1906 y que en el pasado llegó a ser hotel de los ingenieros que trabajaban en la factoría de Langreo. Actualmente ofrece un gran abanico de servicios siendo hotel con spa y restaurante.
Es precisamente su restaurante el que actualmente ofrece una de las cartas y menús gourmet más llamativos e interesantes de la zona. Y es que, el chef Ricardo Sotres, con estrella Michelin y dos soles Repsol en su local llanisco de El Retiro, se encuentra también al frente de la gastronomía y platos del restaurante del Palacio de las Nieves, así como también al frente de sus eventos.
En el restaurante del Palacio de las Nieves podrás disfrutar de una interesante y deliciosa propuesta gastronómica basada en una buena cocina en clave informal. Todo ello en este espectacular edificio modernista obra del arquitecto Manuel del Busto.
"Una cocina de mercado con base tradicional, estilo desenfadado y mucha honestidad", así es como el propio restaurante define los principales ingredientes de la 'receta' infalible ideada por el propio Ricardo Sotres para este palacio convertido en hotel. Te contamos todo sobre las sorpresas que te esperan en su carta.
La innovadora carta de Ricardo Sotres
Aquellos comensales que ya estén pensando en disfrutar de las delicias disponibles en la carta ideada por Ricardo Sotres y disponible en el Palacio de las Nieves, podrán encontrarse con una insuperable cocina tradicional y de proximidad.
Entre ellas, no faltan una refrescante crema de coliflor con aceite de perejil y huevas de arenque, canelones cremosos y rellenos de delicioso pitu de caleya.
También encontramos imprescindibles como la fabada asturiana tradicional con su compango, lubina en salsa cítrica de champagne con cebollino y algas o tierno cabrito guisado con patatinas.
Todo ello rematado con una de esas delicias dulces a las que todo amante del chocolate no podrá renunciar: tarta fina de chocolate con helado de vainilla.
Propuestas repletas de jugosidad, con los mejores ingredientes y con esa base tradicional, pero también combinadas con ese juego de texturas y contrastes capaces de marcar la diferencia y elevar aún más cada uno de los platos.
Otras propuestas imprescindibles de la carta
A todas ellas, se suman otras propuestas de la carta disponibles como la ensaladilla rusa con ventresca de bonito y piparras, la terrina de foie gras con anguila ahumada y manzana, también clásicos como los calamares de potera fritos y mahonesa de lima o imprescindibles como el cochinillo crujiente con manzana, membrillo, ensalada de brotes aliñada con mostaza y miel, así como el steak tartar de vaca asturiana a las tres mostazas.
En el apartado de dulces, no faltan otras opciones perfectas para los más golosos como la torrija caramelizada y servida con helado de café o el requesón de Abredo batido con texturas de frutos rojos.
Sumado a una bodega repleta de denominaciones de origen del país, con guiños a la tierra y también algunos espumosos nacionales e internacionales ideales para maridar cada plato.
Todo ello, en un restaurante único y en el que cada uno de sus espacios serán capaces de trasladarte a otra época, repleto de grandes ventanales que llenan de luz cada rincón del salón de comidas y rematado con una amplia y bonita terraza exterior rodeada de jardines y vegetación.