Dueña de unos paisajes únicos y conocida por su tierra excepcional para el cultivo de viñedos, La Rioja Alavesa alberga algunas de las mejores bodegas que han hecho de sus ofertas de enoturismo una referencia en la región. Con un potencial vinícola único, una experiencia centrada en el arte y en la cultura y un entorno privilegiado, destaca la propuesta de Bodegas Murua en la que el viajero puede disfrutar de una experiencia única.
Descubrir el vino disfrutando de la naturaleza
Situada en la bonita villa de Elciego, Murua apuesta por una combinación de su aspecto exterior clásico y ligado al terruño con un interior moderno y artístico. En la bodega de Murua el viajero encuentra una oferta de enoturismo ecléctica que aúna el disfrute de los mejores vinos, un entorno privilegiado y la cultura.
Así, el viajero puede pasear entre los viñedos, explorar los rincones más singulares de la bodega, contemplar las exclusivas obras de arte propiedad de Corporación Masaveu y degustar las nuevas añadas de sus vinos clásicos y modernos, elaborados con máximo respeto al entorno.
Los viñedos en el entorno de la bodega.
La experiencia empieza con un paseo por el viñedo y una visita guiada a la bodega, para descubrir el proceso de elaboración de sus vinos desde la vendimia. En ella el visitante podrá adentrarse en las salas de crianza en barrica y en botella y las galerías subterráneas que sirven de guarida a las añadas históricas. Todo cuidado al más mínimo detalle.
Además, la propuesta de Murua proporciona el acercamiento a la cultura del vino de la mano de la persona que mejor entiende todo el proceso: el enólogo. La figura central y la que mejor conoce los secretos de los vinos Murua explicará al viajero todas las fases del proceso.
El enólogo de bodegas Murua.
La ruta seguirá entonces por la casa solariega, la biblioteca y la colección de arte que incluye esculturas, pinturas y grabados de los siglos XVI a XXI. La exposición cuenta con nombres de artistas como Francisco de Goya, Tomás Hiepes, Juan de Arellano, Fernando Sotomayor, Valentín Zubiaurre y Miquel Barceló, entre otros, cuyas obras de arte, relacionadas con la vendimia, los viñedos y el vino, ambientadas en tabernas o escenas de carácter costumbrista, decoran los rincones de la bodega.
Parada obligada es también la biblioteca, que reúne más de 2.455 libros y revistas, relacionadas con el mundo del vino desde el siglo XVI hasta nuestros días.
Las galerías subterráneas de la bodega.
Bodegas Murua incluye la degustación de sus diferentes vinos a través de tres catas distintas: Conociendo Murua, una degustación de dos vinos premium de la bodega y un tercer a elegir. Experiencia Masaveu Bodegas, que contiene la cata comentada de cuatro vinos repartidos por la geografía española. Y la Degustación Coleccionista, una cata guiada de los cinco vinos que conforman la personalidad de Bodegas Murua. Las experiencias están acompañadas de un pequeño aperitivo con productos de la zona.
Los aledaños de la Bodega merecen igualmente una parada y un paseo por Laguardia es obligado. Custodiada por la sierra de Cantabria, la villa fundada en el siglo X con su muralla, sus calles empedradas, y el aroma a vino que se percibe a cada paso, le dan un encanto único. Laguardia conserva casi intacto su trazado medieval donde destacan joyas arquitectónicas como las iglesias fortificadas de San Juan Bautista y de Santa María de los Reyes.