A la hora de mezclar el vino o ponerle hielo, solemos optar por el más barato. Sin embargo, basta con probar una sangría o un rebujito hecho con vino de calidad para darse cuenta de cómo cambia el cuento.
No es necesario irse a por la etiqueta más cara de nuestra vinoteca. Pero tampoco tirar de cartón. Se trata de encontrar esos vinos que tengan una relación calidad-precio decente pero, sobre todo, que aporten a nuestra mezcla lo que necesita para que el trago final sea todavía más gustoso.
El sabor del vino se distingue incluso cuando lo mezclamos con frutas y otros ingredientes. Al menos el del buen vino. Que no te dé pena abrir esa botella. No vas a desperdiciarla, sino a disfrutarla de otra manera. Estos son algunos de los mejores vinos para ponerle un toque de dignidad a tus sangrías y rebujitos este verano.
Sangría tinta (vegana) con Le Naturel
La receta original de la sangría lleva vino tinto, azúcar, fruta troceada y un chorrito de licor. A partir de aquí se pueden hacer infinitas versiones, pero lo más importante para lograr una sangría de cine es el tiempo de reposo.
Lo ideal es dejar todos los ingredientes infunsionándose durante toda la noche, pero si no tienes tiempo, el truco es agregar un puré de frutas antes de mezclar la sangría, o cocer previamente los trozos en almíbar.
En cuanto al vino, como apuntábamos, no vamos a usar uno demasiado caro, pero tampoco el más barato del lineal, porque hay sutilezas que se seguirán distinguiendo en el diluido de la sangría. Opta por un vino joven o de maceración carbónica, que pueda aportar toda su intensidad frutal a la mezcla.
Le Naturel, por ejemplo, de Aroa Bodegas, es un vino natural elaborado en el Valle del Yerri, una de las zonas más altas de Navarra, en el que la uva garnacha expresa toda su fuerza. Un vino intenso, con notas de moras y violetas en nariz, y un ataque de fruta fresca súper interesante para la sangría. Un tinto agradable, amable, ligero y muy fácil de beber que, además, es apto para veganos. P.V.P.: 6,80 €
Sangría blanca con albariño Pazo San Mauro
Otra buenísima opción para plantarle cara a las altas temperaturas es preparar una sangría blanca. Para hacerla necesitarás fruta (le van muy bien las manzanas, los melocotones y las peras), zumo de naranja, gaseosa, azúcar y, por supuesto, vino blanco. Para esta mezcla lo mejor es utilizar vinos blancos secos, como un albariño o un sauvignon blanc.
Si quieres darle un toque de frescura gallega a tu sangría blanca, añade Pazo San Mauro a la mezcla. El albariño de Bodegas y Viñedos del Marqués de Vargas se elabora en la zona más meridional de Rías Baixas, en el Condado de Tea, a orillas del Miño.
Es un vino blanco con mucha intensidad aromática, con notas afrutadas, recuerdos de cítricos, frutas y flores blancas, con una entrada en boca muy fresca, equilibrada y persistente. El albariño perfecto para armonizar con platos veraniegos y, por qué no, para darle un toque de calidad y distinción a nuestra sangría blanca. P. V. P.: 15,50 €
Sangría de cava con espumoso A. Conesa 58
¿Y si le ponemos un poco de glamour a la sangría y además la hacemos aún más refrescante? La sangría de cava es una auténtica delicia estos meses, y también una sorpresa de lo más agradable cuando tienes invitados en casa.
Son necesarias dos piezas de fruta madura (un melocotón y una naranja, fetén), gaseosa, zumo o refresco naranja y zumo o refresco de limón. Puedes añadir el punto licoroso con medio vaso de Cointreau o de brandy, y hielo, mucho hielo.
Pero lo que más importa es elegir un buen espumoso, ya sea cava, champán o lo que se te antoje. Aquí no valen las medias tintas porque buscamos que la burbuja sea protagonista. El espumoso de autor A. Conesa 58, de la Familia Conesa - Pago Guijoso, es un brut bature blanc de blancs elaborado mediante el tradicional método champenoise y procedente del que está reconocido como uno de los mejores viñedos de chardonnay del mundo, en el Campo de Montiel (Albacete).
Te gustará en la sangría de cava por su extraordinaria frescura, cremosidad y redondez en boca, por la finura de su burbuja y por su elegante carga aromática. P. V. P.: 16 €
Rebujito con manzanilla Lustau en rama
El rebujito es el 'refresco' andaluz por excelencia. Se toma tradicionalmente en la Feria de Abril de Sevilla y en El Rocío de Huelva porque está comprobado que alivia la sed… y anima el espíritu. Es muy fácil de preparar y, una vez des con la receta perfecta, te aseguramos que te acompañará durante todo el verano.
Sólo necesitas fino o manzanilla, gaseosa o refresco de lima-limón (¿recuerdas el 7UP?) y hielo picado. Nosotros hemos optado por manzanilla, como manda la tradición, y no una cualquiera. Nos hemos ido hasta Sanlúcar a por la manzanilla en rama de Lustau (P. V. P.: 16,20 €). Así somos de exigentes. 100 % palomino sin filtrar, intensa, afrutada, salina, muy sabrosa y refrescante. Con notas de manzanas dulces, membrillo, heno y camomila.
La proporción es de una medida de manzanilla por dos de refresco, y hay que servirlo con abundante hielo picado en vasos grandes. Lo puedes decorar con hierbabuena y, si quieres darle un toque diferente, ponle unas hojas de menta y una rodaja de lima. Sencillo, fresco y sabroso.
1, 2, 3 al rebujito inglés
Vale, sabemos que una de las peores cosas del verano es la pereza que arrastra. Pero tenemos solución para la desidia estival: un cóctel en lata al más puro estilo british. González Byass ha sacado la versión ‘transportable’ de su Croft Twist, o lo que es lo mismo, la versión inglesa del rebujito andaluz. Una bebida de poca graduación y baja en calorías, ligeramente espumosa y muy refrescante, que guarda el carácter del Fino Croft con los sabores británicos de la flor de saúco, el limón y la menta.
Para tomarlo, solo hace falta servirlo muy frío, directamente de la lata o en un vaso con hielo, hojas de albahaca y una rodaja de limón. El vino de Jerez también es para el verano. No hay excusas. P. V. P.: 2,6 €