Reconocido como Un des Meilleur Ouvrier de France, el prestigioso premio francés que valora el trabajo artesano de profesionales de diferentes oficios, el sumiller Manuel Peyrondet se pone al cargo de la selección de vinos para la llegada a España Chef du Jour, el primer restaurante de alta cocina por suscripción concebido para ofrecer a sus socios una aventura gastronómica de nivel distinta cada mes.
Para los que no hayan oído todavía hablar de Chef du Jour, se trata de un concepto gastronómico completamente innovador. Un club que permitirá a 600 miembros de 4 ciudades (por el momento París, Miami, Londres y Barcelona) disfrutar de exclusivas cenas de la mano de algunos de los mejores cocineros del mundo. París será la primera ciudad en llevar a la práctica de estas misteriosas veladas a los pies de la Torre Eiffel. Después, el restaurante continuará su aventura en Miami, Londres y Barcelona, donde gastrónomos y hedonistas ya pueden rellenar su solicitud.
Cada mes, una cita gastronómica dirigida por un destacado chef revelación internacional y armonizada por el reconocido sumiller Manuel Peyrondet. Esta es la idea principal de Chef du Jour, que acaba de aterrizar en Barcelona.
“La labor de Manuel es un trabajo de artista, ya que va a componer un maridaje a partir de sus descubrimientos de bodegas y viticultores de todo mundo y los platos ideados por cada chef. El objetivo es que los vinos acompañen la historia que cada chef vaya a contar a través de su menú”, explican los responsables del proyecto.
“Me gusta ir en busca de nuevos vinos, conocer a los viticultores, encontrar las pequeñas creaciones que se servirán mañana en las mejores mesas. Por eso el proyecto de Chef du Jour me entusiasmó”, asegura Manuel Peyrondet. “Crear sorpresa, despertar la curiosidad, presentar nuevos talentos culinarios. Es un concepto que encaja a la perfección con mi afán de dar a probar vinos poco conocidos para el gran público, vinos que me encantan, que me hablan, que cuentan una historia y que encandilan el paladar".
Para ir haciendo boca y sin estropear la sorpresa de su propuesta enológica para Chef du Jour, el sumiller francés nos adelanta algunos de los vinos que ha seleccionado para la llegada de este club gastronómico a España. Tres vinos singulares con mucho que decir, elegidos en función de cada plato del menú.
Montlouis Triple Zéro, Domaine de la Taille aux Loups
“En este excepcional espumoso del Loira hay tanto genio como terruño. El genio es Jacky Blot, una leyenda en el mundo del vino que revolucionó el estilo de los vinos de Montlouis en la década de 1990; sus famosos Rémus, Clos Venise y Clos de Mosny son verdaderos hitos en Montlouis y Vouvray para los entusiastas del Chenin”, asegura este profesional del vino.
“En una muestra de atrevimiento, sacó este clásico llamado ‘Triple Zero’ de un soberbio Chenin Blanc. Cero chaptalización, cero licor añadido, cero licor de expedición. Tres ceros para un vino que va en contra de todo lo que se hace en la región. Todo es natural en el proceso y el resultado es fabuloso. Desde la primera ronda de la copa puedes notar los tintes de arcilla de pedernal del terruño de Montlouis. Es, más allá del champán, el mejor vino espumoso que he probado, y quizás también el más original”.
Auxey Duresses les Hautes 2019 by Jean Marc Vincent
"Este es un dominio excepcional en Santenay, que en los albores de la década de los 2000 pasó a manos de una pareja extraordinaria. Jean Marc es un visionario, un agrónomo destacado, un trabajador incansable. Emplea a 6 personas en 6 hectáreas para obtener un trabajo de calidad y hecho a medida. Todo es orgánico, pero es mucho más que eso”, destaca Manuel Peyrondet.
“En Borgoña lo reconocen como uno de los mejores viticultores de la región, y sus vinos se pueden encontrar en las cartas de casi todos los tres estrellas Michelin de Francia. Sus blancos de Auxey nacen junto a los altos de Meursault. Es un tesoro que cuando se prueba sobrepasa los límites de la imaginación. A los amantes del Borgoña les encantará”.
Cornas ‘Brise Cailloux’ 2018 by Mathieu Barret
“Se suele decir que para hacer un gran vino, primero tienes que hacer grandes uvas”, recuerda el sumiller. “Cornas es la máxima demostración de eso. Un majestuoso syrah pero, sobre todo, una de las lecturas más agradables de esta denominación nicho del Ródano Norte”.
Peyrondet sugiere que esta “hazaña estilística” y ecológica puede, por su concentración natural, su textura aterciopelada y su universo aromático, acercarse al gran Côte Rôties. “Un vino sin madera, sin artificio, sin genio enológico, solo un jugo de terruño, donde la mineralidad del granito aviva los matices de olivo, pimiento silvestre y violeta de syrah. Un disparo al corazón".