Las Jaras Rosado, el oro ecológico de Fuentes del Silencio
Las viñas centenarias de la bodega leonesa Fuentes del Silencio se encuentran asentadas sobre una antigua mina de oro. Un suelo excepcional que da lugar a vinos únicos como su rosado ecológico Las Jaras.
28 septiembre, 2021 17:10- Nombre: Las Jaras Rosado
- Bodega: Fuentes del Silencio
- Añada: 2020
- Tipo de vino: Rosado ecológico
- Variedad: Mencía, prieto picudo, y Alicante Bouschet
- Región (D.O.): I.G.P. Castilla y León
- Crianza: 6 meses en barrica francesa con sus lías
- Alcohol: 12.5 % Vol
- Formato: 750 ml
- Cata: Fresco y equilibrado, de entrada golosa y final ligeramente salino
- Precio: 17 €
- Punto de venta: www.fuentesdelsilencio.com
Situado en el corazón del Valle del Jamuz (León) y conocido en la antigüedad como el Pueblo de las Fuentes, Herreros de Jamuz es uno de esos lugares únicos que bien merecen una visita. Esta zona de interés ecológico es el escenario natural donde se encuentra el viñedo de Fuentes del Silencio, calificado por la empresa californiana Biome Makers como uno de los más excepcionales del mundo.
Nacida en 2013, esta pequeña bodega leonesa apuesta por tierras de gran carga histórica, por un trabajo a la antigua usanza y una pequeña producción que permite cuidar hasta el último detalle. “Fuentes del Silencio se basa en la recuperación de viñedos centenarios, que se han ido abandonando con el paso del tiempo debido a la pérdida de población en la zona”, explica Miguel Ángel Alonso, fundador del proyecto. “Esto nos ayuda a crear empleo en el pueblo, a mantener a sus gentes y costumbres, ayudando así a la economía rural y al medio natural”.
Los viñedos viejos de Fuentes del Silencio se encuentran en la falda del Monte Teleno, dentro del sistema montañoso situado al sur de la provincia de León, entre 800 y 950 metros de altitud. La protección de esta montaña les proporciona una luminosidad solar entre las más altas de España, así como precipitaciones poco abundantes. Pero la gran singularidad de este valle es la presencia de oro.
Las viñas de esta bodega se encuentran asentadas sobre una antigua mina de oro, un yacimiento explotado durante el imperio romano, en el que hoy en día siguen existiendo algunas trazas. Curiosidad, pero también ventaja, pues este metal precioso aporta a los suelos excepcionales levaduras y bacterias que ofrecen al vino una mayor riqueza de sabores.
Es precisamente este entorno tan singular lo que hace que los viñedos de Fuentes del Silencio sean únicos. Y, como consecuencia, también sus vinos. “Para poder preservar esa riqueza natural que hemos heredado, cultivamos todos nuestros viñedos bajo el método de producción ecológica”, explica Alonso. “Elaboramos nuestros vinos de manera muy artesanal, en tinas troncocónicas de madera después de una vendimia manual, cuidando y mimando cada etapa, desde el viñedo hasta el embotellado”.
El resultado de todo este mimo son vinos elegantes, con una suave extracción de color y taninos, aromas naturales y afrutados, que traducen el frescor de la altitud con una uva como nexo, la mencía, aunque también emplean en sus coupages tintos la prieto picudo o la Alicante Bouschet. Aunque, en cada parcela, a principios del siglo XX, los abuelos de Miguel Ángel Alonso plantaron unas pocas cepas de palomino, godello, doña blanca y verdejo, entre otras variedades.
Un rosado natural
En su afán de seguir elaborando vinos que hablen del suelo, de la naturaleza y de la historia de su entorno, Fuentes del Silencio se atreve ahora con un rosé muy especial. Las Jaras Rosado lleva por nombre a las flores que predomina en el paraje del que se obtienen sus uvas de mencía, prieto picudo y Alicante Bouschet. Se trata de un nuevo vino que forma parte del proyecto de recuperación de cepas centenarias y prefiloxéricas en la zona.
Viñedos de alrededor de 70 años, que han sido cuidados con cariño y esmero por varias generaciones, y que dan lugar a un rosado elaborado en ecológico para proteger el valor de la vegetación que predomina en el valle, los bosques de encinas y jaras que rodean a los viñedos y que le dan a este vino el carácter que define el paisaje.
Maridajes recomendados para Las Jaras Rosado
Sus sutiles aromas a melocotón y cítricos, su entrada dulce y golosa, y su final agradable con recuerdos a frambuesa y pastelería propios de la fermentación, hacen que este rosado sea muy fácil de armonizar con todo tipo de comida. Fresco y equilibrado, con un postgusto ligeramente salino, Las Jaras Rosado funciona especialmente bien con pastas o arroces, pescados y mariscos, pero también con quesos y carnes. El sabor afrutado de este vino es capaz de darle un toque de ligereza a las costillas asadas o a cualquier carne a la brasa.