La Navidad es la época favorita de los más golosos. Con las Fiestas llega también el momento de deleitarse por fin con esos dulces y postres tradicionales que llevamos un año esperando. Si bien siempre se ha relacionado este momento con el consumo de vino espumoso o con el de vino dulce, lo cierto es que los turrones, el roscón de Reyes, los mantecados o el panettone pueden y deben maridarse también con otro tipo de vinos.
El descorche de una botella de cava o de champán siempre es una explosión de alegría que se relaciona con un momento especial como puede ser una reunión familiar navideña. Una tradición que viene de lejos y que encuentra otra razón de ser en el sabor. De hecho, a principios del siglo XX el cava que se consumía con los postres era dulce, mucho más que el brut nature de hoy en día, por lo que funcionaba perfectamente con la repostería. Sin embargo, la evolución de este tipo de vinos ha redefinido a los espumosos como vinos con una amplia gama de dulzor y envejecimiento, que en la actualidad pueden acompañar a con casi cualquier receta. Dulce o salada.
Algo parecido pasa con los vinos dulces. Es cierto que van muy bien con los postres, pero todo depende de nuestra tolerancia al azúcar, que en exceso nunca es buena, ni siquiera en cuestión de maridaje. Pero también es verdad que este tipo de vinos puede acompañar otros platos que no estén a final de una comida. Por ejemplo, un queso azul con un Pedro Ximénez o un foie gras con un Sauternes, como máxima expresión de la deslocalización de un vino dulce.
En cuestión de maridaje, la clave está en atender a los ingredientes y dejar expresarse al vino. La única verdad que existe es que cuando el vino gusta, la botella se acaba rápido. Lo mismo que el postre, que si está rico dará igual que estemos llenos. Estas ideas de vinos para acompañar los dulces navideños harán aún más placentera la experiencia.
Turrón blando con Canari
Los turrones blandos del estilo de Jijona, elaborados con almendras, miel, azúcar y clara de huevo, combinan especialmente bien con vinos dulces de moscatel o malvasía. Se complementan debido a la textura densa y golosa de ambos. Los aromas de miel de azahar, pasas y frutas maduras como dátiles y naranja confitada de estos vinos se funden con los del turrón.
- Maridaje Cocinillas: Turrón blando de Jijona receta fácil con El Grifo Canari Malvasía Dulce. Una joya líquida, equilibrada y envolvente, con la que la bodega lanzaroteña reinterpreta el tradicional vino dulce añejo que se hacía en el siglo XVII a partir de la mezcla de vinos viejos de diferentes añadas mantenidos permanentemente en barrica. El resultado de la ligera pasificación de una malvasía proveniente de viñedos prefiloxéricos plantados sobre tierra volcánica.
Turrón de chocolate con Oporto
Si hablamos de chocolate tenemos que hablar de Oporto. Con un toque de fruta roja en licor y el exquisito afinamiento de la madurez, estos vinos portugueses son los mejores compañeros de otro de los grandes protagonistas de las mesas navideñas: el turrón de chocolate. La razón está en el cuerpo y el dulzor de los oportos, capaz de realzar el sabor del cacao. Según el grado de dulzor que busquemos, optaremos por un Oporto Vintage, Ruby o Tawny.
- Maridaje Cocinillas: Turrón de chocolate crujiente hecho en 15 minutos con Osborne Fine Ruby, que se puede encontrar fácilmente (y a buen precio) en el supermercado y en el que la bodega ha aplicado todo su saber hacer, unido a la tradición elaboradora de los mejores vinos de Oporto, con un envejecido en barricas de madera de roble durante 3 años.
Turrón duro con espumoso
Al turrón de Alicante, de textura dura, elaborado con las almendras marconas enteras, le van estupendamente los vinos espumosos con larga crianza, que desarrollan aromas tostados, de frutos secos, de panadería, perfectos para armonizar con el ingrediente base de este manjar.
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Maridaje Cocinillas: Turrón duro o de Alicante con vino espumoso con un poco de azúcar residual (semiseco o directamente dulce), como el cava Carles Andreu Reserva Dolç 2018, un espumoso dulce de calidad a muy buen precio, que ofrece el equilibrio perfecto entre el dulzor y frescura, sin resultar demasiado empalagoso.
*Y si te apetece un maridaje de proximidad, opta por un fondillón, un vino dulce tradicional de origen alicantino que se elabora con uva monastrell y que, además de proceder de la misma tierra que este tipo de turrones, supondrá todo un descubrimiento para tus invitados.
Polvorones con tinto joven
Para que no se nos atraganten los polvorones, lo mejor es acompañar el bocado con una copita de vino. De vino tinto, seco y afrutado. Lo ideal para esta delicia navideña es optar por un vino joven o de maceración carbónica, que refuerce el sabor no demasiado dulce del polvorón y le aporte jugosidad de manera armoniosa, dejando una sensación agradable en la boca.
- Maridaje Cocinillas: Polvorones de almendra con Cría Cuervos Tinto, un tempranillo no tan joven, con ocho meses de barrica y dos años de botella, que combina la fruta y la frescura varietal con el equilibrio de la corta crianza. Un abrazo de fruta roja y toques lácticos con recuerdos de caramelo, con la sutileza de la madera en segundo plano, perfecto para limpiar el paladar después de hartarse a polvorones.
Mazapanes con rosado
Apreciados por su delicadeza y sabor, u odiados por su pesadez y dulzor, los mazapanes también pueden acompañarse con vino. Si eres de los que se saturan al primer bocado, lo mejor es que te olvides del vino dulce y te centres en un rosado afrutado (o un blanco joven). Ligeramente fríos, pero no demasiado, no queremos que pierda sus matices, mazapán y vino rosado es un maridaje sorprendente, sólo apto para paladares exquisitos.
- Maridaje Cocinillas: Mazapanes caseros y Brut, el rosado espumoso y orgánico de Born Rosé, que huye de la excesiva acidez de este tipo de vinos para suavizar lo pesado del dulce. Un rosado elaborado a través de un método diferente, el método Charmat, muy floral y versátil, ideal para acompañar desde los aperitivos hasta los postres. Con burbujas, porque parece apetecen más en estas fechas.
Panettone con vendimia tardía
El panettone se ha acompañado siempre con una botella de champán o de vino espumoso. Era una costumbre basada en la imagen de estos vinos vinculada a momentos de celebración y alegría. Una combinación basada únicamente en el deseo de combinar dos excelencias en virtud de su prestigio y su valor simbólico. Pero, en realidad, este bizcocho de origen italiano, con pasas y frutas escarchadas, sabe mejor con vinos dulces, como el Moscato d’Asti o el Asti Spumante, si queremos quedarnos en Italia.
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Maridaje Cocinillas: Prueba a hacer un panettone clásico en casa este año y a acompañarlo el V Dulce de Invierno de Javier Sanz Viticultor, un blanco dulce que combina la verdejo con moscatel en varias etapas: vendimia tardía, congelación de las uvas y secado natural. Tras pasar 8 meses en barrica, esta delicia ofrece una expresión aromática de lo más seductora y equilibrio entre dulzor y acidez, que la hacen adictiva.
*Si buscas algo único, trata de hacerte con una botella de Vi Dolç de Verema Tardana, de Castell del Remei, un dulce natural elaborado a partir de uvas petit manseng pasificadas sobre cañizos, que la histórica bodega leridana acaba de sacar al mercado en una producción muy limitada.
Roscón de Reyes con Cream
El Consejo Regulador del Jerez recomienda acompañar este típico dulce navideño con un Cream, un vino de mezcla o cabeceo obtenido a partir de vinos secos de crianza oxidativa (normalmente oloroso) endulzados con Pedro Ximénez. Un vino dulce intenso y con cuerpo, que complementa la dulzura de la masa, la crema y la fruta que recubre a nuestro roscón de Reyes.
- Maridaje Cocinillas: El mejor Roscón de Reyes de Madrid con Lustau East India Solera, un Cream cuya crianza rememora la de aquellos vinos que cruzaban los océanos en el siglo XVII hacia las colonias y volvían a los puertos europeos con una mayor complejidad y sedosidad. Un sherry que solo puede ser superado por Lustau Cream VORS, el nuevo miembro de la reconocida gama de vinos viejos y excepcionales de la bodega jerezana, que celebra ahora sus 125 años. Una joya dulce proveniente de la solera de un solo tonel, de la que sólo hay 528 botellas.
Tiramisú con Pedro Ximénez
El tiramisú es uno de los postres más socorridos estas fechas. Para acompañarlo, recurrimos al dulzor natural del Pedro Ximénez. Los recuerdos de cacao y café de este tipo de vinos mantendrán un hilo conductor con el cacao y el café de la receta. Las notas de higos secos y confitería del vino armonizarán con el conjunto del tiramisú, aportando un poco más de golosidad a un postre que originalmente no es demasiado dulce.
- Maridaje Cocinillas: Tiramisú de turrón con Néctar de González Byass, un vino dulce procedente de uva Pedro Ximénez con 9 años de crianza en el sistema jerezano de criaderas y soleras, untuoso, con una acidez que mitiga el dulzor extremo y la calidez del alcohol, y con un final muy largo y sabroso.