Estos son los vinos que vas a querer beber este verano
Siguiendo las tendencias que han podido verse (y beberse) en el marco de Madrid Fusión The Wine Edition 2022, estos son los estilos de vino que te proponemos descubrir durante los próximos meses.
31 marzo, 2022 14:55Noticias relacionadas
La segunda edición del congreso de vinos Madrid Fusión The Wine Edition ha vuelto a mostrar las últimas tendencias del sector. Recogemos algunas de ellas para tratar de definir lo que, sin lugar a dudas, nos va a apetecer beber durante los próximos meses. Estos son los vinos que tienes que probar este verano.
Vinos que hablan del origen
Si sobre algo se ha debatido estos días en el marco del congreso de vinos de Madrid Fusión, ha sido sobre la expresión del origen, la personalidad de los pueblos o municipios, la recuperación de variedades autóctonas olvidadas o la necesidad de volver al pasado para recuperar elaboraciones ancestrales que nos sigan hablando de quiénes somos a través del vino. María José López de Heredia (Viña Tondonia), Sara Pérez (Mas Martinet), Carlos Miguel Cerdán (Bodegas Cerrón) y Pilar Salillas (Lagravera), son algunos de esos elaboradores que apuestan por mostrar en la copa la procedencia y la raíz de los vinos mediante el rescate las variedades ancestrales, el reconocimiento de la tierra y el empleo de métodos de cultivo y técnicas de elaboración antiguas.
Desde Península Vinicultores, el Master of Wine Andreas Kubach encabeza, por su parte, el clan de defensores de la revalorización de los municipios como núcleo de expresión de los grandes orígenes. Sus vinos de pueblo elaborados en la Rioja Alavesa son un buen ejemplo de esta tendencia a poner en valor la personalidad de la uva y al territorio.
En este grupo entran también Telmo Rodríguez y su viñedo singular en Valdeorras, Roberto Santana y Alfonso Torrente con sus elaboraciones para Envínate en Tenerife, o Ricard Rofes y su proyecto Valldencomte en Priorat. Viñateros comprometidos con la importancia de la recuperación de viñas abandonadas en los montes como forma de salvaguardar algunos de los mejores viñedos de España.
Vinos fronterizos
La frontera terrestre entre España y Portugal es una zona única en la que encontramos grandes vinos ibéricos. Conocida popularmente como La Raya, esta región empieza a dar que hablar por su singularidad, algo que pudo verse en el auditorio de The Wine Edition a partir de la selección de 'vinos-joya' del Master of Wine Pedro Ballesteros.
Mitad portugueses, mitad españoles, los vinos nacidos en este privilegiado territorio vitivinícola hablan del espacio geográfico donde ambas poblaciones comparten elementos históricos, culturales y económicos. Un lugar en el que la touriga nacional portuguesa convive con nuestra uva tempranillo, y donde las elaboraciones de un lado y otro del mapa se solapan para dar lugar a referencias muy especiales que despiertan un patrimonio genético cuyo mayor interés es, en palabras de Ballesteros, “generar una identidad y una narrativa”.
Manzanillas gastronómicas
Los amantes de los vinos blancos frescos tienen una asignatura pendiente este verano: beber manzanilla, mucha manzanilla. Porque Sanlúcar de Barrameda es Capital Española de la Gastronomía este año, y porque pocos vinos quitan la sed y despiertan el espíritu como la reina del Guadalquivir.
La manzanilla es un jerez seco, unas veces fresco y ligero y otras veces corpulento y con carácter. Un vino fino con base de palomino, influido por la brisa salada de la desembocadura del río. Si bien desde Cocinillas hemos preparado nuestra propia selección de ‘rubias sanluqueñas’ (y en algunas coincidimos), os chivamos en primicia la lista de la compra propuesta por el Consejo Regulador de Jerez en el marco de este congreso de vinos.
Estas son, según José Ferrer y César Saldaña, las seis manzanillas que no pueden faltar en la fresquera este verano: Pago La Callejuela (Bodega La Callejuela), Manzanilla Fina Nave Trinidad (Barbadillo), Deliciosa (Valdespino), La Gitana Aniversario (Hidalgo La Gitana), Papirusa 125 Aniversario (Cuevas Jurado-Lustau), La Goya XL (Delgado Zuleta).
Vinos naturales como filosofía de vida
Cuando los vinos naturales son ya una realidad en la calle y en la alta gastronomía, todavía seguimos poniendo en duda sus aromas y turbideces. “La del vino natural es una historia de amor, cada uno tiene la suya propia”, decía el periodista Matt Goulding durante su ponencia en Madrid Fusión The Wine Edition. “Es un vino sin pretensiones, en contacto con la naturaleza, una alternativa al entorno del vino convencional de traje y corbata”, añadía Santiago Lastra, chef del Restaurante Kol en Londres.
Sea como sea, lo cierto es que el mundo de los vinos naturales ha evolucionado mucho en los últimos años, y nosotros, los consumidores, con él. Hoy en día hay vinos que no sabemos si no son naturales si no nos lo dicen, por lo que resulta ridículo seguir haciendo una cruzada en contra de ellos. Como decía Rafael Peña, del Restaurante Gresca, en la mesa redonda: “El vino natural es más frágil de lo común, puede tener sus días. El vino normal es más regular pero el natural, sin embargo, está más orientado a la cocina”. Es una cuestión de matices. Lo mejor en estos casos, para salir de dudas y construir nuestro propio criterio, es beberlos más.
Vinos de culto buenos, bonitos y baratos
La de Santi Rivas fue la cata más cercana y divertida del congreso de vinos. Acompañado de alguno de sus productores fetiche, la “wine gang” como él les llama, el líder de Colectivo Decantado demostró que Madrid Fusión puede ser también un escaparte para el vino de calidad, pero asequible, y que el “wineloverismo” no entiende de precios. Eso sí, tal y como advirtió el rey de las #instacatas al principio de la ponencia, “nunca hay que beber vinos de menos de 5 euros, por principios y porque no son vinos sostenibles, no generan si sostenibilidad ni riqueza”.
Pero de menos de 10 euros sí se puede, y se debe. El palomino fino chiclanero de Primitivo Collantes (8 €), el verdejo Cucú cantaba la rana de Barco del Corneta en Valladolid (9,90 €), el rosado Rosat Bàrbara Forés de la Terra Alta (7,95 €), el syrah Telúrico de Bodega Finca Fuentegalana en la Sierra de Gredos (6,95 €), y el vino parcelario Laderas de Tempranillo elaborado por Bideona en la Rioja Alavesa (8 €), dan buena muestra de que la calidad no siempre está reñida con el bolsillo y que existe culto vínico a precios razonables.
La otra Rioja
La Rioja es una de las regiones con más variedad, talento y carisma de España en estos momentos. Nuestra principal e histórica región vitícola vive en la actualidad una revolución silenciosa en manos de pequeños productores comprometidos con el territorio. Sus proyectos se alejan de los vinos de estilo para representar la región a partir de cada pueblo, manifestando cómo en una denominación de talla mundial, llena de estilos de vinificación y de matices, estos se diferencian de un municipio a otro.
Berta Valgañón (Pretium), Miguel Eguíluz (Cupani) y Carlos Mazo (Vinos en Voz Baja) son ejemplos de esta nueva manera de entender y elaborar los vinos. Una nueva generación de viticultores que tratan de dar voz a una Rioja silenciosa y apuestan por las comarcas, los pueblos y los viñedos riojanos desde la zona más fría de la región, al abrigo de los montes Obarenes, con el tempranillo y la viura de Pretium, hasta el corazón de la Sonsierra, con los tintos de Cupani, pasando por las garnachas de Rioja Oriental de Vinos en Voz Baja.
El “productor desconocido” en una provincia histórica como Rioja es una figura real, tan importante o más que la que representa una gran marca. Su labor es, tal y como recalcaba Mazo, “seguir trabajando para hacer vinos precisos que reflejen la región, vinos típicos de Rioja, porque tener muchos puntos en las guías o salir en revistas no lo es todo”. Para Valgañón, la función de esta nueva hornada de valientes no es competir contra los gigantes del vino por la distribución, sino “conseguir que la gente venga a Rioja y nos descubra”.