¿Un vino sin alcohol? ¿En serio? Y tanto. Los departamentos de I+D+i de algunas bodegas llevan años investigando para elaborar el mejor vino desalcoholizado posible. “Porque queremos que todos aquellos que no pueden (o no quieren) beber alcohol sigan brindando, catando y disfrutando de una buena copa sin complejos”, argumenta Vintae. La cuadrilla bodeguera con sede en La Rioja cuenta en su portfolio con Le Naturel Zero Zero, un vino sin alcohol en versiones blanca y tinta que llega, dicen, porque los “defensores del 0,0 se merecen un buen vino”.
Pero para hablar de vino sin alcohol tenemos que irnos a Ribera del Duero. Antes de que Familia Torres o Freixenet se subieran al carro de la desalcoholización de vinos, Bodegas Familiares Matarromera se convertía en pionera en 2004 con el primer vino sin alcohol de España, desarrollado en la primera planta del mundo capaz de desalcoholizar un vino natural hasta un contenido alcohólico de 0% grados, con una tecnología desarrollada íntegramente en nuestro país. “Ahora se habla mucho del vino sin alcohol puesto que hace poco ha sido reconocido como tal por la nueva PAC. Hasta ahora muchos lo denostaban esta categoría, alegando que no era vino, que era otra cosa, pero es como la cerveza sin alcohol. Para que sea sin, antes ha sido cerveza. Para que sea sin alcohol, antes ha tenido que ser vino”, exponen desde el grupo bodeguero.
Sin embargo, conseguir vino sin alcohol a día de hoy está al alcance de muy pocos. En el caso de Matarromera se necesitó un proyecto de investigación de varios años y mucha inversión. Hoy, casi 20 años después, el proceso ya está completamente integrado y WIN Sin Alcohol es un producto muy conseguido que triunfa en todo el mundo.
Antes de llevarte las manos a la cabeza y tachar para siempre el vino sin alcohol de la lista de la compra, respondemos a las dudas más frecuentes sobre esta nueva categoría de vinos que muchos se atreven ya a calificar de tendencia. Por probar, que no quede.
¿Qué es el vino sin alcohol o desalcoholizado?
Según los responsables de Vintae, “es una bebida sin alcohol que aporta todas las sensaciones y el disfrute de una copa de buen vino”. Son vinos nacidos de un delicado proceso de desalcoholización, gracias al cual se mantienen los aromas, sabores y textura original del vino.
¿Cómo se elabora?
El alcohol se elimina de los vinos a través de métodos como al liofilización, la osmosis inversa y las columnas de conos rotantes, la técnica más empleada actualmente. “Para conseguir un vino desalcoholizado, primero se elabora el vino de la manera habitual. En el caso de Le Naturel Zero Zero, de forma artesanal y con una filosofía de mínima intervención”, sostienen desde Vintae. “Una vez tenemos el vino, se elimina el etanol en un proceso de destilación a muy baja temperatura en columna de conos rotatorios, que respeta los aromas y sabores del vino”.
“Para nuestro WIN Sin Alcohol, seleccionamos las parcelas con una maduración equilibrada pero de menor grado Baumé, es decir, cuyo porcentaje de azúcar sea más bajo. Después, seguimos el curso normal. La uva entra en Bodega Emina (Rueda), donde realiza la fermentación y continúa su proceso tradicional de estabilización, clarificación, etc.”, añaden los portavoces de Matarromera. “El vino ya terminado comienza un proceso de desalcoholización tras el cual se mantienen todas las propiedades beneficiosas para la salud del vino original”.
¿De verdad sabe a vino?
Aunque parezca imposible, el vino sin alcohol huele y sabe como un vino convencional. Algo que no siempre sucede con la cerveza sin. Como punto a favor de esta categoría, en estos vinos se nota su proceso de elaboración artesanal y poco intervencionista, que refleja de forma muy honesta la uva de la que provienen.
En el caso de los blancos desalcoholizados, estos suelen presentar acidez, fruta, frescor. Son muy placenteros en boca, con carácter dulce, pero con una acidez refrescante. Los tintos son fieles representantes de la uva con la que se hayan elaborado. Al prescindir del componente alcohólico, sobresalen los matices de frutos rojos, los toques especiados y toda la frescura y viveza que aportan a estos vinos su carácter “disfrutón” y, como asegura Vintae, su filosofía de “zero preocupaciones”.
¿Cuáles son sus ventajas?
Los vinos sin alcohol se pueden disfrutar intensamente en solitario, sin necesidad de acompañarlos de comida, en cualquier momento y lugar. Pero si buscamos una experiencia gastronómica completa, también son una buena opción para todo tipo de maridajes.
“Aunque eliminamos el etanol, Zero Zero Le Naturel conserva los polifenoles y antioxidantes, los componentes más beneficiosos para la salud del vino convencional”, destaca Vintae. También ayuda a no saltarse la dieta, porque el alcohol es el componente que más calorías aporta al vino. Los de esta compañía de vinos, además, aptos para veganos, porque no utilizan ningún ingrediente de origen animal en su elaboración. Y la última ventaja, aunque no menos importante: te evitas la resaca.
¿A quién va dirigido?
Deportistas, embarazadas (y también padres que se solidarizan con sus parejas en esas 40 semanas de embarazo), mujeres que practican la lactancia materna, personas que no consumen alcohol por prescripción médica, aquellos que quieren cuidar su línea o siguen una dieta baja en calorías, personas que no desean consumir alcohol por motivos religiosos, los que quieren tomar un aperitivo o comida con vino pero después tienen que coger el coche o los que quieren disfrutar de un buen vino pero luego deben continuar con su jornada laboral... Para todos ellos va dirigido el vino sin alcohol. Con los hospitales, áreas de servicio, teatros y cines, espacios deportivos y restaurantes healthy como potenciales clientes de estos productores.
El vino desalcoholizado ha llegado como respuesta al creciente interés por la vida sana, para que todos esos colectivos disfruten sin complejos del placer de una buena copa de vino. Para “salvar” a aquellos que no pueden o no quieren consumir alcohol, pero durante años han tenido que soportar aperitivos, comidas, reuniones y fiestas bebiendo refrescos, agua con gas o, peor aún, cerveza sin alcohol.