La capital de la región de Occitania en el sur de Francia es conocida como La Ville Rose, la Ciudad Rosa, por los ladrillos de terracota con los que se construyeron muchos de sus edificios. Ya sea en el pequeño tren turístico o en barco, entre el Garona y el canal du Midi o entre Saint-Sernin y la Ciudad del Espacio, la visita a Toulouse tiene varias paradas obligadas, y la mejor manera de conocer su verdadera esencia es recorrer sus calles y callejones, pararse en la multitud de tiendas y mercadillos que adoran la ciudad o vivir su ritmo tranquilo desde una cafetería. Pero, este año te proponemos descubrirla a través del vino.
Declarada Ciudad Dioniso 2023 por la Red Europea de Ciudades del Vino (RECEVIN), Toulouse será durante todo este año Ciudad Europea del Vino y acogerá diferentes eventos que resaltarán la cultura, el patrimonio y el paisaje. El momento perfecto para hacer una escapada y descubrir el lado más desconocido de la Ciudad Rosa: visitar el mejor bar de vinos del mundo, los viñedos que rodean la ciudad y sumarse a la completa de agenda de catas que ofrecerán los establecimientos tolosanos.
Porque en los alrededores de Toulouse hay viñas, se elabora vino y en cada rincón de la ciudad la cultura vinícola se bebe y se disfruta con pasión. Y porque, por su cercanía a la frontera con España, es la ciudad perfecta para descubrir en un par de días 2023 es el momento de adentrarse en la historia del vino de la capital de Occitania, y esto es lo que no puedes perderte.
1. Domaine de Candie, un viñedo en la ciudad
¿Sabías que Toulouse es la única gran ciudad de Francia que cultiva sus propias viñas desde 1976? Domaine de Candie es, por ende, el único domaine situado en el corazón de una ciudad. Una gran propiedad agrícola que cuenta con un castillo medieval declarado monumento nacional en 2001, un viñedo orgánico de 26 hectáreas, una huerta y una bodega que sigue activa. Allí se lleva a cabo la vinificación, la crianza y el embotellado de sus vinos ecológicos, elaborados con sauvignon, merlot y négrette, y que salen al mercado con I.G.P. Pays du Comté Tolosan. Mientras se preparan para la apertura de su primer restaurante, este año veremos un pequeño aperitivo que hará las delicias de locales y visitantes: una guinguette al estilo tolosano.
2. Au Père Louis, la fachada más pintoresca
Sus bancos de terciopelo, su mostrador de madera, todas las botellas y petacas de la famosa bebida "LeCinchona" que llenan el local son ya una institución en la ciudad. La fachada más pintoresca de Toulouse es la de su bar de vinos más icónico. Inaugurado en 1889, Au Père Louis reabrió sus puertas en octubre de 2022 y es un imprescindible en nuestra ruta enoturística por la ciudad. Hay que hacerse fuerte en una de sus mesas y pedir Le Quinquina du Père Louis, un vino ambarino de aperitivo basado en la quinina, que se ha convertido en una de las especialidades de la Ciudad Rosa.
3. N5 Wine Bar, el mejor bar de vinos del mundo
Nombrado “mejor bar de vinos del mundo” por la revista especializada The World of the Fine Wine durante tres años consecutivos, N5 Wine Bar es el destino ineludible de todo winelover. Con una carta de vinos internacionales que cuenta con más de 20.000 botellas y 4.000 referencias, acompañada por raciones y tapas elaboradas con el mejor producto local y preparadas al momento, esta vinoteca con sótano clandestino ofrece los maridajes más sorprendentes de la ciudad.
4. El Mercado de Víctor Hugo
Es el mercado más prestigioso de Toulouse y, también, uno de los más famosos de Francia. Con más de 80 puestos, la plaza es una suerte de museo de productos frescos y locales. Carnes, pescados, quesos, encurtidos, panes, dulces y, por supuesto, vinos. Se puede picar algo rápido en los barriles o subir al primer piso, donde los restaurantes basan sus cartas en la materia prima del mercado.
5. Monsieur Georges, la terraza perfecta
Esta espectacular terraza al aire libre se encuentra en una las plazas más animadas de Toulouse, la Place Saint-Georges, y es el lugar ideal para tomar un vino en cualquier momento del día, alargar el aperitivo o comer con amigos. Y es que no es solo una terraza bonita. Monsieur Georges cuenta con cinco espacios repartidos en varias plantas.
6. Vinos y quesos en Les Petits Crus
Aunque la oferta gastronómica de Toulouse es amplia, algo que no se puede dejar de hacer si visitamos la ciudad es disfrutar de una buena tabla de quesos junto a una degustación de vinos regionales. Un buen lugar donde hacerlo es Les Petits Crus, cuya propuesta gira en torno a cinco temáticas para adictos al queso y al vino: les passionnels, les fusionnels, les voluptueux, les capricieux, les chouchous y les volcaniques. Cinco enfoques y tres tipos de tablas para disfrutar de una forma divertida de dos de los productos estrellas de Francia en su versión más comprometida: sólo quesos de leche cruda y vinos orgánicos. Una oda a las raíces.
7. Frontón, la cuna de la négrette
A pocos kilómetros de Toulouse, entre los ríos Tarn y Garona, se encuentra Frontón, el hogar de la cepa local, la négrette. Aunque se presume que esta uva tinta fue traída desde Chipre por los Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén, lo que sí se sabe con certeza es que Frontón cuenta con el 96% de las superficies plantadas con esta uva en todo el país y que desde 1975 cuenta con la garantía de una Apelación de Origen Protegida.
Merece la pena dedicar un día a visitar este paraíso para los amantes del vino, donde además de recorrer los viñedos y degustar las referencias de la zona, se puede entrar en el Museo del Vino, comprar a los productores locales y visitar el castillo de Capdeville, donde cada mes se llevan a cabo interesantes exposiciones.