Una de las ventajas que tiene un aficionado al vino, informado, es que cuando llega a un restaurante, una tienda especializada o un lineal, suele empezar buscando vinos ricos en zonas menos conocidas, dejando a un lado los riojas y riberas, y pasando, si busca tintos, de la tempranillo, la variedad de uva más cultivada de España.

Nada que objetar a los maravillosos vinos que se hacen en Rioja y Ribera de Duero; y menos a la variedad reconocida internacionalmente y que abre las puertas de la necesaria exportación de nuestros vinos; pero los hay muy buenos en muchas partes de España, generalmente más baratos, y una gran parte del público no los conoce y no se atreve a pedirlos o comprarlos.

Hoy vamos a descubrir unos vinos excelentes, de precio excelente, que proceden de una zona muy poco conocida, la denominación de origen protegida Ribera del Júcar; y elaborados con una variedad, esta sí más conocida, que es la 'bobal'.

Se trata de bodegas Illana, ubicada en el pueblo de Pozoamargo, en la provincia de Cuenca, una localidad, por cierto, de una larga tradición vitivinícola, y con varias bodegas allí asentadas. Muy cerca pasa el Júcar, que viene de los Montes Universales y desemboca en la turística Cullera, en Valencia.

La variedad 'bobal' es la segunda en tintas después de la tempranillo, aunque están a mucha distancia. Autóctona, es la mayoritaria en las denominaciones de origen Utiel-Requena y Manchuela; y muy extendida en Ribera de Júcar. Luego está esparcida por medio país que la suelen utilizar de acompañamiento de otras variedades más protagonistas.

El interior de la bodega.

Illana es una bodega familiar con cuatro generaciones de elaboradores a sus espaldas, y dirigida en la actualidad por Javier Prosper. Miembro, claro, de la familia, es un hombre joven, con muchas ideas, al frente de un equipo también joven, donde destaca el enólogo Alberto Calleja.

Se basan en una finca llamada Aldea Buenavista constituida como tal desde 1626. Tiene 400 hectáreas, de las cuales 100 están dedicados a viñedo y 300 a otros cultivos. Y aunque son cuatro generaciones produciendo uva, fue en el 2003 cuando se construyó la moderna y bien dotada bodega para comercializar sus propios vinos.

Prosper está orgulloso de que todo su viñedo esté certificado como ecológico; y la bodega tiene todo un listado de diplomas de sostenibilidad. También decidió diferenciar su producción en dos partes distintas: una, que representan la línea tradicional donde intervienen las elaboraciones con tempranillo y otras variedades foráneas, cabernet, merlot, syrah; y otra línea digamos más de alta gama, que han bautizado como “bobalistas” y que utilizan esa uva de forma monovarietal para hacer cuatro vinos especiales, un blanco, un rosado y dos tintos, uno joven y otro con crianza.

Los Bobalistas de Bodegas Illana

Los tres primeros jóvenes del 2023 salen al mercado con el mismo precio: 19´75 euros. Buscar la mayor expresión a esta variedad y diferenciarla, es el objetivo. Los llaman vinos de aldea, no en balde se crían junto a una del siglo XVII.

Empecemos por el blanco. Esto es lo que se llama en el argot enológico un “blanc de noirs”. Un vino blanco elaborado con uvas tintas. Es sencillo, como toda la materia colorante está en la piel, nada más vendimiar se quitan los hollejos de las uvas y se fermenta como un blanco. Se elaboran algunos muy razonables en la zona de Requena, y este no le va a la zaga. Los Bobalistas 2023 presenta una nariz intensa y potente, dominada por los tonos florales y cítricos que ya te hacen adivinar que en boca tendrá buena acidez, es decir frescura. El vino, además es carnoso y equilibrado.

Blanc de noirs.

A continuación, Los Bobalistas Rosé 2023. Tiene carácter. Rosado pálido con una nariz donde destacan los recuerdos de pétalos de rosa y sobre todo de fresillas y moras rojas. En boca tiene potencia y estructura; y mantiene la frescura que debe caracterizar a un buen rosado.

Los Bobalistas Rosé 2023.

Ahora llegan los tintos. El primero es el Los Bobalistas Clásico 2022. Es muy expresivo y directo en nariz, muy frutal, sobre todo de frutas rojas; la boca es muy curiosa porque es muy goloso, casi dulzón, pero con fuerza, frescura y acidez.
Cierra Los Bobalistas Cuvée 2022. Se elabora con las viñas de “bobal” más viejas de la finca, plantadas en 1969. A este no le llaman vino de aldea, sino vino de parcela.

Los Bobalistas Cuvée 2022.

Tiene una crianza de 10 meses en barricas nuevas de roble francés. Aparece potente, glicérico, con recuerdo de guindas en aguardiente, tonos de especias y presencia de la madera de calidad donde se ha criado. En la boca tiene fuerza, es carnoso, estructurado, con el tanino muy presente. Su precio es de 27 euros.

Si alguien es aficionado a investigar, a conocer o incluso curiosear, hay muy buenas ”bobales” en algunos sitios, pero catar estas de Ribera del Júcar es como hacer un cursillo. Y muy placentero, por cierto.