La variedad de uva blanca godello está rabiosamente de moda. De los grandes restaurantes al bar más modesto te la ofrecen en cuanto pides un vino blanco. Pero está de moda ahora.

En el año 2009, cuando la poderosa bodega de Rías Baixas, Martín Códax, decidió invertir en la denominación de origen Monterrei en busca de esa variedad de uva, era sólo una presunción. El mundo es de los audaces, acertaron, y ahora cuenta con una bodega, Terras do Cigarrón, y una marca principal, Mara, que está triunfando con su godello en toda España.

La bodega Martín Códax es fundadora de la denominación de origen Rías Baixas, ya que se creó en 1985, dos años antes de que se constituyera oficialmente la D.O. en 1987. Era una cooperativa que agrupaba a cientos de pequeños viticultores del Valle del Salnés, todos ellos productores exclusivamente de la variedad albariño. Se llamaba de “Vilariño Cambados”. Luego decidieron ponerle un nombre más comercial y eligieron el de un trovador del siglo XIII, llamado Martín Códax. Años después se convirtieron en sociedad anónima, aunque siguen contando con 270 socios.

En la actualidad es uno de los gigantes en la elaboración de albariño y, probablemente, la bodega más potente de toda la denominación Rías Baixas. Su producción es de unos cinco millones de botellas y exportan a 50 países.

Quince años apostando por la godello

En 2009 decidieron ampliar sus negocios y se fijaron en la godello. Esta variedad se encuentra en muchas partes de noroeste español: en Bierzo, en la gallega Valdeorras, y, naturalmente, en Monterrei, e incluso está apareciendo en Ribeiro y Ribeira Sacra, todas en Ourense. Los de Martín Códax se centraron en Monterrei y, aliándose con la antigua cooperativa, fundaron Terras do Cigarrón, donde disponen de 32 hectáreas propiedad de los socios y 83 propias. Arrancaron con una capacidad para elaborar unas 200.000 botellas al año y ahora la han ampliado a un millón.

Mara Martín es su marca principal y la más reconocida.  Ahora está la añada 2023. Es un godello joven, fresco, floral, rico, con aromas de manzana verde y una boca sabrosa, con una acidez equilibrada. Su P.V.P. es de 9,95 euros.

Subiendo un poco el listón, está Mara Moura. Este es un godello con crianza sobre lías. Y el apellido Moura, es un tema simpático, una leyenda que los viticultores de Monterrei en general y los de Terras do Cigarrón en particular, comentan con gusto.

Dice la leyenda que en el interior de Galicia existían las “mouras”, seres mitológicos femeninos que viven en ríos, fuentes, castros, ruinas de castillos… En Monterrei vivía una moura que habitaba en un río desaparecido por culpa de la sequía. Los habitantes de la zona la protegieron, la alimentaron y la cuidaron, la llamaron Mara por su carácter protector de la naturaleza; y ella, en agradecimiento, les regaló la vid y las enseñanzas para saber trabajarla. Así nació la viticultura en Monterrei.

No hay pegas con las leyendas ni con Mara Moura 2022, que es un vino que está muy bien, un godello al que se le ha añadido un 10 % de la variedad treixadura, y que presenta una nariz con tonos minerales, precisamente por la presencia de esta uva, recuerdos de brioche y de pastelería, por la acción contundente de la crianza entre lías, hierbas aromáticas. En boca es untuoso, con grasa, cuerpo y potencia. Su precio es de 15,75 euros.

Cierra el capítulo el alta gama, el O Con da Moura 2021. Procede de parcelas especiales del valle de Monterrei, sólo godello. Cada parcela se vendimia por separado y luego fermentan en madera de roble, que pueden ser tinos de 2.500 litros y barricas de 500. Posteriormente se ensamblan en depósitos donde permanecerán 8 meses con sus lías. Luego continuarán su crianza con otros 8 en botellero, antes de salir al mercado. El resultado es un vino elegante, complejo, con muchos registros, la madera aparece, pero bien integrada. En boca es rotundo, carnoso, cremoso, pero con una buena acidez que le da frescura. Su precio es de 28 euros.

Buena inversión de los de Martín Códax en Monterrei, y gracias a la “moura” que les ha enseñado a elaborar bien los godellos de la zona.