Son unos auténticos desconocidos. Cuando se habla de los vinos del sur, de Andalucía en concreto, todo el mundo sabe dónde está Jerez, Montilla-Moriles, Málaga; pero poco más. Sin embargo, existen muchas zonas vinícolas en esa tierra.

Con denominación de origen están, además de las anteriores, otras dos tradicionales, que son Sierra de Málaga y Condado de Huelva; y otras dos son relativamente de reciente creación: Lebrija, que sólo tiene, de momento, una bodega; y Granada, que esta sí es potente, constituida en 2018 y que cuenta con 22 bodegas elaboradoras.

Al margen hay más de una docena de Indicaciones geográficas Protegidas (IGP) que cubren prácticamente todas las provincias andaluzas, desde las más reconocidas por sus marcas como son los Vinos de la Tierra de Cádiz, pasando por Desierto de Almería, Sierra de las Estancias, Bailén, Córdoba, Sierra Sur de Jaén, Sierra Norte de Sevilla

La bodega Señorío de Nevada.

Hoy vamos a acercarnos a Granada, que comentan que son la D.O. con mayor insolación al año de toda España, y la más meridional y de mayor altitud de toda Europa. En 2018 juntan varias IGPs que ya existían, como Laderas del Genil, Altiplano de Sierra Nevada y Cumbres del Guadalfeo; a la que se añade una subzona muy potente, Contraviesa-La Alpujarra, algo prácticamente único porque sus viñedos están entre 1.000 a 2.000 metros de altitud.

Puedes tener la mayor insolación de Europa, pero con unos viñedos situados a 1.800 metros de altura, por ejemplo, las calidades de las uvas pueden ser maravillosas. El ejemplo gráfico que todo el mundo entiende es el de esquiar en la estación de Sierra Nevada, y a pleno sol.

Una de las bodegas más reconocidas, sino la que más, de toda la D. O. Vinos de Granada, precisamente no está tan alta, sólo a 750 metros de altura, forma parte de lo que se conoce como Laderas del Genil, en el pueblo de Villamena y se llama Señorío de Nevada.

Una gozada. La funda en 1996 Pepe Arco, un granadino que ha hecho buenos negocios con la hostelería en Canarias. Compra, entonces, cuatro hectáreas de olivares, que decide trasformar en viñedo, implantando variedades foráneas, como la cabernet sauvignon, merlot, syrah, petit verdot que compagina con las nacionales tempranillo y garnacha; y en blancos, la viognier, a la que más tarde se uniría la local granadina de vigiriega.

En 2004 Arco se trae un joven enólogo y acierta de pleno. Se trata de Chema Concustell, jienense, que estudió química analítica para dedicarse al olivo; pero le atrajo más el vino, y se fue a Madrid a hacer el master de viticultura y enología. A su vuelta empieza en Señorío de Nevada y le salen tan bien los vinos que enseguida se convierte en un enólogo de referencia en Andalucía.

En el 2006 se vende la propiedad a un grupo de empresarios granadinos, que reafirman a Concustell, amplían a 15 las hectáreas de viñedo y se lanzan al enoturismo construyendo un espléndido hotel de lujo, con un buen restaurante dentro para maridar con sus vinos. Desde las habitaciones están las vistas impresionantes de los viñedos con la Sierra Nevada al fondo.

Chema Concustell con sus Señorío de Nevada, busca el equilibrio entre el grado que pueden alcanzar sus vinos, sobre unos 15 - lo que por cierto se da en muchas otras partes de España y del mundo - con una buena acidez y frescura para que no te produzca ninguna sensación alcohólica, sino fresca. En cuanto a la crianza en barrica, lo justo, buscando la fruta y jugando con los tiempos de embotellado.

Elaboran tres tintos que son Señorío de Nevada Oro, otro Plata y un tercero Bronce. Los tres tienen 11 meses de barrica; pero señorío de Nevada Oro es del 2018, procede de viñedos más seleccionados y pasa más años reposando en botellero antes de salir al mercado.

Los otros dos son de 2020. Los tres son un “coupage” o mezcla de cabernet, syrah, merlot; y en el Oro, que es el de mayor nivel, en nariz aparece muy maduro, con la fruta casi compotada, salen tonos balsámicos de regaliz y recuerdos de cacao; en boca es muy concentrado, potente, con una gran estructura tánica, pero madura, casi diríamos dulce. Un vino muy serio. Su precio es de 18´50 euros.

Oro de Señorío de Nevada.

Igualmente elaboran un blanco y rosado. Este último a base de la variedad garnacha, muy agradable. El blanco es curiosísimo. Lo hace Concustell utilizando un 60% de la variedad local vigiriego y un 40 % de la francesa viognier. La primera la descubrió ayudando a un colega enólogo a elaborarla. “La idea que tenía es que no valía gran cosa, pero estaba equivocado. Me sorprendió su mineralidad. El caso es que me traje cepas de vigiriego que injerté en nuestra finca, y el resultado me está gustando mucho” explica el enólogo.

Y tiene razón, el Señorío de Nevada Blanco 2023 es un vino cargado de originalidad, muy intenso en nariz, muy mineral, mucha fruta de hueso; en la boca aparece potente y sabroso, muy fresco, llena muy bien la boca, largo y persistente. Su precio está en sólo 7´10 euros.

Señorío de Nevada Blanco 2023.

Investigar, probar, buscar vinos distintos, es una inteligente aventura que les recomiendo. Se aprende mucho y se disfruta más. Estos vinos son un ejemplo, pero Granada en particular y Andalucía en general les deparará, muchas y muy agradables sorpresas.