Amada por su expresividad y frescura, la garnacha o grenache en francés es la joya del Roussillon y del Ródano. Sin embargo, en su partida de nacimiento pone que es aragonesa. La uva española conocida como “madre de todas las variedades” tiene una capacidad de adaptación al terruño fuera de lo común y una versatilidad especialmente valorada por chefs y sumilleres de todo el mundo.
El tercer viernes de septiembre (es decir, hoy) se celebra el Día Internacional de la Garnacha, el Grenache Day, y queremos celebrarlo, como no podía ser de otra manera, alzando una copa de garnacha. O mejor siete.
La Garnatxa Fosca del Priorat
La Fosca del Priorat es uno de los vinos que forman parte del Proyecto Garnachas de Vintae. Elaborado a partir de viñedos de más de 60 años, cultivados en laderas y terrazas pizarrosas en las montañas del Molar, en Tarragona, su nombre (fosco significa oscuro en catalán) adelanta el carácter austero pero sabroso de este vino. Una garnacha mineral, compleja y muy elegante, envejecida durante 10 meses en barricas de roble francés. Precio: 14,75 euros
Península Cadalso
En el pueblo madrileño de Cadalso de los Vidrios, en plena Sierra de Gredos, existen aún viejas parcelas de garnacha plantadas en vaso sobre suelos pobres de granito. Allí es donde nace este tinto, que forma parte de la gama de Vinos de Montaña de Península Vinicultores. Un vino de pueblo, joven y fresco, sin crianza en madera, fácil de beber y de armonizar con todo tipo de comida. Una garnacha muy aromática, fresca y viva, con un toque mineral absolutamente adictivo. Precio: 9,95 euros
Izadi Larrosa Blanca
No todas las garnachas son tintas. Y este Larrosa de Izadi es una buena muestra de lo que la garnacha blanca es capaz de ofrecer cuando se le da el valor que merece. Heredero del saber hacer de su hermano rosado, este blanco se elabora con uvas procedentes de una pequeña selección de viñedos viejos situados a casi 800 metros sobre el nivel del mar en la Rioja Alavesa. Un monovarietal de marcado perfil floral, con mucha fruta y gran frescura, poco habitual en Rioja debido al minoritario empleo de la garnacha blanca. Precio: 8,60 euros
Amaren 60 Garnacha
La finca Vallondo da fe del auge que tuvo la garnacha en Rioja Alavesa hasta hace medio siglo. Hubo un tiempo en que esta variedad fue la más plantada en la denominación, aunque poco a poco se fue sustituyendo por la tempranillo. Situada en uno de los puntos más al norte de la Península Ibérica, la situación geográfica de esta viña aporta matices singulares a la uva. Desde Bodegas Amaren, Jon Cañas habla de una “garnacha de tendencia Atlántica”, la vertiente más fresca y silvestre de la variedad, y este inusual vino lo demuestra. Precio: 38,50 euros
Atalaque Garnacha del Horcajo
Procedente de viñas de más de 100 años que sobrevivieron a la filoxera, esta garnacha nacida en la finca toledana que le da nombre representa el empeño del elaborador Pepe Rodríguez de Vera por rescatar viñedos singulares y elaborar vinos únicos. Se trata de un homenaje a Méntrida. Un vino de parcela elaborado a partir de cepas centenarias salvadas del arranque, seleccionando los mejores racimos en el campo, que envejece durante 12 meses en roble francés para adquirir el equilibrio, delicadeza y recorrido que le caracteriza. 26,50 euros
Lar de Maía Garnacha
En el interior de esta preciosa botella hay una garnacha natural y sin aditivos, procedente de viñedos centenarios y criada durante algo más de un año en barrica francesa. Elaborada de manera artesanal, este tinto elegante e intenso, con cuerpo, persistencia y un fondo mineral, es la expresión más pura del terroir que rodea el municipio vallisoletano de Cubillas de Santa Marta. La bodega Lar de Maía sólo elabora 700 unidades de esta joya líquida que llama la atención por su belleza, pero enamora sin remedio por su interior. Precio: 45 euros
Care Garnacha Blanca Nativa
Esta garnacha blanca criada durante dos meses en barrica, nos invita a disfrutar de su amplio abanico de aromas florales, cítricos y de frutas maduras y exóticas. Se trata de un vino blanco equilibrado y complejo, elegante y vivo en boca, con la estructura perfecta para convertirse en el rey de la mesa. Desde la Denominación de Origen Cariñena, en las faltas de la Sierra de Algairén, Bodegas Care da protagonismo al frescor y la naturalidad de esta variante de la garnacha tinta en su Aragón natal, apoyándose en la tradición pero pensando en un nuevo consumidor. Todo un acierto. Precio: 9,5 euros