En el corazón del Priorat, región vitivinícola situada en Tarragona, se erige Scala Dei, una bodega cuya historia está intrínsecamente ligada a los inicios del vino en esta región. Fundada en 1974, pero con raíces que se remontan a 1263, Scala Dei ha sido un pilar fundamental en el renacimiento del Priorat y en la preservación de sus tradiciones vitivinícolas.
Orígenes monásticos y legado histórico
Los orígenes de la bodega Scala Dei están estrechamente relacionados con el monasterio de Escaladei, donde los monjes cartujos comenzaron a cultivar viñedos hace más de 800 años. Estos pioneros del vino en la región establecieron una tradición que, a pesar de haber enfrentado adversidades como la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX y la filoxera, logró perdurar gracias a la perseverancia de las familias viticultoras locales.
A lo largo de los siglos, los métodos de cultivo y vinificación se mantuvieron fieles a los orígenes, adaptándose a los cambios, pero conservando el espíritu artesanal y sostenible. Hoy, Scala Dei sigue cultivando viñas en las mismas tierras que pertenecieron a los monjes, produciendo vinos de altísima calidad en suelos de pizarra bajo un clima mediterráneo extremo.
Scala Dei: innovación y tradición
En 1974, Scala Dei se convirtió en la primera bodega en embotellar y etiquetar vinos en origen en el Priorat, marcando el inicio de la modernización de la comarca. Este hito fue fundamental para el desarrollo de la denominación de origen Calificada (D. O.Q.) Priorat, que ha alcanzado reconocimiento internacional gracias a la combinación de su tradición ancestral y la implementación de nuevas técnicas de vinificación.
Hoy en día, la bodega continúa esa evolución, apostando por prácticas ecológicas y sostenibles, a la vez que preserva los métodos tradicionales. En sus 70 hectáreas de viñedo, cultivadas principalmente con garnacha, se producen pequeñas cantidades de vino que capturan la esencia del terroir del Priorat: sus pronunciadas pendientes, el suelo pedregoso de licorella y el intenso clima de la región.
Dos vinos para descubrir Scala Dei
Scala Dei Sant Antoni es una representación del máximo potencial de la garnacha del Priorat. El Sant Antoni 2019 ha sido galardonado como el mejor vino tinto en el "Catalunya Report" de Tim Atkin, destacando por su profundidad, elegancia y capacidad de envejecimiento. Sus notas de frutos rojos maduros, especias y un sutil toque mineral lo convierten en una experiencia sensorial que refleja el carácter del suelo pizarroso y el esfuerzo en la viticultura ‘heroica’ de la región.
Scala Dei Cartoixa es un clásico que simboliza la continuidad y la evolución de la bodega. Cartoixa es un vino emblemático que combina garnacha y cariñena, las variedades más tradicionales de la zona. La añada de 2020 fue premiada en el International Wine Challenge como el mejor Priorat, y cada botella de Cartoixa es un testimonio del respeto por el legado de los monjes cartujos, así como de la modernización que ha experimentado la región.
Desafíos futuros y el cambio climático
A pesar del éxito y reconocimiento mundial, el Priorat enfrenta un reto crucial: adaptarse al cambio climático. Como advirtió Sergio Fuster, CEO de Raventós Codorníu, grupo que copropietario de Scala Dei, la región necesita prepararse para hacer frente a episodios de sequía que podrían comprometer la producción y calidad de los vinos. Este desafío no solo afecta a Scala Dei, sino a toda la D. O.Q. Priorat, cuya supervivencia depende de la capacidad de adaptación de sus viticultores.
Scala Dei: un pilar del renacimiento del Priorat
La celebración de los 50 años de la refundación de Scala Dei no solo marca un hito para la bodega, sino para todo el Priorat. Este medio siglo ha sido testigo de la transformación de la región, de un territorio casi olvidado por la emigración y la filoxera, a una de las regiones vinícolas más reconocidas del mundo. Scala Dei ha estado en el centro de este renacimiento, manteniendo vivo el legado de los monjes cartujos y liderando la modernización del vino en el Priorat.