Esta es la historia de una alianza entre dos tipos brillantes: empresario combativo el uno, enólogo de casta, el otro, para hacer vinos de calidad en Toledo. Batalla difícil si no eres en este país Rioja, Ribera o blanco de moda. Pero lo primero para competir es hacer vinos ricos y que llamen la atención. Juan Manuel de la Mata y Alberto Calleja son el tándem que consiguen ese objetivo, de momento con tres marcas en el mercado: Chacón, Montehigueras y Airén sobre lías finas. Y esto, va a más.

Juanma de la Mata, es un hombre del mundo del vino de toda la vida. Ha trabajado y trabaja como impulsor de muchas firmas, con éxito; pero a la hora de hacer sus primeros vinos propios, estuvo un buen rato dudando que nombre ponerle a la empresa que iban a constituir.

De la Mata es un gran aficionado a los llamados “árboles monumentales”, aquellos enormes, gigantescos, muy viejos, que están reconocidos y catalogados por toda España. Así que cuando se hicieron con esos viñedos viejos en Corral de Almaguer (Toledo), de gruesos troncos y aspecto imponente, decidieron llamar a su firma Viñedos Monumentales.

Alberto Calleja lleva la enología en la sangre, no en balde, su padre y sus tíos son todos enólogos; así que, oía en su casa hablar más de como hacer vino que de otra cosa. Ingeniero agrónomo, máster en enología, que tras pasar una larga temporada formándose en Italia, volvió a sus tierras toledanas y se puso a trabajar con los viñedos de la zona. En 2020 comenzó a hacer vinos propios, con la firma Alberto Calleja Viticultor, sobre todo el llamado Chacón; y en 2023 De la Mata le propuso asociarse y fundar Viñedos Monumentales.

Chacón 2021, está elaborado con tempranillo de viñas en “pie franco”, es decir, prefiloxéricas, de unos 70 años; y con una crianza de 12 meses en barricas de 500 litros, casi el doble que las normales. Es un vino fino y elegante con mucha fruta negra, como ciruela, un punto especiado y tonos café y cacao, que proceden de la crianza. En boca es potente, aunque tiene el tanino bastante domado, casi dulce, y se nota discretamente la presencia de la madera. Un vino envolvente, amplio. Su precio es de 26´85 euros.

El segundo es Montehigueras 2022. También de tempranillo de viñedos más jóvenes que el anterior, pero rondando los 30 años, que ya es. Tiene una maceración en tinajas de barro y paso por barrica de 500 litros. Su característica fundamental es la frescura. Una nariz directa, franca, de fruta fresca, tonos florales de violeta, un punto mineral. En la boca una acidez equilibrada lo hace fresco, casi de trago largo. Muy rico. Su P. V. P. es de 13´50 euros

El tercero en el mercado es el “airén”, Se etiqueta como De la Mata y Calleja, y es el Airén sobre lías finas 2023. Aquí hay que ir por partes. La airén, es una variedad blanca, que, hasta hace muy pocos años, en que fue sustituida por la tempranillo, era la uva más cultivada de España.

Eso es, fundamentalmente, porque se extiende por las tierras manchegas, el viñedo más grande del mundo, con medio millón de hectáreas en producción. Una parte importante del vino procedente de estas uvas se dedica a la destilación, y han sido históricamente la base de los brandis de Jerez y de La Mancha, donde, por cierto, los hay muy buenos.

De alguna manera se consideraba a la airén como una variedad menor, hasta que una serie de elaboradores locales trabajando con viñedos muy viejos, están sacando unos vinos blancos de airén extraordinariamente buenos y marcando el camino a otros bodegueros.

Este es el caso de Airén sobre lías finas 2023. Terminada la fermentación, el vino ha permanecido con sus lías seis meses. Tiene una nariz estupenda donde aparecen la fruta blanca como la manzana, tonos florales y un punto cítrico. En boca está aún mejor. Tiene volumen, grasa, es salino, fresco, está muy bien. Su P.V.P. es de 10 euros.

También, la pareja de emprendedores tiene otro vino a punto de salir al mercado, a base de garnacha tintorera, tempranillo y syrah que se presentará como vino de la recientemente creada denominación de origen, Campo de Calatrava. Los otros tres aparecen como denominación geográfica protegida Vinos de la Tierra de Castilla.

Hace ya mucho tiempo que por toda España se hacen vinos de extraordinaria calidad y aunque hay consumidores que sólo se fijan en las zonas más famosas, los hay más avispados que buscan y encuentran vinos estupendos como estos, y a precios mucho más sensatos.

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