El guiño al “otro Jerez” que define la filosofía de Tiempos Líquidos, el templo del vino de los mejores sumilleres del año

Diego González está en racha. El Mejor Sumiller de España 2019 ha sido nombrado este año Nº 2 del Top 100 Sommeliers España y acaba de alcanzar el nivel Advanced Sommelier de la Court of Master Sommeliers (CMS), la antesala al título de sumillería más prestigioso a nivel mundial y también el más difícil de obtener, el Sommelier Diploma, que desde que fue creado en el 1977 tan solo 249 personas lo han logrado.

Este vino tinto español es uno de los mejores del mundo, según un importante concurso internacional: menos de 20€

Pero como él mismo destaca, no todo su éxito es en solitario. González regenta, junto a la también sumiller Laura Rodríguez, Tiempos Líquidos, el “wine room” burgalés que en apenas un año se ha convertido en lugar de peregrinación para los amantes del buen vino y que, por supuesto, también está de enhorabuena tras haber sido reconocido en 2024 con un Solete Guía Repsol. Y para cerrar un año de gracia, ambos acaban de ser nombrados Mejor Sumiller en la novena edición de los International Wine Challenge Industry Awards. Un merecido premio ex aequo por la labor conjunta que esta pareja de sumilleres realiza en la capital castellano leonesa.

“Nos resulta un poco complejo elegir un único vino, porque hay infinidad de vinos que nos encanta abrir y servir para que puedan ser disfrutados”, explica Diego González. “Pero si tenemos que quedarnos con uno, el que mejor representa la filosofía de Tiempos Líquidos y, sobre todo, con el que nos sentimos especialmente cómodos, es El Corregidor de Willy Pérez, ya que aúna la pasión y el profundo conocimiento que tiene Laura sobre el mundo de Jerez, y el estilo de vinos que más nos gusta a nosotros beber en nuestros días de descanso, que son los espumosos”.

El Corregidor

Viña El Corregidor de Carrascal es un Brut Nature elaborado con palomino fino mediante el método tradicional o champanoise. Criado un año en bota con velo de flor antes de realizar la segunda fermentación en botella, y envejecido después durante 36 meses. Un espumoso con aire del sur, recuerdos de frutos secos y toques salinos frescos que aportan gran equilibrio en boca, realmente original.

Toda una rareza en el Marco de Jerez que, tal y como destaca el sumiller, “está realmente bueno y cierra un poco el círculo de lo que es Tiempos Líquidos, ya que intentamos ofrecer vinos de cualquier lugar del mundo, empezando por lo que tenemos más cerca, en este caso la influencia jerezana que, aunque nos pille un poco lejos, creemos que es muy afín a nosotros y resume muy bien lo que hacemos”.

Laura Rodríguez

Revolución burgalesa

El día 6 de diciembre Tiempos Líquidos celebraba su primer aniversario. “Un año intenso que ha merecido la pena porque en general la respuesta del cliente ha sido muy buena”, destaca González. “Es un local donde casi en exclusiva vendemos vino, lo cual es un poco diferente quizás a otros conceptos. Apenas nos acompaña un poco cerveza, vermú y mosto. Y ofrecemos agua de kilómetro cero, para también favorecer que el disfrute del vino sea lo más idóneo posible”.

La idea de este wine bar, o wine room como a Diego y Laura les gusta decir, es democratizar el mundo del vino desde un prisma más cercano. La carta de vinos está en torno a las 600 referencias y siempre hay una rotación de vinos por copas. “Vinos de Arlanza, de Ribera del Duero, de Castilla y León, por supuesto españoles. Pero también puntos de vista de Australia, Nueva Zelanda, California o Sudáfrica. Queremos que el cliente pueda ir descubriendo su propio gusto, y para ello seleccionamos vinos por copas o abrimos botellas, y hacemos una cosa que se llama ‘viaje líquido’ y que es una especie de menú a través de 4, 5 o 6 vinos donde, en función del gusto del cliente, vamos ofreciendo unas cosas u otras”.

Diego González

Pero, aunque el foco sea el vino, la comida también es importante. “Tenemos pequeños bocados de producto de cercanía, una carne de wagyu de Finca Santa Rosalía espectacular en forma de carpaccio o steak tartar, y platos calientes asesorados por el chef Alberto Molinero, del estrella Michelin Erre de Roca, y también una selección de quesos importante que vamos rotando habitualmente.

Por si fuera poco, Tiempos Líquidos también funciona como vinoteca: el cliente tiene la posibilidad de comprar vino para llevarse a casa, siempre cosas diferentes a las que encontraría en una tienda de vino tradicional. Catas, formación, presentaciones de bodegas... Este local no para de promover la cultura del vino a todo aquel que quiera acercarse a ella sin prejuicios. 

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