Tiempos de fiestas, comidas, cenas familiares, con amigos. No está de más tener algunas referencias de vinos ricos para maridar con los diferentes platos que se nos ocurra poner, o si nos toca ir de invitados, llevar alguno para quedar estupendamente. Cocinillas ha seleccionado diez vinos para ofrecerles, desde aperitivos a postres. Unos son más caros, otros más baratos, ya que la selección se ha basado en la calidad y sobre todo en la originalidad. 

Empecemos por el aperitivo. La propuesta es arrancar con un espumoso. En esta ocasión se ha seleccionado un champagne de la zona de Reims, claro. Se trata del Philipponnat Royale Reseve Brut, distribuido en España por la bodega Arzuaga Navarro. Mucha gente tiene la costumbre de utilizar estos vinos para brindar, después de comer, como postre.

Algunas veces sienta mal, un vino blanco frío, cargado de burbujas, después de haber tomado antes otros durante la comida. Lo suyo es al principio, de aperitivo, para abrir boca y recibir a los invitados, que pega bien con chacinas, un buen jamón. Este que les proponemos es perfecto para ello. Aparece con una nariz muy fina, donde se aprecian recuerdos de panadería, manzana asada, cítricos, miel; y en boca es concentrado, potente, con mucho cuerpo y muy largo. P.V.P. 60 euros.

Ahora vamos a los mariscos con los que se suele empezar este tipo de comidas. Elegiremos un blanco gallego, fresco y fragante. Son muy famosas las variedades albariño y godello; pero la “treixadura”, que es la variedad dominante en este vino, es una joya, y a mi es la que más me suele gustar, sobre todo si es, como en este caso, procedente del valle del Avia, en la D.O. Ribeiro.

Se trata de Coto de Gomariz 2023, una propiedad y unos viñedos preciosos donde sale un vino cargado de frescura, con una nariz limpia, directa de recuerdos cítricos, florales, especias; y una boca sedosa, seca, muy equilibrada y gustosa. P.V.P. 15 euros.

Seguimos con pescados blancos a la plancha, hervidos o al vapor. También un vino blanco y del que deben tomar nota si veranean por Cantabria, porque es el Casona Micaela 2023 y que pertenece a la recién creada Indicación Geográfica Protegida Costa de Cantabria.

La influencia del cambio climático. La bodega está ubicada en el valle de Villaverde y el vino se hace con una mezcla de las variedades riesling y albariño, con lo que Ana Martín, la enóloga que lo elabora, consigue un vino cargado de fruta fresca en nariz, flores blancas, muy expresivo con toques yodados de fondo, y una boca muy placentera, con una acidez muy equilibrada que lo hace muy fresco. P.V.P. 12 euros.

Si lo que comemos ahora es un rodaballo, pescado azul, guiso potente de pescado como una caldereta o un “suquet”, se necesitará un blanco con más cuerpo y estructura. En esta ocasión hemos seleccionado Ossian 2022. Aunque está elaborado cien por cien con verdejo y ubicado en la provincia de Segovia, dentro de la D.O. Rueda, no pertenece a esa denominación.

Es uno de los grandes vinos blancos del grupo Alma Carraovejas. Con 10 meses de crianza en barricas es elegante, complejo, con aromas de melocotón y paraguaya maduros, aparece ligeramente la madera de la crianza. En boca es poderoso, sabroso, muy largo. P.V.P. 36 euros.

Nos adentramos ya en el capítulo de carnes, empezando por la más suavecita, aves asadas, tipo pularda o capón. Aquí buscamos un tinto que reúna elegancia y consistencia. Se ha seleccionado una garnacha de Gredos. Viñedos en altura muy viejos, de pequeñas parcelas, prácticamente de agricultura heroica.

La Cendra 2022 es la marca, y pertenece a la bodega Alto Buen Grado, de la familia Bellido, que a la vez son los propietarios de la poderosa firma Vinícola de Castilla, con sede en Manzanares. Tiene una estupenda y expresiva nariz de frutillas rojas silvestres como fresas o frambuesas, pero arropado por tonos balsámicos y especiados. La boca larga, fresca, de muy buen paso. P.V.P. 25 euros.

Si lo que ponemos es carne a la plancha o en barbacoa, el vino propuesto será el THM Crianza 2021 de bodegas Tihom. El propietario es Jorge Muga, de la saga de los Muga del Barrio de la Estación de Haro; donde por cierto también está instalada la nueva bodega.

Una firma prometedora, porque es muy nueva, dentro de la D.O.Ca. Rioja. Con 12 meses de crianza en barrica el vino es elegante, fresco, de gran finura. Muy frutal, con recuerdos balsámicos; y una boca aterciopelada, con buen acidez y equilibrio. Su P.V.P. 16 euros.

Toca ahora un buen guiso de carne con sus zanahorias, especias y su laurel. Para ello se ha seleccionado el Can Blau 2021. Pertenece a la tarraconense D.O. Montsant; y es uno de los vinos icónicos del grupo Viñas Familia Gil, una de las firmas más competitivas del país con presencia en 11 denominaciones de origen españolas, y con sede central en Jumilla.

Tiene 12 meses de barrica y presenta una nariz cargada de fruta negra madura, expresivo, con recuerdos de monte bajo, jara y minerales. En boca es carnoso, con potencia y con un tanino muy domado. P.V.P. 14 euros.

Vamos subiendo la potencia, y si hemos decidido sacar carnes rojas potentes, le toca el turno a un Ribera del Duero que une la estructura y la casta, con la elegancia y la sutileza. Se trata de Doble M By José Manuel Pérez Ovejas 2020 de la bodega Dominio de Calogía.

Pérez Ovejas es el genial enólogo que levantó e hizo grande la bodega familiar Hermanos Pérez Pascuas – Viña Pedrosa. Instalado por su cuenta, elabora varios vinos, entre ellos este que tiene de todo, aromas frutales, florales, balsámicos, minerales. No hay un palo que no toque en nariz. En boca es elegante, contundente, pero a la vez fresco y de un gran paso. P.V.P. 40 euros.

Cerraremos el capítulo de carnes, con la de caza, ahora en plena temporada. El vino es el Quincha Corral 2019. Pertenece a Bodegas Mustiguillo, ubicada en Utiel, Valencia, y es bajo el nombre de El Terrerazo, la primera Denominación de Origen de Pago de esa comunidad.

Su enólogo y propietario, Toni Sarrión, elabora este vino solamente en las mejores añadas. Totalmente de la variedad bobal y con 20 meses de crianza en barrica, en nariz presenta mucha profundidad y complejidad, hay que dejarle abrirse un buen rato para describir unos intensos tonos de fruta madura, balsámicos, minerales, tinta china; y una boca con un tanino muy maduro que casi parece dulce, mediterráneo, pero a la vez fresco, sedoso, con una equilibrada acidez. P.V.P. 82 euros.

Por fin la comida o cena va llegando a su fin. Ahora toca el capítulo de los postres, generalmente dulces, y si son en esta época, lo habitual son los turrones, mazapanes y demás. Para el postre hemos seleccionado un vino muy especial y diferente. Se trata de un Fondillón.

Estos son vinos añejos de la variedad monastrell, de viñedos muy viejos y de vendimia tardía para concentrar mejor los azúcares, con una crianza mínima de 10 años en toneles, muchos de ellos muy antiguos y con capacidad para 1.732 litros. Estos vinos únicos se elaboran en Alicante, desde tiempo inmemorial, y dice la leyenda que el primer vino que dio la vuelta al mundo en la expedición de Magallanes y Elcano, fue un fondillón.

Se ha seleccionado uno genial de la bodega Monóvar, apellidado “Estés donde estés”, perteneciente a MG Wines, un grupo bodeguero alicantino con intereses también en Almansa y Bullas. Este fondillón presenta una nariz muy intensa, sorprendente con tonos de café, tofe, pasas, frutos secos tostados, incluso con un punto cítrico. En boca es de una dulzura ligera, de acidez marcada, envolvente. Una joya. Se vende en dos formatos: botella de 50cl. por 58 euros, y de 75 cl. por 75 euros.

Y ahora, a elegir con que apetezca en función de los platos, y a disfrutar.