
El Master Sommelier de Países Bajos Laurent Richet
Un Madeira del siglo XIX, la península balcánica y vinos del Jura: cómo sorprender a un Master Sommelier
A pocos días de los premios Bacchus 2025, hablamos con uno de los catadores: Laurent Richet, Master Sommelier de Países Bajos, es uno de los 279 sumilleres que ostentan este prestigioso título en todo el mundo.
La titulación de Master Sommelier es la certificación más prestigiosa y difícil de obtener en el mundo del vino. Otorgada por el Court of Master Sommeliers desde 1969, requiere aprobar un examen extremadamente riguroso con una tasa de aprobación de solo el 5-10%. El examen consta de tres partes: teoría oral, cata a ciegas de 6 vinos, y servicio práctico.
Los candidatos deben demostrar un conocimiento enciclopédico sobre vinos, regiones, maridajes y servicio. La preparación puede llevar años de estudio intensivo y experiencia en la industria. Desde su creación, solo 279 personas han logrado el título de Master Sommelier en todo el mundo. Laurent Richet es uno de ellos.
Criado en el Valle del Loira, Richet estudió hostelería en Saumur, donde aprobó el examen de sumiller. Posteriormente, trabajó en varios prestigiosos establecimientos con estrellas Michelin, como La Réserve de Beaulieu en la Costa Azul, el Hotel de Paris en Mónaco, el Celtic Manor Resort en el sur de Gales, The Breakers Resort en Palm Beach (Florida), el Hotel TerraVina en New Forest (Reino Unido), o el restaurante Fitzgerald en Róterdam.

Laurent Richet MS
Durante su carrera, ha tenido la oportunidad de trabajar con personas increíblemente talentosas y conocedoras que lo motivaron e inspiraron a convertirse en lo mejor que podía ser. Su esfuerzo dio sus frutos en 2010, cuando aprobó el examen de Master Sommelier. “Prepararse para este examen requiere dedicación, muchas catas y estudio. Nunca se estudia ni se cata lo suficiente”, asegura.
Cocinillas: ¿Cuál es el vino más raro o singular que ha catado en su carrera?
Laurent Richet MS: He tenido el placer de catar muchos vinos excelentes, pero uno que me emocionó especialmente fue un vino de Madeira del siglo XIX, Barbeito Malvasia de 1882. Con una complejidad excepcional, pude retroceder en el tiempo e intentar imaginar cómo la gente de aquella época creaba una obra maestra tan maravillosa, sin poder disfrutarla como nosotros. Fue un momento único.
Cocinillas: En su opinión, ¿cuál es la región vinícola emergente más prometedora actualmente?
Laurent Richet MS: Esto a veces depende de su ubicación en el mundo y de las condiciones de su mercado local. Veo grandes cambios y evolución en los vinos de los países balcánicos, por ejemplo. La región del Jura en Francia también ha despertado un gran interés últimamente, al igual que el Valle del Loira. Observamos que el cambio climático trae consigo calor y el Muscadet por ejemplo se vuelve cada vez más interesante y un vino con más carácter que antes, aunque afortunadamente sin perder su personalidad e identidad.

Premios Bacchus
En 2012, Richet obtuvo el tercer puesto en el concurso Mejor Sumiller del Reino Unido en 2012 y, dos años más tarde, se convirtió en Sumiller de Sake Certificado en 2014. El experto se ha incorporado recientemente al equipo de De Bruijn en Wijnen, Nimega, Países Bajos, como consultor y gerente de cuentas. Trabajo que combina con sus funciones de docente y juez de The Court de Masters Sommelier Europe.
Cocinillas: ¿Cómo ve el futuro de la industria del vino frente al cambio climático y las nuevas tecnologías?
Laurent Richet MS: El futuro de la industria vitivinícola sin duda enfrenta desafíos. Estos desafíos, debido al cambio climático, obligan a los productores a replantear su enfoque y el uso de diferentes variedades, como los híbridos. Sin embargo, todo esto podría alterar algunas regiones vinícolas emblemáticas en el futuro. Los cambios siempre han ocurrido. Evolucionamos con ellos. La tecnología y la investigación son, sin duda, elementos clave para el futuro, pero también debemos escuchar a la naturaleza y evolucionar con ella.
Cuenta atrás para los Bacchus 2025
Laurent Richet participará por primera vez en los premios Bacchus 2025, que este año tendrán lugar del 31 de marzo al 3 de abril en el Palacete Duque de Pastrana, en Madrid. Lo hará acompañado de la élite mundial del sector vitivinícola. Una cita imprescindible para el sector, organizada desde 1996 por la Unión Española de Catadores, que reunirá a gigantes de la sumillería procedentes de 28 países y más de 1.500 vinos de 16 nacionalidades distintas.
Los ganadores se alzarán con las prestigiosas medallas Gran Bacchus de Oro, Bacchus de Oro y Bacchus de Plata y optarán al Premio Alimentos de España Mejores Vinos 2025 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España (MAPA). Pero, ¿cómo se desarrolla una cata de estas características.

Preparación de botellas en los Premios Bacchus 2021
“Durante el proceso de cata de los Bacchus 2025 habrá un total de 100 catadores divididos en jurados”, explican desde la organización. Se trata de una estricta cata a ciegas, por lo cual, los vinos salen enfundados en bolsas negras con un código para que no se conozcan de antemano las marcas. “La cata es individual y personal, aunque hay un presidente de mesa que hace de coordinador. Los vinos son preparados en un backstage y son servidos por sumilleres profesionales”.
Los jueces introducen sus puntuaciones a través de fichas de cata diseñadas por la Organización Internacional de la Viña y el Vino, que incluyen diferentes aspectos técnicos como fase visual, fase olfativa y fase gustativa, con una puntuación final entre 0 y 100 puntos, procesándose a través de un programa informático para que las compute y de ahí se decidan las medallas: Gran Bacchus de Oro (del 93 al 100), Bacchus de Oro (89 a 93 puntos) y Bacchus de Plata (85 a 89 puntos), en la categoría de tintos, blancos, rosados, espumosos, vinos de licor, vermuts, bebidas espirituosas y destilados de todo el mundo.