Un caleidoscopio es un tubo que cuenta con diferentes espejos inclinados en su interior y en uno de sus extremos suelen hacer dos láminas de vidrio. Entre ellas, se pueden encontrar diferentes objetos irregulares y de diferentes colores. Cuando se observa el interior del tubo desde el otro extremo, las imágenes de estos objetos quedan multiplicadas de modo simétrico, creando una visión verdaderamente sorprendente.
Los espejos suelen estar dispuestos como un prisma con forma triangular que refleja hacia el interior. Gracias a la disposición angular de los espejos, se pueden llegar a multiplicar más o menos imágenes de los objetos que hay entre las láminas de vidrio. En caso de que los espejos se ubiquen a 45º entre sí, al mirar por el extremo, se podrá ver hasta ocho imágenes que se duplican.
Dibujar la silueta del caleidoscopio
El primer paso que debemos dar para hacer un caleidoscopio es dibujar su silueta. Debemos dibujar un rectángulo de 20x10 cm sobre una carpeta de plástico transparente. Posteriormente tenemos que recortarlo con unas tijeras. Una vez hecho, hay que hacer tres líneas horizontales a lo largo del rectángulo, haciendo que se divida en tres partes de 3 cm y otra de 0,5 cm.
Es muy importante hacer que estas líneas resulten fáciles de doblar, después de medirlas y trazarlas. Posteriormente hay que marcarlas solamente con una guillotina de papel o con el borde de una regla. Hay que marcarlas, no cortarlas, recuerda.
Doblado del plástico
El siguiente paso es doblar el plástico a lo largo de las líneas que marcamos en el paso anterior y crearemos una forma triangular. La tira que mide 0,5 cm debe estar hacia el exterior, ya que solamente funcionará a modo de solapa. Cuando esté todo doblado, pegaremos la tira con una cinta adhesiva de doble cara, asegurándonos que todo esté estable y mantenga su forma.
El triángulo dentro de un rollo de cartón
Ahora hay que deslizar el triángulo dentro de un rollo de cartón que se ajuste correctamente. Se puede usar el rollo de cartón de papel de cocina, que es alargado y sirve bien si es de los que tiene cierta consistencia.
Para poder hacer la mirilla, hay que poner el tubo de pie y sobre una cartulina trazaremos la circunferencia, la recortaremos y le haremos un agujero lo más centrado posible. Después, hay que pegar esta circunferencia en el extremo del tubo de cartón.
Para que la circunferencia no quede tan justa, siempre se puede cortar un poco más grande y haremos pequeños cortes a modo de solapa para poder pegarla con comodidad en el extremo del tubo y dejarla bien asegurada. De esta forma, la mirilla quedará mucho mejor fijada. Se puede pegar con pegamento o con cinta adhesiva cubriendo toda la circunferencia del tubo y las pestañas de la mirilla.
Relleno del triángulo interior
El siguiente paso es usar un plástico, recortando un cuadrado de 10x10 cm. Colocaremos el plástico sobre el otro extremo del tubo y con los dedos lo meteremos en el triángulo de plástico para formar una bolsa pequeña.
Ahora hay que rellenar la bolsa con lentejuelas, papeles brillantes de colores, etc. Se puede usar cualquier clase de objeto que sea pequeño y brillante, aunque lo más recomendable es que sean ligeramente traslúcidos. Otra alternativa es elegir objetos de diferentes tamaños y formas, con lo que conseguir imágenes completamente diferentes.
Se debe colocar una pieza cuadrada de papel encerado, de unos 10x10 cm, sobre la bolsa que hemos creado. La colocaremos alrededor del tubo de cartón. El siguiente paso es estirar una banda de goma sobre el papel encerado y ajustarla para evitar que se escape lo que hay en el interior.
Se deben recortar las esquinas de los cuadrados. De esta forma, el caleidoscopio lucirá mucho mejor. Si no quieres que la goma quede visible, puedes sustituirla con cinta adhesiva o, para tener una mejor decoración, puedes usar Washi Tape.
Decoración de la parte exterior del caleidoscopio
Para que el tubo de cartón no quede con ese color marrón que todos conocemos, se puede decorar usando papel de regalo, pegatinas o pintarlo. Otras opciones es usar un revestimiento adhesivo de texturas naturales como madera, mármol o incluso tonos dorados o plateados. De esta forma se tendrán muchas opciones para la decoración de nuestro caleidoscopio.
Una vez esté el caleidoscopio decorado tal y como nos gusta, debemos dejar que se seque si hemos utilizado pintura. Si hemos usado pegatinas, podremos utilizarlo cuando acabemos de decorarlo.
Ahora ya solo tenemos que levantar el tubo a la altura de un ojo y orientarlo directamente hacia la luz para mirar el interior de nuestra creación. Podemos acercarlo o alejarlo hacia la luz, así como, girarlo para ver la gran calidad de imágenes caleidoscópicas que se consiguen con tan solo hacer un sencillo movimiento.
Seguro que si has seguido correctamente todos los pasos, habrás creado una obra de arte que podrás cambiar siempre que lo desees aunque pocas veces se repiten las mismas imágenes. Sabiendo cómo se fabrica, puedes cambiar los papeles de colores y lentejuelas por cualquier otra pieza translúcida o brillante para ayudarte a crear un universo de imágenes verdaderamente impresionantes.
Con este tutorial ya has aprendido como hacer un pequeño caleidoscopio. El siguiente paso puede ser hacer uno mucho más grande, con un tubo más ancho y donde quepan muchos objetos diferentes.
También puedes cambiar la tapa de plástico por una de colores o en degradado para conseguir efectos diferentes. Puedes utilizar tubos de plástico o de PVC, que son mucho más resistentes y jugar con todos los elementos que te hemos enseñado. Podrás crear un modelo completamente personalizado a tus gustos, creando algo único para ti o para regalar a quien tú quieras.