Hacerse unos piercings hace tiempo que ya ha dejado de ser algo raro. Hoy en día, muchas personas tienen uno en diferentes partes del cuerpo. Las orejas son unos de los puntos más comunes donde se suelen lucir.
Como toda perforación, al hacerla se rompe la piel por ambos lados, por lo que hay que tener un cuidado especial. Es importante hacérselo en un centro especializado y donde se usen herramientas completamente esterilizadas.
Ten en cuenta a los profesionales
Seguro que en alguna ocasión habrás escuchado algunos consejos de belleza y que alguien se hizo el piercing por sí mismo. También que con dos trozos de patata y una aguja caliente se puede hacer o cosas así. No hay que correr riesgos innecesarios, lo más aconsejable es ir a un profesional para que nos realice la perforación. Puedes acudir a un centro de tatuajes y piercings.
Hacerlo en un local que no tenga profesionales, material esterilizado o unas mínimas medidas de higiene es un riesgo. Es mejor pagar un poco más y tener la tranquilidad de que todo irá bien. A nadie le gusta tener una infección o cualquier otro problema por ahorrarse unos euros. Además de que el agujero que nos hacen sanará correctamente y los profesionales darán consejos sobre cómo cuidarlo.
La mejor manera de hacer una perforación es con una aguja específica de punta hueca. Esto es algo que normalmente no se suele hacer en un establecimiento no especializado. Una de las razones por las que son las preferidas de los profesionales es por su fácil control e higiene.
Procura evitar las pistolas perforadoras
Las pistolas perforadoras eran muy utilizadas hace varios años para hacer piercings en las orejas. Es una herramienta que lo que hace es insertar rápidamente una aguja en la piel. En muchas ocasiones, presentan problemas de higiene dado que la pistola en sí no está desinfectada. Además, suelen colocar el piercing en ángulos descentrados o extraños. Por eso, es tan recomendable que la perforación de la piel se haga de manera manual.
Consejos para curar un piercing cuanto antes
Cuando se coloca un piercing, también se coloca un pequeño palito. Hay que dejarlo hasta que sane, de lo contrario se correría el riesgo de contraer una infección. El proceso de curación de una perforación de esta clase en la oreja toma entre mes y medio y dos meses. Durante todo ese tiempo, hay que usar el arete que se ha colocado nuevo para evitar arriesgarse a una infección.
Es muy importante seguir las recomendaciones del profesional tras haber hecho la perforación. Además, hay que seguir una rutina de limpieza todos los días. De esta forma se evitarán infecciones, que pueden llegar a ser muy peligrosas.
Para llevar a cabo el cuidado de la oreja no hace falta gastar mucho en material. Se recomienda comprar hisopos de algodón (bastoncillos) y un jabón antibacteriano neutro y suave. Una taza, un poco de agua y sal marina serán los productos necesarios para poder hacer una correcta limpieza de la oreja.
Rutinas de limpieza
Hay que comenzar lavándose las manos con agua caliente y el jabón antibacteriano. Cuando las manos estén limpias y secas, humedeceremos un hisopo de algodón con agua. A continuación, frotaremos alrededor del piercing para eliminar cualquier clase de suciedad que haya. Hay que tirar el hisopo una vez que hayamos terminado.
Es recomendable añadir una considerable cantidad de jabón suave en uno o dos dedos. Suavemente lavaremos por todos los lados alrededor de la zona afectada. Hay que asegurarse de hacerlo por todos lados durante un buen rato.
Dentro de los remedios caseros se aconseja sumergir el piercing en una solución salina para desinfectarlo bien. Para ello pondremos una cucharadita de sal en una taza y echaremos agua caliente. Sumergiremos el piercing durante un par de minutos y con ello se conseguirán eliminar los líquidos infectados. Es algo muy a tener en cuenta, especialmente si la herida no está curando correctamente, además también ayuda a reducir la irritación. El lavado debe hacerse al menos dos veces al día para ayudar a que la curación sea lo más adecuada posible.
Aspectos que debes tener en cuenta
Puede que te hayas hecho una perforación, pero quizá no sepas que tienes alergia al metal que te vas a poner. Si la zona está irritada o sensible después de ponerte un arete, por ejemplo, puede ser que el metal te produzca alergia. En este caso, lo más recomendable es usar un metal hipoalergénico. Puede ser niobio o acero quirúrgico entre otras opciones, notarás el cambio rápidamente.
Debes tener en cuenta muchos aspectos diferentes respecto a la herida, a veces puede producirse:
- Sensación de ardor o demasiado calor en la oreja.
- Sensación de picazón o enrojecimiento generalizado.
- Mal olor en la herida.
- Irritación y piel delicada.
- Exudación de líquido por el agujero, como pus o sangre.
Cuando se esté en proceso de curación, hay que hacer todo lo posible para que cure cuanto antes. Se recomienda evitar usar lociones o cremas, se aconseja no ir a nadar o teñirse el cabello. En el momento en que tengamos la herida curada, ya podremos lucir el piercing sin que requiera de tanto cuidado.