Quitar el esmalte permanente es una tarea que resulta un poco pesada si queremos hacerlo bien, y que las uñas nos queden perfectas. Hay una serie de técnicas para eliminar el esmalte permanente que nos facilitarán mucho la tarea. Veamos cuáles son.
En otro post, ya hablamos sobre cómo hacer la manicura permanente en casa. Ahora veremos cómo deshacernos de este esmalte sin gastarnos el dinero.
Cómo quitar el esmalte permanente
Si no queremos ir a un centro de belleza especialista en uñas, y nuestra idea es hacerlo en casa, para que las uñas queden bien, debemos emplear bastante tiempo y ser muy cuidadosas e ir despacio. Hay que tener en cuenta que cuando quitamos el esmalte con líquido para quitar esmalte, nuestras uñas se pueden dañar y estar más frágiles durante un tiempo, por lo que debemos contar con esta posibilidad.
El esmalte permanente es un esmalte que se agarra bien a la uña por sus componentes químicos, que hacen que sea permanente y que no se despegue fácilmente. En cualquier caso, es una técnica que podemos emplear en casa, porque, aunque lleva su tiempo, se puede hacer sin ningún riesgo.
Es distinto a las uñas postizas de gel o acrílicas, en cuyo caso sí tendríamos que acudir a un centro especializado si nos las queremos quitar. Por esa razón es necesario proteger la base de la uña y seguir una serie de pasos con cuidado y paciencia. Necesitaremos varios productos:
- Una lima dura
- Acetona pura
- Vaselina
- Discos de algodón
- Crema hidratante especial para uñas
- Papel de aluminio: podemos usar uno especial para uñas o el corriente de cocina
La acetona pura es más potente que el quitaesmaltes corriente, por lo que tardaremos menos tiempo en eliminar el esmalte permanente. El esmalte de uñas permanente es conveniente quitarlo a las tres o cuatro semanas de su aplicación.
Para quitar el esmalte permanente seguiremos los siguientes pasos.
Preparar el lugar donde vamos a trabajar
Antes de nada, debemos preparar un lugar adecuado para quitar el esmalte permanente, ya que se puede derramar algún líquido o podemos mancharlo de pintura, por lo que será bueno que coloquemos papel absorbente de cocina en el lugar donde vamos a trabajar.
Hacer poroso el esmalte permanente
El esmalte permanente genera en la uña una capa que se cierra y se une con fuerte sujeción, por lo que está pensado para tener mucha durabilidad, y por esta razón es difícil eliminarlo de forma sencilla y rápida. No es un esmalte que se pueda eliminar con un producto que se utilice normalmente para quitar el esmalte normal.
Para conseguir eliminarlo con eficacia, lo primero que debemos hacer es que el esmalte vaya adquiriendo porosidad, y que no resulte tan duro, así tendrá más capacidad para absorber el líquido y que éste penetre con eficacia. Para conseguirlo iremos frotando suavemente las uñas con la lima dura, para eliminar el brillo por completo. De esta forma, estaremos quitando la capa superior del esmalte con bastante facilidad, puesto que no hay que emplear mucha fuerza.
Preparación de las uñas y las cutículas
Una vez que el esmalte ya tiene una textura más porosa en su capa superior, debemos preparar las cutículas, la capa fina de la piel que recubre los dedos y protege las uñas de cualquier infección.
Para empezar, crearemos una capa protectora alrededor de la uña utilizando vaselina o crema especial para uñas, y de esta forma evitaremos que la acetona entre en contacto directo con la cutícula y la dañe. Después, aplicaremos la acetona pura a la uña. Este líquido para quitar el esmalte permanente es más eficaz y potente que la acetona normal para quitar el esmalte no permanente, por lo que hay que utilizarlo con mucho cuidado.
Impregnamos un disco o una bola de algodón con la acetona, evitando que el algodón entre en contacto con nuestra piel. Para ello, utilizamos papel de aluminio, metemos dentro el algodón y enrollamos los dedos, asegurándonos de que el algodón solo toca la uña. Mantenemos los dedos envueltos en papel durante 15 minutos para que la acetona pura vaya haciendo su efecto.
Eliminar el esmalte
Transcurridos los 15 minutos, quitamos el papel de aluminio que envuelve las uñas, y comprobaremos que la mayoría del esmalte se habrá despegado. Quedarán restos que tendremos que eliminar con un algodón impregnado en acetona pura. Quitaremos el esmalte sobrante frotando, de forma suave, hacia la punta de la uña.
Hidratar las uñas
Es muy importante enjuagar las uñas para retirar cualquier resto de acetona. Podemos utilizar un barreño con un poco de agua tibia y jabón neutro, y después secarlas bien e hidratarlas.
Después del proceso de quitar el esmalte permanente, las uñas estarán más frágiles y se pueden quebrar, por lo que es necesario utilizar una crema hidratante especial para uñas, vaselina o un aceite nutritivo. Podemos hidratar nuestras uñas a diario durante, al menos, una semana.