Experimentar dolor muscular después de hacer ejercicio no es motivo de preocupación, aunque puede ser bastante incómodo y, en ocasiones, doloroso. Si sentimos dificultad para realizar movimientos como sentarnos, levantarnos, estirar un brazo, caminar con dolor en las piernas o nos resulta incómodo vestirnos, es probable que estemos sufriendo de agujetas.
Afortunadamente, hay medidas que podemos tomar para aliviar las agujetas o incluso prevenir su aparición, y suelen ser efectivas. Es importante tomar nota de estas recomendaciones.
Cómo quitar las agujetas: qué son y por qué se producen
Ya hemos discutido los beneficios del ejercicio físico y cómo realizar abdominales de manera adecuada. Ahora, vamos a explorar cómo evitar las molestas agujetas que suelen aparecer al día siguiente.
Las agujetas, también conocidas como dolor muscular tardío, son el resultado de realizar ejercicios intensos. Durante estas actividades, los músculos trabajan a un nivel superior al habitual, y es cuando descansamos o llevamos a cabo otras actividades que comenzamos a sentir un dolor, a veces intenso, en las áreas que hemos ejercitado.
Este malestar también puede surgir de actividades no relacionadas con el ejercicio, como levantar peso durante un período prolongado o realizar trabajos físicamente exigentes de cualquier tipo, especialmente si llevamos un estilo de vida más sedentario y no estamos acostumbrados a esfuerzos físicos.
Los músculos que han sido sometidos a un esfuerzo intenso pueden resentirse y provocar dolor, especialmente si hemos realizado un ejercicio extenuante al que no estamos habituados. Sin embargo, existen varios remedios caseros y trucos efectivos tanto para aliviar como para prevenir las agujetas. Aunque el mito del agua con azúcar no tiene fundamento, hay métodos que sí funcionan. Es importante prestar atención a estos consejos.
Cómo quitar las agujetas: prevenir las agujetas, la mejor solución
Si deseamos evitar las agujetas, la mejor estrategia es la prevención, y esta opción está a nuestro alcance si tomamos medidas a tiempo. Muchos entrenadores personales sugieren siempre la planificación y la progresión como enfoque clave. Si nos preparamos para hacer ejercicio y no estamos acostumbrados, es fundamental diseñar tablas de ejercicios con la ayuda de un profesional y adaptarlas gradualmente a nuestra rutina de entrenamiento. De esta manera, podemos aumentar gradualmente la intensidad del esfuerzo, permitiendo que los músculos se adapten sin resentirse. Si seguimos este enfoque de progresión adecuada, es probable que evitemos las molestas agujetas después de nuestro entrenamiento diario.
Es esencial dedicar al menos 10 o 15 minutos tanto antes como después de realizar ejercicio para hacer estiramientos. Este es un consejo común entre gimnastas, entrenadores y fisioterapeutas. Además, es recomendable realizar un calentamiento general previo, que implica hacer algunos ejercicios suaves para poner en movimiento el cuerpo y los músculos antes de comenzar con el entrenamiento principal. Este tipo de preparación no solo ayuda a prevenir las agujetas, sino que también reduce el riesgo de lesiones si comenzamos el ejercicio vigorosamente sin calentar adecuadamente.
Mantenerse hidratado bebiendo agua y seguir una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en vitaminas C y E, así como una ingesta diaria de magnesio, son medidas importantes para fortalecer los músculos y prepararlos para el ejercicio. Algunas personas también recurren a suplementos de creatina para aumentar la energía y el cuidado muscular. Se puede encontrar información sobre cómo tomar estos suplementos en otro artículo sobre cómo aumentar la masa muscular.
Además, existen algunos trucos simples que podemos poner en práctica antes del ejercicio para prevenir las agujetas. Consumir un puñado de frutos secos, como avellanas ricas en calcio, puede ayudar a protegernos contra los calambres y las agujetas. Los plátanos y los fiambres magros, que proporcionan proteínas y potasio para fortalecer los músculos, son opciones recomendables para consumir aproximadamente media hora antes de hacer ejercicio.
Remedios caseros para cuando las agujetas ya han hecho su aparición
- Aplicar compresas de hielo seco en el área afectada puede ser beneficioso, ya que tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas, lo que puede aliviar el dolor y acelerar la recuperación muscular. Sentiremos un alivio inmediato al aplicar la compresa durante el tiempo necesario. Por otro lado, sumergirse en un baño caliente también puede aliviar los músculos adoloridos.
- El estiramiento es esencial no solo para prevenir las agujetas, sino también para aliviarlas. Realizar estiramientos durante 10 o 15 minutos después del ejercicio puede ayudar a reducir la intensidad de las agujetas.
- El agua fría, al igual que el hielo, es un remedio eficaz para reducir el daño causado por las agujetas. Si podemos soportarlo, un último minuto de ducha con agua fría puede ser beneficioso.
- La toma ocasional de antiinflamatorios puede ser útil para aliviar el dolor de las agujetas, pero debemos evitar abusar de ellos debido a sus posibles efectos secundarios.
- Realizar actividades cardiovasculares ligeras el mismo día o al día siguiente puede minimizar el efecto de las agujetas y ayudar en la recuperación.
- Es crucial mantenerse hidratado en todo momento, especialmente después del ejercicio, ya que la ingesta adecuada de líquidos favorece la recuperación muscular y puede reducir el dolor de las agujetas.
- En casos más severos, los tratamientos de fisioterapia, como los masajes manuales o la electroestimulación, pueden ayudar a reducir el dolor causado por las agujetas.
- Algunos preparados naturales, como la limonada (agua con zumo de limón, una pizca de azúcar y bicarbonato de sodio), pueden ser efectivos para aliviar las agujetas cuando se consumen durante el ejercicio.
- El zumo de naranja mezclado con un poco de zumo de piña también puede ayudar a reducir las agujetas debido a la combinación de vitamina C y bromelina. Se recomienda consumirlo después del ejercicio.
- Las infusiones de tomillo son efectivas para reducir el dolor de las agujetas. Preparar una infusión de tomillo y consumirla puede proporcionar alivio.
- Por último, recibir un masaje relajante con aceite de lavanda también puede ayudar a aliviar las agujetas. Mezclar aceite de oliva con aceite esencial de lavanda y aplicarlo con suaves masajes en los músculos doloridos puede ser beneficioso.