Es probable que en tu guardarropa tengas más de un par de zapatos de ante que ya no usas desde hace tiempo debido a una mancha difícil de eliminar. A pesar de probar diversos productos para limpiar este tipo de calzado, la mancha persiste, lo cual es lamentable ya que combinan perfectamente con tus prendas favoritas y tu estilo casual.
No obstante, no te preocupes, es probable que aún no hayas intentado algunos trucos y remedios caseros tradicionales para limpiar zapatos de ante, los cuales solían emplear nuestras abuelas.
Polvo acumulado en los zapatos de ante
A menudo, al sacar del almacenamiento unas botas o zapatos de ante después de guardarlos durante un período, es común notar la acumulación de polvo entre las fibras. Para eliminar este polvo, es necesario utilizar un cepillo especial para calzado, preferiblemente con cerdas suaves. En caso de no contar con uno, un cepillo de dientes en desuso puede servir igualmente. Para concluir, se recomienda pasar un paño limpio y húmedo por toda la superficie del calzado.
Manchas de barro
Es crucial esperar a que el barro se haya secado por completo antes de intentar limpiarlo. Esto es fundamental porque manipular el calzado mientras el barro aún está húmedo podría causar daños irreparables. Una vez que el barro esté seco, utiliza el cepillo siguiendo el mismo procedimiento que para eliminar el polvo. Si el barro no se desprende fácilmente, puedes ayudarte con una lima de uñas o papel de lija fino para raspar la zona con suavidad.
Manchas de agua en los zapatos de ante
Después de un día lluvioso, es común limpiar los zapatos de piel vuelta, y en este escenario pueden presentarse tres situaciones distintas:
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Si solo hay unas pocas gotas de lluvia: Utiliza un paño seco para frotar suavemente la superficie manchada y eliminar la humedad. Luego, deja que los zapatos se sequen a temperatura ambiente.
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Si han sido expuestos a un chaparrón: Si tus botas están completamente mojadas, antes de que se sequen por completo, introduce una cantidad considerable de papel absorbente en su interior para preservar su forma.
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Si las manchas son de larga data: En caso de que las manchas de agua estén secas, rocía toda la piel nuevamente con un spray de agua y sécalo con un paño.
Después de estos pasos, es recomendable cepillar los zapatos para obtener un mejor resultado en la limpieza.
Manchas de grasa o aceite
Después de explorar cómo eliminar el pegamento de la ropa con trucos específicos, ahora veremos cómo lidiar con las manchas de grasa en el ante. Existen varias teorías al respecto: algunos optan por el amoniaco, otros por polvos de talco y desengrasantes. Sin embargo, es importante tener precaución, ya que estos productos son bastante agresivos y podrían dañar tus zapatos.
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Amoniaco: Los aficionados al bricolaje conocen el poder del amoniaco. Diluye un poco de este producto en agua abundante y, con un cepillo, frota suavemente la mancha en la misma dirección. Luego, pasa un paño húmedo y deja que el calzado se seque al aire.
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Polvos de talco: Esta opción solo es efectiva si la mancha es reciente. Cubre la zona manchada con polvos de talco, déjala secar por completo y luego retira el exceso cepillando suavemente.
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Desengrasante: Utilizando un paño húmedo empapado con desengrasante, presiona suavemente sobre la mancha hasta que desaparezca.
Manchas por humedad
Para tratar estas manchas, puedes usar soda o incluso tónica, la misma que se utiliza para preparar gin tonics. Simplemente vierte la bebida en un trapo limpio y frótalo sobre la zona afectada. Después de aplicar el líquido, asegúrate de secar el calzado con un algodón o paño seco. Es importante evitar aplicar calor directamente sobre el ante o serraje.
Para prevenir problemas de humedad en el futuro, considera adquirir bolsitas antihumedad y colocarlas cerca de tu calzado cuando hagas cambios de armario.
Manchas por rozaduras o pisotones
En las tiendas especializadas de calzado, se pueden adquirir gomas especiales diseñadas para eliminar manchas en gamuza u otros tejidos delicados. Sin embargo, si prefieres ahorrar dinero, puedes reutilizar una goma de borrar del tipo "MILAN de 430" que tengas guardada en algún cajón.
Simplemente frota la goma sobre las zonas manchadas hasta que la suciedad se elimine por completo. Luego, peina la zona en la misma dirección con un cepillo, y tu calzado lucirá como nuevo, como si acabara de salir de la tienda. Es importante tener en cuenta que debes elegir una goma de borrar clásica que tenga un color neutro o similar al de tu zapato. Evita utilizar gomas teñidas, ya que podrían manchar aún más el tejido.
Manchas de pintura
Las manchas de pintura, esmalte de uñas, tinta o incluso yeso pueden resultar especialmente difíciles de eliminar de nuestro calzado. El proceso para eliminar completamente esta suciedad es bastante similar al explicado previamente para las manchas de barro.
Sin embargo, si la mancha está muy incrustada, es posible que necesites repetir el proceso varias veces o incluso considerar el uso de algún producto más agresivo. En este caso, puedes utilizar un algodón empapado en acetona y, con toques rápidos y suaves, retirar la suciedad de las zonas afectadas. Para finalizar, utiliza un paño húmedo y, una vez seco, cepilla el calzado de la misma manera que en los procesos anteriores.
Además de estos métodos comunes, existen otros menos conocidos que también puedes probar para la limpieza de zapatos de piel vuelta. Por ejemplo, puedes utilizar agua micelar, maicena común de cocina para las manchas de aceite, frotar con una vela o incluso aplicar laca para el pelo.