Los pies son la parte más sufrida del cuerpo, porque aguantan todo nuestro peso, y para ello deben estar en condiciones. Tener hinchazón de tobillos es lo peor del mundo. Pero no hay nada más molesto (que también puede provocar una hinchazón) que unos zapatos que nos aprieten.
Ya comentamos las causas de padecer de uñas encarnadas en nuestro artículo de cómo curar una uña encarnada, allí indicábamos que para la salud y anatomía de nuestros pies, es conveniente utilizar el calzado que no nos haga daño alguno.
Hay muchos trucos para conseguir que los zapatos den de sí y no nos aprieten algunos muy caseros y efectivos, y otros más profesionales. Aquí te enseñamos cómo ensanchar zapatos y evitar que te aprieten, para que siempre vayas cómodo con el calzado en tu día a día.
Hormas para ensanchar zapatos
Existen diversas técnicas para ensanchar zapatos y evitar que te aprieten, pero es importante seleccionar aquellas que sean efectivas sin dañar el calzado.
Una de las opciones más populares es recurrir a hormas para zapatos. Esto implica llevar los zapatos a un zapatero local, quien los colocará en una horma y aplicará presión en las áreas donde aprietan. Los zapatos deben permanecer en la tienda durante al menos 24 horas para que el proceso sea efectivo. Después, es recomendable usar los zapatos lo antes posible para que la piel ensanchada se adapte rápidamente al pie.
También se pueden emplear productos específicos para ensanchar zapatos, como dilatadores en aerosol, que se pueden adquirir fácilmente en tiendas en línea o locales de zapatería. Estos productos químicos ayudan a expandir la piel del zapato y se aplican siguiendo las instrucciones del fabricante.
Otra técnica efectiva es el uso de alcohol isopropílico. Llena un atomizador con alcohol y rocía generosamente la parte exterior de los zapatos. Luego, póntelos inmediatamente mientras el alcohol se seca, y notarás cómo el zapato se estira y se adapta mejor a tu pie.
Ensanchar los zapatos en casa: métodos caseros
La humedad es una excelente aliada para ablandar la piel y ensanchar los zapatos. Un método consiste en colocar un paño mojado dentro del zapato durante unos minutos antes de usarlo, permitiendo que la piel se ablande. Otra opción es colocar el zapato sobre un recipiente con agua hirviendo para que el vapor actúe antes de ponértelo y caminar con él para asegurar el ensanchamiento.
Otro truco casero es colocar el zapato en una bolsa de plástico y dejarlo en el congelador durante una noche. Al sacarlo justo antes de usarlo, notarás que se ha ensanchado y podrás caminar cómodamente.
Para los calzados deportivos de lona que aprietan, puedes rellenarlos con papel de periódico húmedo y dejarlos actuar durante toda una noche para que se ensanchen.
Si las tiras de tus sandalias aprietan, una solución efectiva es untar el interior de las tiras con crema hidratante y ponértelas con los pies ligeramente húmedos y también untados con crema hidratante.
Para que un calzado nuevo ceda, es recomendable usarlo en casa antes de estrenarlo. Puedes probar usarlos con calcetines gruesos durante una hora al día, aumentando progresivamente el tiempo para que el calzado ensanche y se adapte a tu pie. Es importante tener en cuenta que si un calzado aprieta, es probable que puedan aparecer ampollas, por lo que usar calcetines o medias finas puede ayudar a prevenir molestias.
Consejos cuando vayas a comprar zapatos nuevos
Aunque todos conocemos nuestra talla de calzado, a veces nos encontramos con zapatos que aprietan debido a su forma. Es recomendable comprar zapatos por la tarde, cuando los pies están más dilatados, para poder percibir si un zapato nos aprieta. No hay problema en optar por una talla más en ciertos modelos de zapatos de horma estrecha, ya que aunque parezca que sobra espacio, al caminar con ellos notaremos que se ajustan perfectamente y podemos usarlos cómodamente como si fueran de nuestra talla correcta.