Adiós al sabor insípido del brócoli con solo una cucharadita de este ingrediente
El secreto para mejorar el sabor del brócoli hervido o al vapor radica en añadir una cucharadita de un ingrediente clave mientras lo cocinamos. Y ese ingrediente es... ¡la mostaza!
3 octubre, 2023 17:08El brócoli es conocido por ser una de las verduras más saludables y nutritivas que podemos incluir en nuestra dieta, por lo que no es de extrañar que sea una de las más recomendadas por los expertos. Sin embargo, a pesar de sus numerosos beneficios para nuestra salud, al estar repleto de vitaminas, minerales y antioxidantes, se trata de una de las verduras menos deseadas y menos consumidas.
Gran parte de la culpa de su falta de popularidad tiene que ver con el sabor insípido que tiene el brócoli hervido y que hace que muchos prefieran evitarlo en sus platos. Sin embargo, tenemos la solución, y es optar por una cucharadita de un ingrediente que hará que te apetezca mucho más poner esta verdura en tus elaboraciones.
Hablamos de la mostaza, el ingrediente secreto que combina a la perfección con el brócoli, ya que es capaz de quitarle ese sabor insípido y hacer que lo quieras comer una y otra vez. Este condimento le aporta un toque picante y un sabor umami, además de ser una opción mucho más saludable que optar por otros aderezos y salsas que habitualmente aportan sabor a cambio de una gran cantidad de calorías. En este sentido, podrás optar por la mostaza Dijon o una mostaza amarilla suave, en función de tus preferencias.
Cómo agregar la mostaza al brócoli hervido
Añadir mostaza al brócoli es muy sencillo para conseguir que tenga un gran sabor. Una vez que hayas cocido al vapor el brócoli, hasta que esté tierno, pero aún crujiente, debes añadirle una cucharada de mostaza y mezclar bien. La mostaza aporta al brócoli un sabor delicioso que conquista a cualquier paladar, incluso a los más exigentes.
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La mostaza es uno de los condimentos más utilizados en la cocina de todo el planeta, nada extraño teniendo en cuenta su gran versatilidad, con un toque picante y exquisito que consigue conquistar a una gran cantidad de paladares. Además de poder servir como aderezo para una gran cantidad de elaboraciones y alimentos, tiene muchos beneficios para nuestra salud, entre los cuales tenemos que destacar los siguientes:
- Antioxidante: la mostaza contiene antioxidantes como los glucosinolatos, que pueden ayudar a la hora de proteger las células del cuerpo y combatir los radicales libres, además de contribuir a reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
- Antiinflamatoria: los compuestos de la mostaza, como los isotiocianatos, pueden tener propiedades antiinflamatorias que ayudan a aliviar la inflamación del cuerpo, así como a mejorar la salud en general.
- Fuente de minerales: las semillas de la mostaza son ricas en minerales, como el magnesio, el selenio y el fósforo, todos ellos muy importantes para la salud del organismo.
- Contenido de fibra: al contener mucha fibra dietética, favorece la digestión y sirve para aliviar problemas digestivos como la acidez estomacal. Al mismo tiempo, contribuye a mantener unos niveles saludables de colesterol en sangre.
Cómo hacer mostaza casera
Si quieres decir adiós de una vez por todas al sabor insípido del brócoli hervido, puedes optar por comprar mostaza o lo que es mejor, hacer mostaza casera, que es mucho más sencillo de lo que puedas pensar, con la ventaja adicional de que tendrás la posibilidad de personalizar el sabor de acuerdo a tus preferencias.
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Para su elaboración necesitarás los siguientes ingredientes: media taza de granos de mostaza amarilla, media taza de vinagre blanco, media taza de agua, dos cucharadas de azúcar, una cucharadita de sal y, de forma opcional, para variar el sabor, puedes añadir ajo picado, miel, hierbas secas, pimienta…
Una vez reunidos todos estos ingredientes, el proceso a seguir pasa por empezar triturando los granos de mostaza (si los usas enteros) en un mortero, para así romperlos ligeramente. Ahora, en una cacerola, procede a añadir vinagre, agua, azúcar y sal, para llevar la mezcla a ebullición a fuego medio.
Cuando la mezcla llegue a estar hirviendo, llega el momento de añadir los granos de mostaza o bien la mostaza en polvo si has preferido utilizar esta. Reduce el fuego y cocina a fuego lento durante aproximadamente diez minutos. De esta manera, los granos de mostaza se empezarán a ablandar los mismos, y esto provocará que su sabor comience a liberarse.
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A continuación, es el momento de retirar la cacerola del fuego, dejando que la mezcla se enfríe un poco. Ahora usa un procesador de alimentos o una licuadora de mano para triturar la mezcla hasta conseguir la consistencia que prefieras. Si eres una de esas personas que prefiere optar por una mostaza más suave, tienes la posibilidad de triturarla durante más tiempo para así conseguir esa consistencia que te resulte más agradable.
Llegados a este punto la mostaza estará preparada, y será el momento de poder personalizarla a tu gusto con el toque definitivo, para lo cual puedes añadir ajo picado si buscas disfrutar de un toque de sabor; un poco de miel para disfrutar de una mostaza que sea más dulce; hierbas secas; o pimienta negra si prefieres darle un toque picante. Lo mismo podrás hacer con otros ingredientes que quieras probar y que te ayuden a conseguir una mostaza totalmente a tu gusto, de una forma muy sencilla y rápida.
Una vez elaborada, te recomendamos que la guardes en un frasco limpio y hermético en la nevera. De hecho, debes saber que la mostaza casera, por norma general, mejora su sabor tras unos días enfriándose.