La Covid-19 ha cambiado la forma de vida de muchos españoles. El teletrabajo, que antes solo estaba destinado a una pequeña parte de la población, ahora es el día a día de una parte importante de los trabajadores.
En concreto, más de un millón y medio recurren ahora a este método para prevenir la propagación de la variante ómicron. Ahora que muchos van a sus segundas residencias, te contamos algunos trucos para ahorrar en la factura de la luz.
La segunda vivienda, la mejor opción para el teletrabajo
Muchas de las personas que teletrabajan han querido aprovechar esa "ventaja" para hacerlo desde un sitio más tranquilo, como puede ser un pueblo, o la playa, para aquellos que disponen de una vivienda cerca de la costa. Sin embargo, una segunda vivienda supone otra factura de la luz. Es importante seguir algunos consejos que nos llevarán a ahorrarnos un dineral.
1. Ajusta la potencia de la luz a tus necesidades
Al ser un gasto fijo que se paga independientemente del consumo, en la mayoría de los hogares se recomienda ajustar la potencia al mínimo y organizar el consumo de la forma más eficiente posible. Hay que tener en cuenta que bajar la potencia de luz no es fácil, y depende directamente de la cantidad de electrodomésticos que se tengan conectados. Por ello hay que analizar lo que realmente se necesita y elegir la potencia adecuada para mantener el confort.
A veces, es posible bajar la potencia simplemente organizando las horas en las que se va a usar la electricidad (cocina, plancha, otros electrodomésticos…). Hay que recordar que todo aquel consumidor que quiera reducir la potencia contratada deberá pagar 9,04 euros más impuestos (unos 10,94 euros) a la distribuidora eléctrica en concepto de derechos de enganche.
Aumentar la potencia contratada tiene un coste bastante elevado para el cliente. El precio de aumentar la potencia depende del número de kilovatios (kW) contratados y aparecerá reflejado en la factura.
- Subir la potencia de 1.15kW a 3.45kW cuesta entre 114,11 euros y 164,11 euros.
- Y subir la potencia de 2.3kW a 3.45kW, tiene un precio de 62,52 euros a 112,52 euros.
Además, algunas distribuidoras solo permiten realizar un cambio de potencia al año, por lo que hay que pensar bien antes de hacer cambios en la potencia contratada.
2. Calcula tu consumo eléctrico
Este es uno de los principales aspectos que repercuten en el precio de la factura de luz. Conocer el consumo energético ayuda a ahorrar. Se mide en kilovatios hora (kWh) y normalmente se factura de forma mensual.
Una vez revisada la potencia que se ha contratado, este es el segundo paso para optimizar al máximo el ahorro: llevar un control del consumo y ajustar los hábitos para conseguir el mayor ahorro posible.
3. No des de baja la luz
Si el usuario solo pasa unos días al año en su segunda vivienda, es posible que se plantee dar de baja el suministro durante el resto del año. En principio, no es buena idea dar de baja la luz, ya que volver a darla de alta no es barato. Para dar de alta la luz en una vivienda hay que pagar ciertos costes regulados:
En el caso de los derechos de extensión, tienen una vigencia de tres años para suministros de baja tensión (la mayoría en hogares). Por lo que si se da de alta la luz antes de ese periodo no hay que pagarlos. En el caso de que no se le vaya a dar uso a esa vivienda durante más de un año puede ser rentable, pero si es una casa de verano que se visita varias veces al año o que se aprovecha para hacer teletrabajo, no merece la pena dar de baja la luz para volver a darla de alta cuando se vuelva a visitar.
4. Consigue una vivienda eficiente
Este tipo de viviendas son las que, gracias a sus condiciones, consiguen un ahorro energético importante. A través del certificado de eficiencia energética se informa de las características del inmueble referentes a la luz, la orientación, tamaño, situación y emisiones de CO2.
La eficiencia de la vivienda es fundamental para conseguir ahorrar. Las características que determinan la eficiencia energética de una vivienda son:
- Optimizar los sistemas de calefacción, refrigeración e iluminación.
- Uso de equipos eficientes.
- Minimizar la dependencia de medios artificiales.
- Priorizar las energías renovables.
- Reducir las emisiones contaminantes.
5. Elige una tarifa de luz que se adapte a tus necesidades
Para ello, se debe prestar atención a aspectos como el precio de la electricidad, las condiciones de contratación del servicio, la existencia de servicios adicionales que tienden a encarecer la factura, los descuentos en las tarifas o la permanencia.
También podemos recurrir a contratar tarifas de luz baratas para segundas residencias. Ya que no damos el mismo uso a la segunda residencia que a la vivienda habitual, no tienen por qué tener la misma tarifa contratada. Por eso, es importante ajustar la potencia y elegir la tarifa adecuada para segundas residencias.
Quizá interese contratar una tarifa con discriminación horaria para segunda residencia, en la que se paga un precio distinto por la energía dependiendo del momento del día.