Los problemas de espalda pueden manifestarse de muy distintas maneras y en diferentes zonas: sensación de rigidez, dolor intenso, punzadas, dolor en la espalda alta, en la espalda media, en la espalda baja…
Ejercicios para el dolor de espalda
- Rodillas al pecho. Para realizar este ejercicio nos tumbamos en el suelo boca arriba, con la espalda recta. Doblamos las rodillas y las llevamos hasta nuestro pecho, rodeándolas con los brazos y presionando suavemente. Mantenemos la posición unos 20 segundos y la repetimos varias veces.Con este ejercicio estiramos y relajamos los músculos de la zona lumbar, aliviando las molestias que tengamos en esa zona.
- Abdominales. Tumbados en la esterilla boca arriba, aunque esta vez dejamos los pies en el suelo y con las rodillas flexionadas en forma de pirámide, adoptando la postura habitual para la realización de los abdominales. A continuación, llevamos el torso hacia nuestras rodillas y volvemos a bajar, repitiendo la secuencia unas 10 o 15 veces. Los abdominales fortalecen la musculatura de la espalda. Si notamos dolor o molestias mientras realizamos los abdominales, es preferible dejar de hacerlos o pedir consejos a alguien que sepa indicarnos si lo estamos haciendo bien o mal.Ya tratamos cómo definir músculos, sin tener que hacer culturismo en los gimnasios.
- Plancha. Esta vez nos tumbamos boca abajo en la esterilla y vamos a apoyar solamente dos partes de nuestro cuerpo: los antebrazos (situando los codos a la altura de los hombros) y la punta de los pies. Tratamos de aguantar la posición al menos 30 segundos y repetimos el ejercicio tres veces. Si sientes presión en la zona abdominal no te asustes, ¡de eso se trata! Significará que lo estás haciendo bien
- Giro de cadera. De nuevo volvemos a tumbarnos boca arriba, con la espalda en la esterilla y con las rodillas en posición de pirámide. En este ejercicio vamos a mantener la espalda totalmente quieta y moveremos las caderas y las rodillas.Con éstas totalmente pegadas, las llevamos lentamente hacia un lateral, hasta tocar el suelo, aguantando en esa posición unos 10 o 15 segundos. Después hacemos lo mismo hacia el otro lado. Repetimos la postura tres veces en cada lateral.
- Pierna cruzada. Nos sentamos en el suelo, con una pierna estirada. Cruzamos la otra por encima, con la rodilla flexionada y apoyando el pie en el suelo. El brazo de la rodilla cruzada lo utilizamos para apoyarnos en el suelo, mientras que con el codo opuesto aguantamos y presionamos la rodilla cruzada. Aguantamos unos 10 segundos y luego realizamos el ejercicio con la otra pierna, haciéndolo tres veces con cada una.Con el ejercicio de la pierna cruzada aliviamos y fortalecemos principalmente la parte baja de la espalda.
- Hombros hacia atrás. Este ejercicio es uno de los más sencillos de realizar. Nos sentamos en un taburete y permanecemos con la espalda recta. Simplemente debemos deslizar los hombros hacia atrás, juntándolos en la medida de lo posible, y manteniendo la posición varios segundos. Podemos repetir el ejercicio unas 6 u 8 veces.
- Elevación de glúteos. Volvemos a tumbarnos boca arriba en la esterilla, con la espalda y los brazos rectos y con las rodillas flexionadas en posición piramidal. Levantamos los glúteos suavemente, manteniendo en el suelo los brazos y la parte superior de la espalda. Aguantamos la posición varios segundos y repetimos el ejercicio 8 o 10 veces.
- Elevación de brazo y pierna opuestos. Para este último ejercicio la postura inicial es tumbado boca abajo en la esterilla, con los brazos y piernas estirados. Levantamos de forma simultánea el brazo izquierdo y la pierna derecha, permaneciendo varios segundos en la posición indicada. Luego volvemos a la postura inicial y hacemos lo mismo, pero con el brazo derecho y la pierna izquierda. Te recomendamos que sigas realizando estos ejercicios de vez en cuando.Te ayudarán a sentirte bien de forma habitual y a evitar que el dolor regrese.
Consejos para el dolor de espalda
Además de la realización de estos 8 ejercicios, te ofrecemos otros consejos que tu espalda también agradecerá.
- Bolsa de agua caliente. Coloca una bolsa de agua tibia o caliente en la zona donde sientes las molestias y deja que actúe unos 15 o 20 minutos.
- Mejorar las posturas. Trata de mantener la espalda recta tanto cuando estés sentado como cuando estés de pie. Intenta no encorvarte demasiado y corregir esas malas posturas que a veces son causantes de nuestros problemas de espalda, tanto en nuestra vida diaria como al hacer gimnasia o cualquier ejercicio físico. Al dormir, es preferible el uso de una almohada baja. También es usual adoptar una postura equivocada al levantar peso: muchas veces doblamos la espalda en vez de flexionar las rodillas.
- Masajes. Puedes realizarlo tú mismo, si te llegas a la zona donde sientes el dolor, puedes pedírselo a alguien cercano o, si el dolor persiste, acudir a un fisioterapeuta. ¡Recuerda que los profesionales siempre son la mejor opción!
- Camina. Caminar 20 o 30 minutos al día es beneficioso tanto para el cuerpo como para la mente. Tu espalda también está de acuerdo en esta afirmación.
- Usa un calzado cómodo. Llevar unos zapatos incómodos también puede afectar de forma negativa a tu espalda. Te aconsejamos el uso de zapatos blandos, flexibles, con buena amortiguación de suela y tacones. No uses un calzado y muy rígido e intenta evitar el uso de tacones muy altos.
- Reduce el estrés. El estrés y la ansiedad también pueden ser causas de tensiones musculares. ¡Tómate la vida con más calma!