Los iluminadores son distintos productos que se usan para dar claridad y luminosidad al rostro. En invierno ayuda a dar luz al rostro en un ambiente más bien sombrío, mientras que en verano es perfecto para simular la imagen de una piel brillante, fresca, húmeda e hidratada que uno esperaría en una época en que pasamos mucho tiempo en las playas o las piscinas.
En otro artículo, ya hablamos de cómo hacer un maquillaje de ojos ahumados, ahora hablaremos de cómo aplicar el iluminador.
Cómo aplicar iluminador líquido
El iluminador líquido es el más indicado para mezclar con la base de maquillaje. De esa manera se simplifica su aplicación, ya que basta con una aplicación para dar color y luz a la vez. Además, existen cremas iluminadoras que ya aportan un toque de color, de manera que puede sustituir a una base de maquillaje ligera.
También es posible usarlo directamente sobre la piel con el gotero aplicador que suelen llevar los botecitos, y difuminarlo. No obstante, debe hacerse muy rápido para que quede medianamente natural, ya que tiende a secarse demasiado rápido y puede parecer que nuestra cara está manchada. Su efecto es bastante marcado, aunque no tanto como el del iluminador en polvo. La forma ideal de aplicación es con una esponja o con una brocha sintética, dando pequeños toquecitos. Tampoco resulta muy duradero.
Se pueden encontrar iluminadores líquidos de buena calidad a precios muy asequibles, sobre unos 5 €.
Cómo aplicar iluminador en crema
El iluminador en crema tiene una textura similar a la de un corrector en barra y se aplica de manera localizada, logrando un resultado natural, incluso cuando se cubre con una capa de maquillaje, ya que la luz surge directamente de la piel. Pero su efecto es muy sutil, así que si se pretende que el efecto de la luz sea fuerte la manera de usarlo es aplicando primero el iluminador en crema y potenciarlo con algo de iluminador en polvo.
También tienen el inconveniente de que al ser en crema no se asienta bien sobre la piel y su duración es limitada. En otras palabras, se trata del producto más adecuado para un uso puntual o muy básico. No sería recomendable para una noche entera de fiesta, por ejemplo.
Los iluminadores en crema son algo más caros que los líquidos. Los hay de buena calidad desde unos 12€.
Cómo aplicar iluminador en polvo
El iluminador en polvo es el que más se usa, ya que es muy cómodo de utilizar. Es el único de los tres que se aplica después del maquillaje, y el que tiene un efecto más marcado y duradero. Se suele aplicar a ambos lados de las sienes, en el centro del tabique nasal y, cuando se quiere ampliar el ojo, también alrededor del lagrimal. La manera adecuada de aplicarlo es con una brocha pequeña, aunque en zonas muy concretas, como el lagrimal, se puede aplicar directamente con el índice.
Cuando uses la brocha, asegúrate de que no sea muy tupida, ya que si lo es cogería mucho producto en cada brochazo y acabaríamos pareciendo un foco. También es el producto más adecuado como iluminador de ojos.
¿Basta con un solo iluminador?
La respuesta es rotundamente no. El tono del iluminador depende de múltiples factores, y el más importante es el tono de tu piel. Hay iluminadores en tonos rosados, beige, amarronados, melocotón, champán..., hay tantos tonos de iluminador como tonos de piel, y hay que elegirlos con sentido común.
Las claves para hacerlo son conocer exactamente los tonos de tu piel (que pueden ser uno o varios) y elegir un tono ligeramente más claro que el tono de tu piel para iluminar y un tono similar al de tu piel pero con un toque dorado si quieres simular un ligero bronceado. Además, se pueden usar distintos tonos para distintos momentos, y adaptar los tonos a distintos gustos. Para ello lo ideal es disponer de una paleta de tonos de iluminador en polvo, ya que las hay muy completas a precios asequibles.
Trucos para aplicar el iluminador
En cómo maquillar los ojos marrones, vimos la importancia de usar los tonos dorados y cobrizos para dar luminosidad a los ojos marrones, ahora veremos algunos consejos que se deben tener en cuenta para aplicar debidamente el iluminador en el rostro de una manera que quede natural y, a la vez, glamuroso y perfecto:
- Mantén siempre la zona T: frente, laterales del tabique nasal y mentón mates, especialmente si tienes la piel grasa, aunque también es recomendable hacerlo si tu piel es normal. Cuando esa zona brilla no queda realmente glamurosa, sino que parece sucia.
- Aplica por capas: de esa manera no aplicarás más que la cantidad necesaria, pero podrás ir aumentando la intensidad del brillo poco a poco.
- No lo apliques sobre piel muy clara, ya que puede dar un resultado excesivamente pálido, a menos que uses iluminador líquido mezclado con maquillaje.
- Aunque hay unas zonas estándar que se benefician con el uso del iluminador, cada cara es un mundo, y hay que conocerse y saber qué zonas hace falta iluminar realmente. Con el iluminador menos siempre, es más.