La vitamina E es conocida como la vitamina de la juventud gracias a su potente efecto contra los radicales libres, causantes del envejecimiento de las células y, por ende, de la piel. Por ello, queremos mostrarte en este artículo todas las propiedades de la vitamina E para la piel.
Si estás buscando un buen aliado de belleza natural que te haga lucir más joven y te ayude a hacer frente a las arrugas, usar vitamina E para la piel a modo externo es una apuesta segura. Descubre todas las opciones sobre cómo utilizarla a continuación.
Para qué sirve la vitamina E en la piel
Aplicar aceite de vitamina E sobre la piel del rostro es un acto sencillo que te beneficiará a largo plazo, pues ayuda a retrasar los efectos del envejecimiento. Y es que la dermis está expuesta a la acción de los radicales libres a diario, los cuales perjudican la producción de colágeno y la regeneración celular. Como consecuencia, se produce un desarrollo prematuro o más acelerado de las arrugas, sobre todo en el rostro. Además, la vitamina E pura para la piel la protege de los agentes ambientales contaminantes y de los rayos solares.
Gracias a sus beneficios para la piel, la vitamina E es uno de los principales ingredientes de muchas cremas antiedad. Sin embargo, para aprovechar sus propiedades de forma óptima, te recomendamos utilizar aceite de vitamina E.
Es tan sencillo como aplicar su contenido sobre la piel del rostro bien limpia antes de irte a dormir para que penetre en ella durante toda la noche. Con este simple acto, tu piel comenzará a estar cada día más vital, tersa y joven. Otra forma de aplicar la vitamina E en la piel es verter el aceite en el interior de tu crema hidratante o antiedad habitual y extenderla sobre el rostro cuando esté limpio y libre de impurezas. Incide en las zonas más perjudicadas por el paso del tiempo y empezarás a notar los resultados de inmediato.
También puedes aplicar el aceite de vitamina E para hacer efectivas mascarillas caseras. Te proponemos elaborar una a base de pepino y un poco de vitamina E, ideal para devolverle al cutis su luminosidad y resplandor perdido. Solo tienes que licuar un pepino pelado y mezclarlo con unas gotas del aceite de vitamina E. Aplica sobre el rostro y deja actuar 10 o 15 minutos.
Además de utilizar la vitamina E pura para la piel siguiendo estos métodos, es importante que este nutriente forme parte de tu dieta diaria. De este modo, favorecerás tu estado de salud, ya que ayuda a reforzar el sistema inmunitario y protege al organismo de ciertas enfermedades, como por ejemplo las cardiovasculares.
Alimentos ricos en vitamina E
Ya hemos visto los beneficios de la vitamina E para la piel, pero también es un potente antioxidante que protege al organismo de virus y bacterias y previene enfermedades. Por todo esto, es fundamental consumir vitamina E a diario. Por suerte, podemos encontrarla en una gran variedad de alimentos fáciles de introducir en tu dieta.
Por otra parte, una deficiencia de vitamina E, protectora del sistema nervioso, puede generar daños neuronales y motores, así como acelerar el desarrollo de enfermedades como la demencia o el Parkinson. De modo que no solo es beneficioso tomar vitamina E para la piel, también mejora la fuerza muscular, previene la caída del cabello y lo fortalece, ayuda en la reparación de la piel dañada, ayuda a prevenir coágulos sanguíneos y contribuye a la cicatrización de las heridas.
Ahora bien, además de estos tratamientos, la forma más natural de disfrutar de las propiedades de la vitamina E es a través de la alimentación. La vitamina E contenida en los alimentos es natural, potente y efectiva. De hecho, una dieta rica en vitamina E garantizará la dosis diaria que necesitamos para que el cuerpo absorba todos sus beneficios.
Estos son los alimentos con vitamina E que no deben faltar en tu dieta:
- Aceites vegetales, como el de germen de trigo, el de girasol, de oliva, de soja o de maíz.
- Vegetales de hojas verdes, como el brócoli, espinacas, acelgas o espárragos.
- Frutos secos, entre los que destacan las almendras, avellanas, piñones, cacahuetes, pistachos y nueces.
- En algunos alimentos de origen animal, como la yema de huevo, el pescado o el hígado de pollo podemos encontrar ciertas cantidades de vitamina E para la piel. La yema de huevo es rica además en vitamina A, un componente que necesita de la vitamina E para que el cuerpo la absorba de forma correcta. Además, es una excelente fuente de proteínas.
- Algunas frutas también son ricas en vitamina E aunque, por lo general, no presentan altos porcentajes de esta vitamina. Entre las que más cantidades contienen se encuentran el aguacate, el kiwi, el mango, la uva, las ciruelas o el coco.
Debes saber que el aguacate destaca como la fruta con más contenido de vitamina E, pues es una excelente fuente de grasas no saturadas. Es la mejor forma de conseguir vitamina E pura para la piel de forma natural. Incluso puedes elaborar mascarillas faciales con él.
Además, si combinas algunos de estos alimentos con el aceite de vitamina E para realizar mascarillas capilares, podrás disfrutar de sus beneficios también para el cabello. En cualquier caso, el aceite de vitamina E no debe faltar nunca entre tus productos de belleza y, por supuesto, no dejes de consumir todos estos alimentos para lucir una piel bonita y fortalecer tu salud.