Las persianas no solo sirven de decoración sino que nos aíslan del ruido y del sol. Aunque las persianas suelen durar mucho tiempo en buenas condiciones, lo cierto es que con el paso del tiempo, sean éstas del material que sean, y debido a su uso prolongado, todas las persianas acaban deteriorándose y hay que arreglar alguna de sus partes.
Por suerte, arreglar una persiana es bastante sencillo, y con paciencia y no muchas herramientas, lo podemos hacer nosotros mismos, sin necesidad de gastar dinero en contratar a alguien.
Cómo cambiar la cuerda o cinta de la persiana
Las cintas de las persianas, suelen ser el elemento que más problemas presenta, y se da cuando la cinta no nos permite ni bajar ni subir la persiana. También puede ocurrir que la cinta directamente se rompa. Para cambiar la cuerda de una persiana, éstos serán los pasos a seguir:
- Primero, quitaremos la tapa del tambor, y fijaremos la cinta con un clavo en la parte de arriba del mecanismo de recogida, para poder soltar la persiana.
- Después, soltamos la cinta por la parte de abajo y sacamos la persiana por arriba, tirando hacia nosotros.
- Sacamos la cinta vieja, asegurándonos antes de que la persiana está bien sujeta, para no sufrir ningún accidente.
- Enganchamos la nueva cinta, introduciendo las lengüetas metálicas en las ranuras del eje, cuando ya tengamos la tapa del tambor correctamente cerrada, y probamos cómo funciona, subiendo y bajando la persiana un par de veces.
Cómo reparar una persiana: cuando las lamas están viejas
Una de las partes de la persiana que también se pueden estropear son las lamas. Las más habituales están fabricadas en PVC o en aluminio, y su anchura dependerá de las dimensiones de la ventana.
Para cambiar una lama rota, es necesario que sea del mismo material y con la misma anchura, para que la persiana funcione bien. Las podemos encontrar en tiendas especializadas, de bricolaje o en ferretería. Para sustituir una lama, los pasos serán los siguientes:
- Primero debemos desatornillar la caja de la persiana, sacando con cuidado y sin hacernos daño, la persiana por arriba de la caja. Esto lo haremos para no estropear ninguna otra lama o elemento de la persiana.
- Después, lo que haremos será desplegar la persiana entera en una superficie grande de suelo, quitando todas las lamas que estén justo por debajo de la lama que está rota, hasta que lleguemos a ésta.
- Sacamos la lama rota, y la sustituimos por la lama nueva, asegurándonos de que queda recta, nivelada y bien puesta, para evitar problemas cuando ya la hayamos vuelto a poner en su sitio, lo que nos obligaría a tener que bajar de nuevo la persiana.
- Recogemos la persiana, y girando el eje la introducimos de nuevo en su carril. Ponemos los topes y cerramos la caja. Probamos a subir y bajar la persiana con la lama nueva.
Cómo arreglar una persiana que está atascada
Cuando una persiana se atasca y no sube ni baja, lo que nunca debemos hacer es forzarla, ya que podemos romper la cinta y entonces tendríamos que arreglar la persiana por partida doble. Debemos abrir la caja para acceder a la persiana enrollada, para ver por qué está atascada la persiana.
Uno de los problemas más comunes es que una de las lamas de la persiana se haya desplazado, y no pueda bajar por las guías. Si éste es el problema, lo único que debemos hacer es volver a encajar la lama en su sitio, y la persiana ya funcionará perfectamente.
Reparar la pestaña del recogedor
Si la persiana baja por si sola y no se mantiene en una posición, lo que ocurre es que el mecanismo para que la persiana quede fija está en mal estado, por lo que hay que cambiarlo.
Para reparar esta parte de la persiana, debemos abrir el recogedor de la pared. Dentro del recogedor hay una pestaña o una pala, cuya función es retener la cinta cuando subimos o bajamos la persiana, o la dejamos en una posición. Debemos observar si está en buen estado, fijándonos en que la cinta pase por una rendija que tiene una pestaña pequeña en la traba. Intentaremos cerrar esta pestaña, para que quede casi pegada por donde pasa la cinta, y volveremos a cerrar el recogedor.
La cinta de la persiana se ha atascado
Arreglar esta parte de la persiana es bastante sencillo y no necesitará demasiada destreza.
Uno de los fallos más habituales de las persianas está en el recogedor, porque se haya oxidado y provocado obstrucciones al paso de la cinta, porque el mecanismo de freno de la cinta esté roto o porque tenga el engranaje de la polea defectuoso. Si cuando tiramos de la cinta de la persiana notamos que está atascada o se mueve muy mal, es porque se ha salido de su eje, y se ha atascado. Para arreglar el problema, hay que abrir la cajita donde esté la cinta, y colocar la cinta en la forma correcta.
Las persianas pueden durar bastante tiempo sin tener que ser reparadas. Si tenemos que arreglar una persiana, será el momento perfecto para realizar una limpieza a fondo de las lamas, que se ensucian mucho con la polución. Si sacamos la persiana por la caja, podemos limpiarla en profundidad. Ya estuvimos viendo cómo limpiar las persianas con total seguridad.
Por último y para evitar que se vuelva a estropear, conviene tratar las persianas siempre con mucho cuidado, y no subirlas o bajarlas bruscamente.