La fiebre, por lo general, no es motivo de preocupación a menos que alcance una temperatura elevada. Sin embargo, actúa como un mecanismo de defensa del cuerpo, advirtiéndonos que podríamos estar incubando alguna enfermedad como un resfriado, la gripe o una infección. Cuando la temperatura corporal alcanza los 38º, es recomendable comunicarse con el médico y utilizar algunos métodos efectivos para reducirla.
Cómo bajar la fiebre: cómo reacciona tu cuerpo ante la fiebre
El hipotálamo funciona como el termostato de nuestro cuerpo, regulando la sensación de frío o calor mediante temblores o sudoración. Cuando la temperatura corporal alcanza los 38º o más, es crucial tomar medidas para reducir la fiebre, especialmente en el caso de niños, ya que suelen experimentar fiebres más elevadas. La medición más fiable, reconocida por los profesionales de la salud, es la realizada en la axila.
La fiebre en adultos que alcanza los 38º generalmente no es peligrosa, a menos que existan condiciones médicas preexistentes como hipertensión o diabetes, las cuales podrían empeorar. Sin embargo, si la fiebre aumenta a 40º, especialmente en niños y ancianos, se deben tomar medidas urgentes para reducir la fiebre corporal.
Cómo bajar la fiebre en niños y en adultos
Es fundamental adoptar ciertas medidas para reducir la fiebre de manera efectiva. A continuación, se describen algunos pasos que pueden ayudar:
-
Evitar el abrigo excesivo: No se debe abrigar al enfermo, incluso si siente frío, ya que el exceso de ropa es ineficaz. Es importante permitir que el cuerpo se refrigere.
-
Paños de agua fresca: Aplicar paños de agua fresca en las axilas, la frente y las ingles puede ayudar a reducir la fiebre. Se recomienda evitar el uso de agua extremadamente fría. Si estas medidas no son suficientes, se puede considerar un baño de agua tibia, evitando cambios de temperatura bruscos.
-
Hidratación constante: Mantener una hidratación adecuada es esencial, ya que la fiebre puede causar pérdida de líquidos y sales minerales. Se recomienda beber al menos dos litros de agua al día, especialmente en casos de fiebre.
-
Alimentación adecuada: Consumir alimentos probióticos como leche, yogur, frutas y verduras es beneficioso durante episodios de fiebre. Los zumos de frutas, especialmente de naranja, pomelo o kiwi, contienen vitamina C, que puede contribuir a reducir la temperatura corporal.
-
Dieta suave: Optar por una dieta suave que no provoque una digestión pesada. En días de fiebre, el cuerpo tiende a no solicitar grandes cantidades de comida, pero es esencial mantener una ingesta adecuada de líquidos.
-
Aplicación de hielo: Colocar hielo en la frente puede ayudar a reducir la temperatura y aliviar el malestar, ya que el contacto con el frío facilita el intercambio de calor entre el cuerpo y el entorno.
-
Reposo: Descansar en un ambiente cálido y bien ventilado es crucial. La fiebre aumenta el gasto calórico del cuerpo, y el reposo contribuye a reducir la fiebre de manera más eficiente.
Es importante tener en cuenta que estos consejos son generales y que siempre se recomienda buscar atención médica si la fiebre persiste o empeora.
Medicamentos para bajar la fiebre
Es importante destacar que los medicamentos adecuados para tratar la fiebre son los analgésicos, los cuales también tienen propiedades para reducir la temperatura corporal. Nunca se deben administrar antibióticos, ya que estos están destinados al tratamiento de infecciones específicas, y su prescripción debe ser realizada por un médico.
En el caso de los niños, especialmente los menores de 18 meses, se debe seguir estrictamente la orientación del pediatra. Si los niños no experimentan molestias significativas, es preferible recurrir a zumos naturales, agua y líquidos en general. Sin embargo, si surgen molestias persistentes, se pueden considerar analgésicos bajo supervisión médica, como las gotas de apiretal.
Para los adultos, el paracetamol es un medicamento eficaz para reducir la fiebre y aliviar síntomas como fatiga, dolor de cabeza y mareos. Se recomienda tomar un comprimido de 650mg a 1g cada 8 horas, o cada 6 horas si la fiebre persiste. Es esencial respetar los intervalos horarios para mantener su eficacia.
En ausencia de paracetamol, el ibuprofeno es una alternativa que también posee propiedades antiinflamatorias y combate el dolor de cabeza y la fatiga. La dosis recomendada es de 400 a 600mg cada 4 horas. Sin embargo, se debe evitar el abuso, ya que el ibuprofeno puede ser más agresivo y causar úlceras estomacales.