Si sospechamos que, por cualquier motivo, tenemos la tensión alta, hay que vigilarla y tomar medidas. Y no solo para bajarla puntualmente, sino para mantenerla en unos niveles normales, que no supongan un riesgo para nuestra salud.
Cómo bajar la tensión alta: síntomas
Los síntomas de la tensión alta resultan difíciles de detectar, ya que algunos se pueden deber a muchas otras causas, pero en general, serían los siguientes: cansancio habitual, algún mareo, pesadez y poca agilidad, dolores de cabeza frecuentes. No son síntomas muy específicos para esta enfermedad, pero si los estamos experimentando con frecuencia, lo más aconsejable es acudir al médico o a una farmacia, para tomarnos la tensión lo antes posible.
Una tensión normal rondaría unos 120-129, y la baja no más de 80. Son los dos parámetros de medición de tensión habituales. Si las mediciones altas y las bajas suben de estas mediciones, tendremos la tensión alta. En este caso, y si el problema es recurrente, debemos acudir a un médico lo antes posible.
Según expertos médicos, la tensión alta acarrea problemas fundamentalmente de corazón (insuficiencia cardiaca), como problemas arteriales (aneurisma), de cerebro (ictus) o de riñón (insuficiencia renal). Estas enfermedades son muy graves, por eso es tan importante vigilarse la tensión arterial.
Las causas principales de tener una tensión más alta de lo normal pueden ser genéticas, pero también de hábitos de vida: una mala alimentación, vida sedentaria, poco descanso, estrés, etc. Para corregir estas situaciones, hay una serie de métodos para bajar la tensión alta, que siempre recomendarán los facultativos, y que debes tener muy en cuenta.
Remedios caseros para la tensión alta
Según opiniones de diversos médicos, la clave para bajar una tensión alta es adquirir una serie de hábitos para tener una vida más saludable en cuestión:
- Restringir la sal en la dieta diaria, intentando llegar a menos de 5 gr al día. El sodio es peligroso para la tensión.
- Moderar el consumo de alcohol, y nunca hacerlo de forma excesiva. El alcohol es tiene un efecto hipertensivo bastante potente.
- Dieta saludable basada en alimentos bajos en grasa, el pescado azul, las verduras, frutas y hortalizas, disminuyendo el consumo de carnes rojas y comida preparada.
- La pérdida de peso, si tenemos sobrepeso, es muy positiva. Los facultativos calculan que la pérdida de peso de unos 5 kilos ayuda a reducir la hipertensión, ya que el sobrepeso es uno de los responsables de la subida de la presión arterial.
- Ejercicio regular y moderado unos 30 minutos mínimo cinco días a la semana. El ejercicio es muy saludable para el corazón y disminuye los factores de riesgo. Ejercicios como el aerobic o el pilates pueden ayudar a mantenerte en forma, en un artículo anterior ya mostramos cómo hacer pilates en casa.
- Consumo masivo de peras y plátanos, ricos en potasio, que disminuyen la acción del sodio en nuestro organismo.
Todas estas medidas conducirán también a una bajada de peso, lo cual es muy positivo porque las personas obesas tienen más tendencia a sufrir hipertensión. Si quieres más consejos sobre cómo perder peso sin afectar negativamente a tu salud, te dejamos este post para profundizar en nuestros consejos.
Por otro lado, si se trata de una enfermedad crónica, es frecuente que los facultativos receten medicación para tomarla de forma diaria.
Otros consejos para bajar la tensión alta
Si por definición tenemos una tensión que tiende a subir y estamos en tratamiento médico, lo más cómodo es comprarnos un tensiómetro, y tomarnos la tensión diariamente en casa. Hay una serie de ideas y consejos que también vienen muy bien para ayudar a bajar la tensión alta, aunque se esté tomando medicación.
- Hay alimentos que ayudan a mantener la tensión en parámetros normales: el ajo, la cebolla, el apio y las hierbas aromáticas favorecen la buena circulación, mientras que la alcachofa o el té verde son estupendos diuréticos para eliminar líquidos y bajar de peso.
- Evitar, en la medida de lo posible, los alimentos muy picantes, el alcohol o los alimentos que tienen sodio, como los embutidos.
- Dejar de fumar reduce el riesgo de enfermedades cardiacas, que siempre están muy ligadas a las subidas de tensión. Si no sabes cómo hacerlo te ayudamos a conseguirlo en el siguiente artículo sobre cómo dejar de fumar para mejorar la calidad de vida.
- Reducir el consumo de cafeína, ya que ésta eleva la presión arterial, aunque su consumo moderado no es peligroso ni tiene efectos perniciosos sobre la salud.
- El estrés es uno de los enemigos más peligrosos para subir la presión arterial. Intenta poner el foco en lo que hay que hacer en el día a día y sin agobiarte. Sufrirás menos estrés y tu tensión te lo agradecerá.
- Dedica tiempo de tu día a día a relajarte y tener momentos calmados para ti.
Con estos consejos sobre alimentación, ejercicio y hábitos de vida saludable, podrás conseguir que tu tensión se mantenga a niveles normales. Sin embargo, si eres propenso a la tensión alta, lo más aconsejable es que te midas la tensión en casa y si está alta trates de consumir poca o ninguna sal ese día, para volvértela a medírtela unas horas más tarde.
En cualquier caso, y si eres de las personas que tienen tensión alta (no te preocupes, es una de las enfermedades más comunes en la población y tiene solución) lo recomendable, es que acudas al médico lo antes posible, para que te medique regularmente, y así poder bajar la tensión alta y mantenerla en niveles normales.